Rap filarm¨®nico: del Bronx de Bogot¨¢ al teatro

El antiguo Bronx de Bogot¨¢ respiraba hip hop. Grupos como Todo Copas o Engendros del Pantano rapeaban de las historias de la calle dura, de aquellos que estaban inmersos en esas cuadras tambi¨¦n conocidas como El Cartucho donde la droga, la prostituci¨®n y la muerte eran el ¨²nico mundo conocido, el mundo entero. Ahora ese Bronx, convertido en Distrito Creativo, sigue transform¨¢ndose a trav¨¦s de la m¨²sica. Y, para algunos de ellos, de una manera insospechada: a trav¨¦s de rap filarm¨®nico.
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El antiguo Bronx de Bogot¨¢ respiraba hip hop. Grupos como Todo Copas o Engendros del Pantano rapeaban de las historias de la calle dura, de aquellos que estaban inmersos en esas cuadras tambi¨¦n conocidas como El Cartucho donde la droga, la prostituci¨®n y la muerte eran el ¨²nico mundo conocido, el mundo entero. Ahora ese Bronx, convertido en Distrito Creativo, sigue transform¨¢ndose a trav¨¦s de la m¨²sica. Y, para algunos de ellos, de una manera insospechada: a trav¨¦s de rap filarm¨®nico.

Francisco Zumaqu¨¦, maestro y reconocido m¨²sico, est¨¢ de espaldas al p¨²blico dirigiendo a la banda juvenil de la Orquesta Filarm¨®nica de Bogot¨¢. A unos pasos suyos rapea Phanton Killa, artista de Candelaria Cartel Club. Su canci¨®n, La econom¨ªa se detiene, que habla sobre la corrupci¨®n de Am¨¦rica Latina y los malos salarios, suena poderosa con m¨¢s de cincuenta instrumentos detr¨¢s. J¨®venes de dos mundos unidos en el escenario: el de la m¨²sica cl¨¢sica y el de las calles, con el rap.

¡°Presentarnos con el maestro Zumaqu¨¦ y la banda filarm¨®nica es algo muy exquisito para nosotros, fant¨¢stico. Aprendimos m¨¢s patrones musicales, porque solo conoc¨ªamos los del hip hop que es muy repetitivo¡±, dice. Para ¨¦l, la Filarm¨®nica potencia sus letras, hace m¨¢s fuerte lo que quiere decir. ¡°Es que mira cu¨¢ntos instrumentos hay. Cantando con la banda filarm¨®nica se te llena el cerebro de mucha energ¨ªa para un show. Les digo que son como nuestro redbull, nos dan alas¡±, dice Phanton Killa sobre la producci¨®n musical que comparte con los m¨²sicos cl¨¢sicos y con otros raperos como ?rea 14, Juanlo y Ambar BoomBap.

Zumaqu¨¦ es una leyenda de la m¨²sica en Colombia y concibe su vida como experimento. Arreglista, compositor, productor, autor de Colombia Caribe, cuyo estribillo ¡°s¨ª, s¨ª, Colombia, s¨ª, s¨ª, Caribe¡± aparece en la memoria cuando juega la selecci¨®n de f¨²tbol, es hombre de m¨²ltiples escenarios y formatos. Por eso, cuando le propusieron hacer rap filarm¨®nico con los artistas callejeros del centro de la ciudad, se lanz¨® de cabeza.

¡°C¨®mo as¨ª que el Bronx es Distrito Creativo, eso me pareci¨® fascinante y m¨¢s a¨²n cuando me llevaron a la calle Diez con carrera 15, donde est¨¢ ubicado. Lo que vi al acercarme a este proceso fue unos muchachos que vienen de una situaci¨®n compleja socialmente y que, con una gran resiliencia, han podido superarse y est¨¢n en un momento bueno, no solamente en el aspecto musical sino desarrollando emprendimientos¡±, dice. Zumaqu¨¦ se hab¨ªa acercado al hip hop en Nueva York, cuando era arreglista y productor de La Fania All Stars. ¡°Mi trabajo ha sido de m¨²sica latina pero el rap influenci¨® de alguna manera mi forma de ver la m¨²sica popular¡±, agrega.

