La Fiscal¨ªa abre una investigaci¨®n contra Miguel Maza M¨¢rquez por el magnicidio de Carlos Pizarro

A inicios de la convulsa d¨¦cada de los noventa fue asesinado Carlos Pizarro Leong¨®mez, quien era el candidato presidencial por la Alianza Democr¨¢tica M-19, el movimiento pol¨ªtico que surgi¨® tras la desmovilizaci¨®n de la guerrilla que llevaba ese mismo nombre. Su asesinato el 26 de febrero de 1990, como el de muchos otros l¨ªderes pol¨ªticos, qued¨® sin resolverse. Este viernes, m¨¢s de tres d¨¦cadas despu¨¦s, la Fiscal¨ªa abri¨® una investigaci¨®n que promete dar respuestas. Un fiscal delegado ante la Corte Suprema de Justicia inici¨® un proceso en contra del general en retiro Miguel Maza M¨¢rquez por su presunta responsabilidad en el homicidio.

Maza M¨¢rquez, quien para ese momento era el director del extinto Departamento Administrativo de Seguridad (DAS) ¡ªentidad que luego fue desmontada, tras verse envuelta en numerosos esc¨¢ndalos, entre ellos el de las ¡®chuzadas¡¯¡ª, es acusado de debilitar y modificar el esquema de seguridad de Pizarro ¡°d¨ªas antes del crimen, de manera intempestiva, y sin consultar al dirigente pol¨ªtico, lo cual habr¨ªa facilitado el actuar del sicario y el cumplimiento del plan criminal¡±, se?ala un comunicado publicado por el ente de control. ¡°Por todo lo anterior, el exdirector de DAS queda vinculado formalmente por los delitos de homicidio con fines terroristas y concierto para delinquir agravado¡±, a?ade la Fiscal¨ªa.

El general en retiro ya hab¨ªa sido condenado por delitos similares, pero con relaci¨®n a otro magnicidio, el del candidato presidencial Luis Carlos Gal¨¢n, ocurrido un a?o antes que el de Pizarro. En 2016, la Corte Suprema de Justicia lo sentenci¨® a 30 a?os de c¨¢rcel por haber debilitado deliberadamente el esquema de seguridad del l¨ªder liberal. Entre los delitos por los que fue juzgado tambi¨¦n est¨¢ concierto para delinquir, ¡°por promover el grupo armado ilegal que conformaron las autodefensas del Magdalena Medio¡±. Fue una alianza entre los paramilitares y el cartel de Medell¨ªn, con la complicidad del DAS, la que acab¨® con la vida de Gal¨¢n.

Respecto a la investigaci¨®n por la muerte de Pizarro, su hija Mar¨ªa Jos¨¦, hoy senadora por el Pacto Hist¨®rico, asegur¨® a trav¨¦s de X que ¡°esta decisi¨®n es fundamental para alcanzar la verdad en el magnicidio de mi padre¡±. Apunta a que hubo un ¡®modus operandi¡¯ que se repiti¨® en otros asesinatos de l¨ªderes pol¨ªticos de la ¨¦poca: ¡°Tal como sucedi¨® con Jos¨¦ Antequera, Bernardo Jaramillo, Luis Carlos Gal¨¢n y muchos otros, sus esquemas fueron debilitados y modificados en un patr¨®n orquestado minuciosamente que facilit¨® sus asesinatos. Esperamos justicia y que se develen los verdaderos responsables¡±.

¡°De acuerdo con los protocolos y normas que reg¨ªan para la ¨¦poca, el entonces director de la entidad era el principal coordinador y quien ejerc¨ªa control sobre los cambios en las medidas de protecci¨®n que se otorgaban. En ese sentido, las irregularidades y deficiencias presentadas dejaron al se?or Pizarro Leong¨®mez a merced de sus victimarios¡±, agrega el comunicado de la Fiscal¨ªa. Un hecho llama la atenci¨®n, y fue el proceder del escolta del candidato, quien le dispar¨® y le caus¨® la muerte al sicario cuando este ya hab¨ªa dejado en el piso la subametralladora utilizada en el crimen, y levantaba las manos pidiendo que se le respetara la vida.

¡°El contexto indica que este ser¨ªa un patr¨®n criminal al que, presuntamente, recurrieron algunos agentes del DAS para silenciar a los autores materiales de magnicidios de otros l¨ªderes pol¨ªticos de la Uni¨®n Patri¨®tica como Bernardo Jaramillo Ossa y Jos¨¦ Antequera¡±, dice la Fiscal¨ªa. Finalmente, se?ala que hay indicios que sugieren que Maza M¨¢rquez habr¨ªa desviado la investigaci¨®n para dirigir la atenci¨®n y hacer ver como responsable al narcotraficante Pablo Escobar.

Aeropuertos, aviones y sicarios

Los asesinatos de varios l¨ªderes pol¨ªticos entre 1989 y 1990 guardan un patr¨®n criminal con aterradoras coincidencias: aviones, atentados en aeropuertos y la posterior muerte de sus autores materiales. A Pizarro le dispararon en pleno vuelo, cuando se encontraba en un avi¨®n que cubr¨ªa la ruta Bogot¨¢-Barranquilla. ¡°Cinco minutos despu¨¦s del despegue, un hombre joven, que se sent¨® justamente detr¨¢s de Pizarro, se levant¨® de su asiento, fue al cuarto de ba?o, recogi¨® all¨ª una metralleta y regres¨® para disparar todo el cargador del arma sobre el dirigente de izquierda¡±, dice una nota de prensa publicada en aquella ¨¦poca por EL PA?S. ¡°El sicario muri¨® bajo las balas de los guardaespaldas que acompa?aban a Pizarro¡±, a?ade la noticia. En el caso Gal¨¢n, los 18 hombres que participaron en su atentado tambi¨¦n fueron asesinados en los meses y a?os posteriores al magnicidio.

Menos de un mes despu¨¦s de la muerte de Pizarro, el 22 de marzo de 1990, la operaci¨®n fue bastante similar: Bernardo Jaramillo Ossa, l¨ªder de la Uni¨®n Patri¨®tica, recibi¨® varios tiros en el Puente A¨¦reo, antes de abordar un avi¨®n. Un joven de 16 a?os le dispar¨® con una subametralladora mini-Ingram cubierta por un peri¨®dico. Si fallaba, otro lo estaba esperando en la aeronave, e incluso hab¨ªa un tercero en Santa Marta, la ciudad a la que se dirig¨ªa. El autor material fue llevado a un centro de rehabilitaci¨®n de menores y falleci¨® meses despu¨¦s, en hechos confusos.

La muerte de Jaramillo recordaba el atentado a Jos¨¦ Antequera, l¨ªder y candidato de la UP que hab¨ªa denunciado los nexos entre paramilitares, miembros del Ej¨¦rcito y pol¨ªticos. En marzo del a?o anterior hab¨ªa sido asesinado casi en las mismas circunstancias, en el aeropuerto El Dorado, de Bogot¨¢, cuando iba rumbo a Barranquilla. Todos contaban con esquemas de seguridad del DAS. Todos viajaban a ciudades caribe?as a las que nunca llegaron.

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