Petro pide la renuncia de todo su gabinete para remodelarlo

Tras menos de nueve meses de mandato, el presidente Gustavo Petro anuncia una posible segunda crisis de Gabinete al pedir la renuncia protocolaria a todos sus ministros. La ocasi¨®n anterior, exactamente dos meses antes, no pidi¨® renuncias sino que directamente removi¨® a tres ministros, a los que avis¨® con muy poca antelaci¨®n. Esta vez opta por un camino menos expedito, que se suele usar para dejar un mensaje de deseo de cambio de forma general, sin haber definido todav¨ªa los ajustes concretos. Sin embargo, deja claro que se trata antes que nada de una decisi¨®n pol¨ªtica: el fin de una coalici¨®n en la que est¨¢n su frente de partidos y movimientos de izquierda, el Pacto Hist¨®rico; tres partidos tradicionales (La U, el Liberal y el Conservador); y la Alianza Verde.

Adem¨¢s de ese motivo que explic¨® la noche del martes, el presidente deline¨® la forma de ajuste unas horas antes, cuando habl¨® en una entrega de tierras en Zarzal, Valle del Cauca: ¡°Yo pienso que el Gobierno debe declararse ya en emergencia (...). Un Gobierno de emergencia que tenga funcionarios que trabajen de d¨ªa y de noche, cuyo coraz¨®n est¨¢ a favor de la gente humilde y no simplemente de ganar un salario y unas comisiones, y que sea capaz de adelantar los enormes retos que se nos demandan en el campo rural. Ya no podemos esperar m¨¢s¡±.

La decisi¨®n de un cambio masivo, sin dar pistas de los nombres y cargos, no es extra?a en Petro. Cuando llevaba seis meses como alcalde de Bogot¨¢, en junio de 2012 le pidi¨® la renuncia protocolaria a todo su gabinete distrital. En esa ocasi¨®n lo hizo tras lograr una victoria pol¨ªtica relevante: el concejo le hab¨ªa aprobado apenas una semana antes su plan de desarrollo, a pesar de que las mayor¨ªas en el papel eran contrarias al entonces alcalde. En aquel entonces explic¨® que buscaba pasar de la planeaci¨®n a la ejecuci¨®n. Finalmente retir¨® a cuatro de sus 12 secretarios. Los que salieron ven¨ªan de la academia y los que llegaron conoc¨ªan los temas de sus despachos y ten¨ªan trayectoria de izquierda, aunque no gran experiencia en administraci¨®n p¨²blica.

Esta vez, sin embargo, no acaba de aprobar su plan de desarrollo, que sigue en el Congreso. Lo que s¨ª ocurri¨® este mismo martes es que el Gobierno present¨® finalmente su pol¨ªtica de seguridad; que la cumbre sobre Venezuela que encabez¨® el canciller ?lvaro Leyva, se sald¨® con pocos resultados; que el Congreso hundi¨® un art¨ªculo del plan de desarrollo que creaba mecanismos para comprar tierra a privados para hacer la reforma rural; y sobre todo que su reforma a la salud, a la que le ha apostado buena parte de su capital pol¨ªtico, pas¨® raspando su primer debate en el Congreso.

Logr¨® apenas 10 votos de los 21 de la Comisi¨®n, pero obtuvo la mayor¨ªa porque tres congresistas de partidos tradicionales aliados al Gobierno, pero cuyas cabezas han insistido en no apoyar la reforma tal y como la ha presentado el Gobierno, se ausentaron. Esas ausencias de los conservadores Quevedo y Gerardo Yepes, y de Camilo ?vila de La U, se sumaron al voto a favor de la liberal Mar¨ªa Eugenia Lopera para reiterar que Petro depende de votos de congresistas de partidos tradicionales. Pero el voto en contra de otros tres liberales y de V¨ªctor Manuel Salcedo, de La U, as¨ª como los pronunciamientos de los partidos Liberal y Conservador reiterando su rechazo a la reforma, tambi¨¦n reiteraron que el oficialismo de La U, el Partido Conservador y el Partido Liberal, dar¨¢n una pelea contra la reforma del coraz¨®n de Petro.

Esos tres partidos tienen representaci¨®n en el Gobierno, empezando por los ministros de TIC (Sandra Urrutia, La U), Justicia (N¨¦stor Osuna, liberal), Vivienda (Catalina Velasco, liberal) y Transporte (Guillermo Reyes, conservador), que ahora deben presentar la renuncia protocolaria. El Gobierno ya lo hab¨ªa hecho con viceministros de esos mismos tres partidos que siguen en sus cargos, pero con una suerte de advertencia que se torna m¨¢s fuerte. El anuncio de Petro le agrega m¨¢s tensi¨®n a una coalici¨®n que ya ven¨ªa con dificultades, y que naturalmente vivir¨¢ todav¨ªa m¨¢s presiones internas a medida que se acerquen las elecciones locales y regionales de octubre en las que muchos de sus miembros compiten por el poder. En general, un remez¨®n de Gabinete puede dar o quitarle visibilidad, burocracia o banderas a los sectores pol¨ªticos justo cuando m¨¢s las neceistan.

Adem¨¢s de esta faceta m¨¢s electoral y legislativa, la solicitud de las renuncias pone sobre la mesa la posibilidad de que se resuelvan tensiones internas del Gabinete. Ya ocurri¨® en febrero, cuando Petro sac¨® a Alejandro Gaviria de Educaci¨®n y as¨ª tom¨® partido por Carolina Corcho, ministra de Salud y madrina de la reforma. Ella manten¨ªa una puja con quien hab¨ªa sido ministro de su cartera durante seis a?os y estaba en desacuerdo con el coraz¨®n de su proyecto. Si bien las otras diferencias han sido menos notorias o ya quedaron en el pasado, como la que hubo entre el ministro de Hacienda Jos¨¦ Antonio Ocampo y su colega de Minas y Energ¨ªa Irene V¨¦lez por la transici¨®n energ¨¦tica, no por ellos dejan de existir.

En 2012 a Petro le tom¨® nueve d¨ªas reorganizar su equipo para administrar a Bogot¨¢. En 2023, los nueve d¨ªas siguientes incluyen el tradicional desfile del d¨ªa del trabajo, tan simb¨®lico para la izquierda; el inicio del tercer ciclo de conversaciones con el ELN; y la definici¨®n art¨ªculo por art¨ªculo de la reforma a la salud, adem¨¢s del d¨ªa a d¨ªa de un pa¨ªs con la inflaci¨®n disparada y una creciente violencia rural.

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