La ¡®vendetta¡¯ de unos narcotraficantes colombianos termina en una masacre en Espa?a

Es martes y ya es de noche. Agentes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Local de Valencia encuentran un coche abandonado en un parking de unas torres de viviendas en la pedan¨ªa de El Saler, en una zona ...

Es martes y ya es de noche. Agentes de la Guardia Civil y de la Polic¨ªa Local de Valencia encuentran un coche abandonado en un parking de unas torres de viviendas en la pedan¨ªa de El Saler, en una zona de poco tr¨¢nsito muy cerca de la Gola de Pujol, una apertura al mar del lago de la Albufera. En el interior del veh¨ªculo localizan tres cad¨¢veres amontonados con se?ales de haber sido asesinados a tiros. Los muertos eran de nacionalidad colombiana, y las autoridades espa?olas a¨²n no han facilitado sus identidades. Pero los medios del pa¨ªs sudamericano han podido identificar a uno de ellos: Roberto Vega Daza, el cabecilla de un clan que lleva a?os delinquiendo en el Caribe colombiano.

Al otro lado del Atl¨¢ntico, casi al mismo tiempo que ocurr¨ªa la matanza, un hombre vestido totalmente de negro se acerca a una casa en la ciudad colombiana de Barranquilla. Saca una lata de pintura de aerosol y, en grandes letras rojas, escribe en el portal: ¡°Game over Los Vega¡± [fin del juego Los Vega]. Esa noche hay una fiesta. En un barrio de clase alta, Villa Campestre, los vecinos iluminan el cielo con una lluvia de fuegos artificiales. Celebran, seg¨²n varias fuentes, la muerte del ¨²ltimo Vega Daza que quedaba vivo.

Roberto Vega Daza, de 33 a?os, sali¨® de Colombia hace unos meses huyendo de una vendetta criminal, explica a este diario Di¨®genes Rosero, director del Foro Costa Atl¨¢ntica, una organizaci¨®n que promueve la democracia en la regi¨®n Caribe del pa¨ªs. La venganza, dice Rosero, tiene su origen en una tarde de octubre de 2022.

El origen de la ¡®vendetta¡¯

Es domingo. Jonathan Ospino, hijo de un capo de una banda local conocida como Los Coste?os, celebra su 21 cumplea?os. Viste camiseta blanca y pantal¨®n negro: la ropa para un d¨ªa inolvidable. La finca El Mediterran¨¦, al norte de Barranquilla, se llena de personajes importantes. Est¨¢n los capos de varios grupos de narcotraficantes, empresarios de la regi¨®n e incluso varios funcionarios p¨²blicos, de acuerdo con dos fuentes que prefieren mantener el anonimato por su seguridad. Y ah¨ª est¨¢ Roberto Vega Daza, a punto de cambiar su vida.

La fiesta no sale como estaba previsto. A las siete de la ma?ana, tras horas de m¨²sica vallenata y alcohol, estalla un tiroteo. Las im¨¢genes publicadas en redes sociales muestran una escena de caos absoluto. Los asistentes se esconden detr¨¢s de los equipos de sonido, las sillas blancas est¨¢n tiradas por todos lados, una sinfon¨ªa de balas llena el aire. No se sabe exactamente por qu¨¦ empez¨® la pelea, pero cuando termina han muerto tres personas: un asistente, un escolta de los Vega Daza, y el cumplea?ero. El se?alado por esa tercera muerte es Roberto Vega Daza.

El supuesto asesino escapa en una camioneta blanca de la marca Toyota. Los allegados de Ospino llenan el veh¨ªculo de tiros sin ¨¦xito, ya que la camioneta est¨¢ blindada y Vega Daza sobrevive. La Polic¨ªa lo detiene horas m¨¢s tarde, pero las autoridades colombianas lo dejan en libertad poco despu¨¦s. Ante lo que consideran como una falta de justicia, Los Coste?os deciden vengarse. Ponen precio a su cabeza y a las de sus familiares ¨D500.000 d¨®lares, seg¨²n varias fuentes¨D. Los Vega Daza tienen que pagar por lo que han hecho.

