Colombia petrificada
El primer a?o de Gustavo Petro ha sido como una monta?a rusa: unas veces se siente la adrenalina de un gobierno dispuesto a romper los paradigmas, pero otras es imposible no sentir el vac¨ªo de la ca¨ªda libre
El primer a?o de gobierno de Gustavo Petro ha sido como estar en una monta?a rusa. Unas veces se remonta la cuesta y se siente la adrenalina de un gobierno dispuesto a romper los paradigmas, pero otras es imposible no sentir el vac¨ªo en el est¨®mago que se produce cuando se va en ca¨ªda libre. De hecho, su primer a?o de gobierno lo termina en medio de una nueva descolgada del tren que nos tiene de los pelos.
Esta vez, la ca¨ªda libre ha sido por cuenta de un verdugo que nadie vio venir: su propio hijo Nicol¨¢s, un joven atormentado que creci¨® sin el afecto del padre, lo avent¨® hace unos d¨ªa...
El primer a?o de gobierno de Gustavo Petro ha sido como estar en una monta?a rusa. Unas veces se remonta la cuesta y se siente la adrenalina de un gobierno dispuesto a romper los paradigmas, pero otras es imposible no sentir el vac¨ªo en el est¨®mago que se produce cuando se va en ca¨ªda libre. De hecho, su primer a?o de gobierno lo termina en medio de una nueva descolgada del tren que nos tiene de los pelos.
Esta vez, la ca¨ªda libre ha sido por cuenta de un verdugo que nadie vio venir: su propio hijo Nicol¨¢s, un joven atormentado que creci¨® sin el afecto del padre, lo avent¨® hace unos d¨ªas y sin ning¨²n reato, lo incrimin¨®. Nicol¨¢s le dijo a la fiscal¨ªa que ten¨ªa pruebas de que su progenitor, es decir, el presidente Petro, supo que a su campa?a presidencial entraron dineros que no fueron registrados en sus cuentas, lo que constituye un delito en Colombia.
Hasta ahora Nicol¨¢s Petro no ha dado pruebas de que su padre est¨¦ involucrado en esta trama corrupta y ha cambiado varias veces de versi¨®n. Primero dijo que su padre no sab¨ªa nada sobre la financiaci¨®n ilegal a su campa?a, despu¨¦s, que s¨ª. Ahora acaba de exculparlo parcialmente en una entrevista al afirmar que su pap¨¢ no tuvo conocimiento de los dineros que ¨¦l les pidi¨® a personajes muy cuestionados, utilizando el nombre de su padre, pero insinu¨® que el presidente s¨ª supo de los aportes que hicieron reconocidos contratistas que no fueron reportados en las cuentas de la campa?a. A pesar de que las versiones de Nicol¨¢s Petro son contradictorias, sus declaraciones en contra de su padre, han desatado una crisis que tiene al pa¨ªs petrificado.
No exagero al decir que esta crisis pol¨ªtica que desat¨® Nicol¨¢s Petro se inici¨® por un acto de despecho, tal y como sucede en la tragedia griega.
Day V¨¢squez, su exesposa, dolida porque Nicol¨¢s le fue infiel y la abandon¨® para irse con su mejor amiga, decidi¨® sacarse el clavo con su exesposo y en un ataque de celos, expuso sus verg¨¹enzas en una entrevista para la revista Semana. Day cont¨® c¨®mo Nicol¨¢s, a espaldas de su padre, mont¨® una red de corrupci¨®n aprovech¨¢ndose de que era el hijo del presidente, por la que desviaron dineros que ellos mismos le ped¨ªan a contratistas non sanctos dizque para la campa?a presidencial de su padre, pero que en realidad eran para sus bolsillos. A Nicol¨¢s, la Fiscal¨ªa le abri¨® de inmediato una investigaci¨®n en su contra y cuando el hijo esperaba que su padre lo acompa?ara en tan dif¨ªcil trance, el presidente, decidi¨® marginarse. Le advirti¨® al pa¨ªs que no iba a utilizar su poder para incidir en el proceso en contra de su hijo y tras dejar claro que su compromiso era primero con la constituci¨®n, le dese¨® suerte en ese momento tan dif¨ªcil.
