Danilo Rueda pide levantar ¨®rdenes de captura de la Segunda Marquetalia
Durante un debate de control pol¨ªtico, el Comisionado de Paz explic¨® que es necesario para que ese grupo se re¨²na y detenga las confrontaciones en el Alto Mira
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, insisti¨® ante el Congreso en la necesidad de levantar las ¨®rdenes de captura contra los jefes de la Segunda Marquetalia, el grupo armado creado por el ex negociador de las FARC Iv¨¢n M¨¢rquez. Rueda, que es la cabeza visible de la propuesta de paz total del Gobierno, se refer¨ªa a la crisis humanitaria que viven las comunidades del Alto Mira, en la zona rural de Tumaco (Nari?o), donde hay confrontaciones entre grupos armados, campos minados y desplazamiento.
¡°Si log...
El alto comisionado para la Paz, Danilo Rueda, insisti¨® ante el Congreso en la necesidad de levantar las ¨®rdenes de captura contra los jefes de la Segunda Marquetalia, el grupo armado creado por el ex negociador de las FARC Iv¨¢n M¨¢rquez. Rueda, que es la cabeza visible de la propuesta de paz total del Gobierno, se refer¨ªa a la crisis humanitaria que viven las comunidades del Alto Mira, en la zona rural de Tumaco (Nari?o), donde hay confrontaciones entre grupos armados, campos minados y desplazamiento.
¡°Si logr¨¢ramos avanzar en el levantamiento de las ¨®rdenes de captura de la Segunda Marquetalia para que tuvieran su reuni¨®n de mando, podr¨ªamos propiciar un espacio para resolver la situaci¨®n del Alto Mira¡±, dijo Rueda. ¡°Respetando la autonom¨ªa de poderes, hay asuntos que el Gobierno no puede resolver solo, los llamo a la sensatez, no a la justificaci¨®n¡±, agreg¨®.
Rueda fue citado a un debate de control pol¨ªtico sobre la implementaci¨®n del acuerdo de paz con las extintas FARC; pero como la situaci¨®n est¨¢ totalmente relacionada con las conversaciones y exploraciones con otros grupos armados, el Comisionado habl¨® de esos otros procesos que est¨¢n avanzando. En diversas ocasiones, el Gobierno ha dicho que el punto de partida de la paz total es el Acuerdo de paz del Teatro Col¨®n, firmado con las extintas FARC en 2016. Pero decisiones suyas como eliminar la Alta Consejer¨ªa para implementar ese acuerdo, que involucra a unos 13.000 excombatientes, han sido se?aladas como pruebas de su falta de compromiso.
El senador de la coalici¨®n de Gobierno Iv¨¢n Cepeda, conocido como el ide¨®logo de la paz total, fue uno de los que cit¨® al debate. ¡°En algunos aspectos (de la paz) hay avances sustanciales, pero estos a¨²n son insuficientes. Hay pol¨ªticas que est¨¢n por desarrollarse, disminuci¨®n en rubros y se han cometido equivocaciones como la eliminaci¨®n de la Alta Consejer¨ªa para la implementaci¨®n del acuerdo de paz, que se est¨¢ corrigiendo¡±, dijo en su intervenci¨®n.
El Comisionado de Paz lleva ocho meses en acercamientos con grupos armados de distinto origen y car¨¢cter pol¨ªtico. Su objetivo es una m¨²ltiple negociaci¨®n, pero su m¨¦todo ha recibido cr¨ªticas de excomisionados de paz y analistas. En el Congreso, Rueda hizo un recuento la dimensi¨®n del problema que hered¨® el Gobierno Petro de su antecesor. ¡°Nos encontramos con 6 conflictos armados. En 2016 hab¨ªa tres. Es decir, se multiplicaron. Ese reciclaje de la violencia obedeci¨® a los incumplimientos iniciales del acuerdo del Teatro Col¨®n¡±.
El panorama es t¨¦trico. Seg¨²n Rueda, desde 2016 grupos como el Clan del Golfo o Autodefensas Gaitanistas de Colombia, comenzaron a operar en regiones como Choc¨® o Montes de Mar¨ªa, donde nunca antes tuvieron presencia sostenida. Ahora, asegur¨®, coparon 14 departamentos donde antes operaban las extintas FARC. ¡°El gobierno de Juan Manuel Santos intent¨® el desmonte de esa estructura. En ese momento eran 2.500 hombres. Hoy son 6.000 seg¨²n fuentes internas del Gobierno, pero seg¨²n fuentes externas, son 9.000¡å.
Rueda mencion¨® tambi¨¦n que algo similar ocurre en la Sierra Nevada de Santa Marta, donde 1.000 hombres de un grupo armado controlan ¨¢rea de operaci¨®n donde estuvieron las Farc, con tent¨¢culos que llegan incluso a la tur¨ªstica ciudad de Santa Marta. ¡°Nos encontramos tambi¨¦n con un crecimiento exponencial del ELN y con dos expresiones armadas: disidencias con cerca de 1.800 hombres, de acuerdo con informaci¨®n interna que operan en 16 departamentos de Colombia¡±, asegur¨®. En algunos casos, deben pedir ¡®permiso¡¯ para que los funcionarios de temas de paz puedan ingresar a las comunidades.
Adem¨¢s de ese recuento, Rueda se defendi¨® de las cr¨ªticas de desfinanciamiento de la implementaci¨®n del Acuerdo de paz, asegurando que la falta de recursos viene del Gobierno de Iv¨¢n Duque. La organizaci¨®n Transparencia por Colombia realiz¨® un estudio para analizar c¨®mo se destinaron los recursos de la paz y, de acuerdo con Rueda, encontr¨® al menos 34.000 contratos que no estaban asociados a puntos espec¨ªficos del Acuerdo de paz. ¡°Hubo un rezago pol¨ªtico y algo m¨¢s grave: los 16 Programas de Desarrollo con Enfoque Territorial ¨C PDET y los 16 del Programa Nacional de Sustituci¨®n Voluntaria de Cultivos PNIS, no hab¨ªan sido planificados ni ten¨ªan financiaci¨®n. La desfinanciaci¨®n obedece a que estos asuntos no fueron contabilizados¡±, asegur¨®.
Una denuncia similar hizo Mauricio Lizcano, director del Departamento Administrativo de la Presidencia (DAPRE). ¡°Tengo las pruebas de que el Gobierno pasado us¨® el fondo paz para financiar y comprarles equipos a las fuerzas militares, drones, camionetas, chalecos blindados, camisetas a la Polic¨ªa y hasta equipos de interceptaci¨®n¡±. Sin embargo, sobre ¨¦l recae la responsabilidad de haber eliminado la Consejer¨ªa que se ocupaba de la paz.
Las palabras del Comisionado tuvieron efecto inmediato. Emilio Archila, quien fue Alto Consejero para la Estabilizaci¨®n y Consolidaci¨®n, encargado de implementar el Acuerdo de Paz durante el Gobierno de Iv¨¢n Duque, dijo que casi todo lo presentado por Rueda como positivo fue trabajo de la administraci¨®n. ¡°2% fueron palabras pretendiendo que no se ha avanzado. 3 % propuestas del Gobierno para alg¨²n d¨ªa y un 95% fue la exposici¨®n de los resultados logrados en los 4 a?os de nuestro trabajo¡±, se quej¨®.
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