La masacre de los Vega Daza

Esa venganza se consuma ocho meses m¨¢s tarde, el 29 de junio de 2023. Los Vega Daza saben que est¨¢n en peligro. Alguien en Barranquilla ha estado pegando en postes carteles con sus fotos y la leyenda: ¡°Los m¨¢s buscados, banda criminal¡±. Seg¨²n un informe de la Polic¨ªa, ese d¨ªa Roberto, su padre Rafael Kike Vega Cuello, y sus hermanos Ronald y Ray estaban saliendo de su casa. De repente, unos hombres subidos a las paredes y el techo de la vivienda abren fuego contra ellos. Incluso les tiran una granada. El padre y dos hermanos mueren en el acto. Roberto, herido en la pierna izquierda, logra escapar de nuevo y es trasladado a una cl¨ªnica cercana.

Los Coste?os se responsabilizan del crimen en un video publicado en redes sociales. ¡°Esta acci¨®n fue consecuencia de una sociedad cansada de los atropellos causados por el clan Vega¡±, explican tres hombres encapuchados, vestidos completamente de negro. ¡°Se dedicaron a robarse propiedades, dinero, droga y extorsionaban a la gente, la cual se cans¨® y se uni¨® para acabar con esa gente¡±, contin¨²an. Finalmente, dejan un mensaje para los allegados de Roberto: ¡°Que tengan claro que todos sus colaboradores van por el mismo camino, y todo el que quiera seguir al lado de Roberto Vega¡±.

Vega Daza abandon¨® Colombia poco despu¨¦s de esa emboscada. Algunas fuentes lo ubicaban en Venezuela, otras en M¨¦xico. De alg¨²n modo acab¨® en Espa?a, precisamente en Valencia, una de las principales puertas de entrada de coca¨ªna al pa¨ªs europeo, donde le arrebataron la vida. Las autoridades espa?olas todav¨ªa no han determinado el motivo detr¨¢s del crimen. Nadie ha sido detenido. Sus enemigos colombianos finalmente lo encontraron, aseguran a este peri¨®dico fuentes que conocen el mundo criminal de Barranquilla.

Aunque los Vega Daza han sido asesinados, para estas fuentes es dif¨ªcil pensar que la venganza ha terminado. A Roberto lo sobreviven su esposa y sus hijos, adem¨¢s de una familia grande en una ciudad que vive una violencia permanente. A lo largo de sus 25 a?os activos, los Vega Daza ¨Dde ascendencia guajira¨D han tenido v¨ªnculos con los grupos paramilitares, el Cartel de la Costa ¨Dque mand¨® en el Caribe durante los ochenta y los noventa¨D y han protagonizado guerras con numerosas estructuras criminales. M¨¢s recientemente, sosten¨ªan disputas con Los Coste?os y la mayor banda del narcotr¨¢fico en Colombia, el Clan del Golfo, entre otras.

Con o sin los allegados de los Vega Daza, la violencia no parar¨¢ en Barranquilla. La ciudad, de casi tres millones de habitantes, vive sumida en una guerra urbana entre varias pandillas que deja un rastro incesante de muerte: hubo 733 homicidios en el 2023. Luis Trejos, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad del Norte, explic¨® en enero a este diario que una competencia criminal se ha apoderado del sur de la ciudad. ¡°Es una guerra entre distintas pandillas por el control de la mayor cantidad de territorio posible. Esto, con el fin de obtener rentas por la v¨ªa de la extorsi¨®n y el microtr¨¢fico, entre otras cosas¡±. Los principales actores son el Clan del Golfo, Los Rastrojos Coste?os, Los Pepes y, justamente, Los Coste?os.

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