La rebeli¨®n ¨ªntima de Joe Arroyo

Nunca una vida es plana ni lineal y menos la de ?lvaro Jos¨¦ Arroyo Gonz¨¢lez, m¨¢s conocido como Joe Arroyo. Por eso, la pel¨ªcula sobre su vida no pod¨ªa ser una aproximaci¨®n ordinaria. La Rebeli¨®n, del director Jos¨¦ Luis Rugeles no es un biopic sino una mirada ¨ªntima sobre las sombras del gran cantante cartagenero que ha marcado la banda sonora de los colombianos.

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Nunca una vida es plana ni lineal y menos la de ?lvaro Jos¨¦ Arroyo Gonz¨¢lez, m¨¢s conocido como Joe Arroyo. Por eso, la pel¨ªcula sobre su vida no pod¨ªa ser una aproximaci¨®n ordinaria. La Rebeli¨®n, del director Jos¨¦ Luis Rugeles no es un biopic sino una mirada ¨ªntima sobre las sombras del gran cantante cartagenero que ha marcado la banda sonora de los colombianos.

Al autor de La Noche, En Barranquilla me quedo y Rebeli¨®n, cuyo estribillo ¡®no le pegue a la negra¡¯ es mundialmente famoso, lo vemos como a trav¨¦s de una rendija en las decenas de hoteles que habit¨® durante su carrera. La pel¨ªcula funciona pues, como un ojo en una de esas habitaciones, le permite al espectador asomarse a la soledad, a la creaci¨®n y a la genialidad del artista. Todo en medio de un ambiente denso y claustrof¨®bico, donde el humo es tambi¨¦n un personaje.

Rugeles (Alias Mar¨ªa y Garc¨ªa) parte de una pregunta que los espectadores tienen que resolver con escenas e informaci¨®n fragmentada: ¡°?qui¨¦n es el Joe Arroyo?¡±. El propio cantante, interpretado por el cartagenero Jhon Narv¨¢ez, se burla de esa pregunta, que era una de las m¨¢s insistentes de los periodistas estadounidenses a su paso por Nueva York. ?Era acaso, como dice uno de los personajes de la pel¨ªcula, un hombre que cargaba a una leyenda? Durante 100 minutos se vislumbran tantas respuestas como el espectador quiera.

El director de la producci¨®n colombiana, argentina y estadounidense decidi¨® que ser¨ªa un viaje en el tiempo y el mundo a trav¨¦s de los cuartos de hotel y parti¨® de hechos reales, pero tom¨® enormes licencias. ¡°Es una pel¨ªcula basada en el Joe, pero es en esencia nuestra especulaci¨®n sobre qui¨¦n es esa persona que hizo m¨²sica tan luminosa, que logra que nosotros los blancos sintamos a ?frica¡±, dice Rugeles.

Mauricio Silva, autor de los libros El Centuri¨®n de la Noche y ?Qui¨¦n mat¨® al Joe?, que inspir¨® Rebeli¨®n, recuerda al m¨²sico como un vampiro. ¡°Era un hombre con car¨¢cter infantil, un embustero y una fuente inagotable de historias fantasiosas¡±. La pel¨ªcula juega en ese terreno del delirio y los fantasmas del cantante y con su obsesi¨®n por contener y reunir a ?frica en su m¨²sica. ¡°?l es el resultado de un proceso de mil colombias que nacen en ?frica. Nuestro James Brown¡±, dice Silva y destaca que los productores le compraran los derechos del libro.

Los amores del Joe, cuyas huellas se pueden encontrar en sus canciones como si fueran mapas, son presencias nost¨¢lgicas en Rebeli¨®n. Mary, el amor de la vida, es interpretada por Angie Cepeda y aparece como una figura lejana que est¨¢ incluso en los sue?os de despedida del cantante.

Cepeda siempre estuvo en la imaginaci¨®n del director para la pel¨ªcula; pero Narv¨¢ez, que interpret¨® al m¨²sico, lleg¨®, si se quiere, por predestinaci¨®n. ¡°Si no crees en la magia no puedes hacer cine¡±, dice este cartagenero que logra transfigurarse en el Joe Arroyo. Narv¨¢ez hizo la audici¨®n sin saber para qu¨¦ personaje audicionaba antes de que se cerrara el mundo por la pandemia. Dos a?os despu¨¦s, estaba convertido en el cantante que marc¨® su infancia, el hombre al que fue a despedir en el multitudinario funeral en Barranquilla en 2011.

¡°Joe Arroyo es la banda sonora de mi vida, la de mi familia, las ra¨ªces de mi ciudad y mi cultura. Era un referente de un hombre que derrib¨® barreras. Imag¨ªnate lo que siginifica para los ni?os negros, pobres cartageneros, que con tu talento puedes salir de la pobreza y pasar a la historia¡±, dice el protagonista, que tom¨® clases de canto para interpretar a su ¨ªdolo musical.

La mirada de Narv¨¢ez, que no intenta imitar a Joe Arroyo, la atm¨®sfera brumosa y la m¨²sica, logran el objetivo que se impuso el director: entrar en la cabeza del artista, estar dentro de ¡°sus m¨¢s oscuras imaginaciones¡±, el lugar donde se dispararon tambi¨¦n las enormes canciones que dej¨® el centuri¨®n de la noche.

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