En un pa¨ªs acostumbrado m¨¢s a ver como los presidentes utilizan su poder para proteger a sus familiares que han tenido problemas con la ley, la reacci¨®n de Petro cay¨® como un b¨¢lsamo refrescante, pero la calma no dur¨® mucho. Su hijo Nicol¨¢s consider¨® que su padre lo hab¨ªa dejado solo. Intent¨® llamarlo varias veces, pero no tuvo respuesta y seg¨²n ¨¦l mismo lo ha confesado en una entrevista, hasta intent¨® amenazarlo, haci¨¦ndole saber que si lo dejaban solo ¨¦l pod¨ªa contar muchas cosas de la campa?a, pero tampoco tuvo respuesta.
Vino entonces otra descolgada en ca¨ªda libre, luego de que fue capturado junto con su exmujer. Destrozado, decidi¨® hundir el cuchillo y se?alar a su padre.
Este acto de venganza golpea a Petro donde m¨¢s le duele porque lo iguala a la pol¨ªtica tradicional y corrupta, a la que mueve clientelas y compra votos y se nutre de una red perversa de contratistas, un mundo pol¨ªtico del que Petro ha querido desmarcarse.
Su hijo le ha dado nuevos incentivos a sus enemigos y muy seguramente ellos van a utilizar esta tragedia familiar para sacarle provecho, magnificar el esc¨¢ndalo y llenarlo de superlativos, sobre todo ahora que vienen las elecciones regionales.
Los esc¨¢ndalos de financiaci¨®n de campa?as presidenciales en Colombia siempre han sido un circo. Los organismos de control encargados de investigar han sido ¨¢giles para archivar esos procesos, a pesar de las evidencias. Eso pas¨® con la campa?a presidencial del candidato uribista ?scar Iv¨¢n Zuluaga, en el 2014 investigada por haber recibido dineros de Odebrecht debajo de cuerda. Fue archivada por el Consejo Nacional Electoral por falta de pruebas, a pesar de que hab¨ªa evidencias de que esa campa?a hab¨ªa recibido por debajo de la mesa 1,6 millones de d¨®lares de Odebrecht (6 a?os despu¨¦s, sin que se sepa por qu¨¦, la Fiscal¨ªa desempolv¨® estas evidencias y acaba de imputar a ?scar Iv¨¢n Zuluaga).
Con la campa?a por la reelecci¨®n de Juan Manuel Santos pas¨® algo similar. A pesar de las evidencias que mostraban c¨®mo esa campa?a hab¨ªa sido financiada con dinero proveniente de una mega carretera que iba a construir Odebrecht y su socio Episol, del grupo Sarmiento, la investigaci¨®n fue archivada por vencimiento de t¨¦rminos por el Consejo Nacional Electoral. La Fiscal¨ªa de N¨¦stor Humberto Mart¨ªnez no investig¨® a ninguna de las dos campa?as del 2014 e impuso la tesis de que, en vista de que volarse los topes de las campa?as no era un delito, la investigaci¨®n la deber¨ªa hacer el organismo encargado de las irregularidades electorales, que era el Consejo Nacional electoral. Ese vac¨ªo se subsan¨® en el gobierno de Santos, cuando se declar¨® la violaci¨®n de topes como un delito.
M¨¢s grotesco a¨²n es lo que hizo el actual fiscal general Francisco Barbosa cuando se destap¨® el esc¨¢ndalo sobre una posible financiaci¨®n ilegal a la campa?a de Iv¨¢n Duque, su amigo de pupitre en la universidad. Seg¨²n la denuncia, una banda criminal liderada por un empresario narco que luego fue asesinado en el Brasil habr¨ªa recogido plata para financiar la segunda vuelta de la campa?a de Iv¨¢n Duque. La Fiscal¨ªa archiv¨® la investigaci¨®n sin haber hecho ninguna captura.