El Bronx de Bogot¨¢ era conocido como el mayor mercado de drogas del pa¨ªs. Tres calles, cerca de 9.000 metros cuadrados, a las que acud¨ªan miles de personas en b¨²squeda de droga, un infierno en el centro de la ciudad y a la luz de todo. En 2016, tras su cierre y demolici¨®n, decenas de habitantes de calle se dispersaron por toda la ciudad, pero muchos se mantuvieron en procesos sociales y art¨ªsticos. Junto a la Fundaci¨®n Gilberto Alzate Avenda?o, Zumaqu¨¦ y su equipo hicieron talleres de m¨²sica y tambi¨¦n de motivaci¨®n con algunos ex habitantes de calle y con artistas callejeros.

Phanton Killa no vivi¨® en el Bronx, pero s¨ª era un conocido artista del centro de la ciudad, donde hac¨ªa ¡°batallas¡± de free style. ¡°Yo no iba mucho pero casi todos mis amigos de una u otra manera estaban vinculados con el Bronx. Viv¨ªamos muchas historias y situaciones en diferentes calles del centro¡±, cuenta. Se vincul¨® al hip hop en Miami, donde vivi¨® varios a?os y luego, durante la pandemia por el encierro de la cuarentena, se convirti¨® en productor de sus propias canciones. Dos de ellas hacen parte de la producci¨®n musical.

Juanlo (Juan L¨®pez) es otro de los raperos que hace parte del proceso del Bronx Distrito Creativo. Sus letras que rememoran a Jorge Eli¨¦cer Gait¨¢n tienen fascinado a Zumaqu¨¦. Tiene 16 a?os y es beneficiario del Instituto Distrital para la Protecci¨®n de la Ni?ez y la Juventud, una entidad de la Alcald¨ªa que se ocupa de los j¨®venes que viven o transitan en la calle.

¡°En lo personal esta ha sido una oportunidad muy grande porque no ten¨ªa mucha experiencia present¨¢ndome en escenarios. Pens¨¦ que me iba a dar miedo, pero sent¨ª el apoyo del maestro y los m¨²sicos y fluy¨® bien. Esto nos da m¨¢s fuerza¡±, dice Juanlo, que va por los barrios de Bogot¨¢ dando talleres de cultura ciudadana a trav¨¦s de la m¨²sica.

¡°Con mis letras intento darle un poco de fe y esperanza a la gente. Contar que en un pa¨ªs que ha sido muy violento, la mayor¨ªa del tiempo en guerra, los colombianos tenemos perrenque, ganas de echar para adelante, y que todo eso de la tierrita crece¡±, dice, para ponerse a rapear su canci¨®n con la Filarm¨®nica de fondo:

Dicen que no nacimos pa¡¯ semilla pero s¨ª para cultivar / la esperanza, la fe y la templanza de un pueblo que sin armas quiere avanzar / con la confianza de que la matanza en los campos ya no se extienda m¨¢s.

Para los artistas cl¨¢sicos la fusi¨®n con los raperos ha sido la oportunidad de ver la m¨²sica desde otra orilla. ¡°Nos ha ense?ado a integrar todo el contexto social, pol¨ªtico, po¨¦tico en las letras y la m¨²sica. Es enriquecedor de lo literario y desde el drum and bass. Ha sido un aprendizaje mutuo¡±, dice Carlos Gonz¨¢lez, clarinetista de Huila. ¡°Como joven me llama mucho la atenci¨®n cuando ellos hablan de que nosotros con la m¨²sica podemos sembrar consciencia. Tambi¨¦n de su b¨²squeda de surgir; de salir del bajo mundo, desde lo oscuro, y de c¨®mo la m¨²sica es una forma de reivindicaci¨®n¡±, agrega.

Zumaqu¨¦ habla tambi¨¦n de resiliencia y de esta producci¨®n musical como ¡°un acto de amor que trasciende lo musical¡±. ¡°Yo creo que la m¨²sica es lo primero en la cultura del hombre, el primer lenguaje. Los ling¨¹istas dir¨¢n, ?de qu¨¦ est¨¢ hablando!. Pero la voz cantada es lo primero que escucha un ni?o y ah¨ª es cuando comienza a tener las primeras emociones¡±, dice. ¡°Entonces con estos j¨®venes estamos justamente volviendo a ese momento, a lo esencial¡±, concluye.

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