Con Petro las cosas parece que van a ser a otro precio. En esta ocasi¨®n los organismos de control no quieren hacerse los de la vista gorda como anta?o y andan con las antenas puestas. Eso deber¨ªa ser una buena noticia si no fuera porque no se ve que est¨¢n muy interesados en investigar apegados a la ley. En un acto sin precedentes, el fiscal Barbosa allan¨® la casa de Nari?o, como si fuera la cueva de Al¨ª Bab¨¢, con el objetivo de hacerse a una informaci¨®n que hubiera podido pedir por un oficio. Sin pruebas, sali¨® a insinuar que desde la Casa de Nari?o estaban interceptando ilegalmente, cuando tiene engavetada una investigaci¨®n que se abri¨® a partir de una denuncia que puso en su momento la campa?a de Petro y en la que hay evidencias de que ¨¦sta habr¨ªa sido interceptada por agentes de la polic¨ªa que operaban desde las instalaciones del palacio de Nari?o cuando Duque era presidente.
Se captur¨® a Nicol¨¢s Petro cuando ni siquiera hab¨ªa sido imputado, pero en otros casos en que los investigados son pol¨ªticos de la derecha, la Fiscal¨ªa se muestra generosa y condescendiente. En la audiencia del hijo del presidente, la Fiscal¨ªa de manera arbitraria dise?¨® un organigrama para se?alar las conexiones que ten¨ªa Nicol¨¢s Petro en el que meti¨® a medio Gobierno. Este organigrama fue presentado posteriormente por varios medios como si todos esos nombres formaran parte de una red criminal. Ser¨¢n tan arbitrarias las investigaciones de la Fiscal¨ªa que se dio el lujo de no poner en ese organigrama el nombre de Alex Char, el delf¨ªn del poderoso clan Char, a quien la Fiscal¨ªa de Barbosa ha decidido no tocar ni con el p¨¦talo de una rosa a pesar de que tiene m¨¢s de 30 investigaciones por corrupci¨®n y de que tambi¨¦n aparece en los chats de Day V¨¢squez.
Muchos vaticinan que a Petro le va a pasar lo mismo que a Ernesto Samper, el presidente de talante progresista cuya campa?a fue se?alada de haber sido financiada por el cartel de Cali en las elecciones de 1994. No pudo sacar adelante su agenda de cambio porque se le fue el tiempo defendi¨¦ndose.
Si este pa¨ªs fuera el mismo de hace 30 a?os, la comparaci¨®n ser¨ªa v¨¢lida, pero no lo es. Samper logr¨® mantenerse en el poder porque siempre cont¨® con el apoyo de los grandes poderes econ¨®micos que lo sostuvieron a pesar de que la embajada norteamericana y muchos medios y periodistas estuvimos en la otra orilla. Petro, que es el primer presidente de izquierda de Colombia, tiene (curiosamente) buenas relaciones con los norteamericanos, pero todav¨ªa es visto con desconfianza por los grupos econ¨®micos, que ahora tambi¨¦n son los due?os de los pocos medios de comunicaci¨®n que quedan en pie. Varios de esos medios se han convertido en los principales voceros de una Fiscal¨ªa cada vez m¨¢s selectiva, generosa con sus amigos pero implacable con todo lo que tenga que ver con el gobierno de Petro. El presidente no la tiene f¨¢cil.
A pesar de este panorama, ser¨ªa una estupidez decir que los culpables de que la agenda reformista de Petro est¨¦ atascada son los medios y las ¨¦lites de siempre que se oponen a las reformas. Hasta ahora el gran responsable de que sus reformas no vayan a ver la luz es la falta de liderazgo que tiene Petro a la hora de armar una coalici¨®n de gobierno.
Sin embargo, esta tragedia que deja al descubierto a una familia presidencial disfuncional, que navega entre la venganza, el odio, los sentimientos de culpabilidad, los celos, la traici¨®n y el poder, es la mejor munici¨®n que tienen los enemigos de Petro para golpear su proyecto pol¨ªtico. Todo lo que mueva los bajos instintos, vale oro en este mundo regido por las redes digitales.
Falta ver si el presidente, que es experto en recuperarse r¨¢pido de las ca¨ªdas libres, logra salir de una pieza de esta monta?a rusa de emociones en que nos tiene.
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