Petro y Milei hacen las paces despu¨¦s de un duro enfrentamiento que deriv¨® en una crisis diplom¨¢tica
Los presidentes de Colombia y Argentina acuerdan superar sus diferencias despu¨¦s de fuertes descalificaciones mutuas
La animadversi¨®n entre dos personajes tan distintos como Gustavo Petro y Javier Milei resulta m¨¢s que evidente. Petro dijo, durante la campa?a argentina, que la victoria de Milei traer¨ªa la barbarie a ese pa¨ªs y apoy¨® sin disimulo a Sergio Massa, un peronista con el que tiene m¨¢s afinidad ideol¨®gica. El mismo d¨ªa que gan¨® Milei, el presidente de Colombia no fue muy diplom¨¢tico y en vez de felicitarlo asegur¨® que era el advenimiento de la extrema derecha. El nuevo presidente de Argentina tampoco ha perdido oportunidad en este tiempo de arremeter contra Petro en un lenguaje violento y provocador...
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La animadversi¨®n entre dos personajes tan distintos como Gustavo Petro y Javier Milei resulta m¨¢s que evidente. Petro dijo, durante la campa?a argentina, que la victoria de Milei traer¨ªa la barbarie a ese pa¨ªs y apoy¨® sin disimulo a Sergio Massa, un peronista con el que tiene m¨¢s afinidad ideol¨®gica. El mismo d¨ªa que gan¨® Milei, el presidente de Colombia no fue muy diplom¨¢tico y en vez de felicitarlo asegur¨® que era el advenimiento de la extrema derecha. El nuevo presidente de Argentina tampoco ha perdido oportunidad en este tiempo de arremeter contra Petro en un lenguaje violento y provocador. La ¨²ltima vez, en una entrevista con el periodista Andr¨¦s Oppenheimer para CNN que se emiti¨® este domingo, lo llam¨® ¡°asesino terrorista¡±.
Se vinieron d¨ªas de tensi¨®n diplom¨¢tica al extremo de que la Canciller¨ªa colombiana anunci¨® el mi¨¦rcoles la expulsi¨®n de un grupo de diplom¨¢ticos de la Embajada de Argentina en Bogot¨¢. Era el primer gesto serio de lo que parec¨ªa que iba a derivar en una escalada de represalias mutuas, pero tanto Petro como Milei han puesto el freno este domingo y han anunciado una etapa de reconciliaci¨®n.
La expulsi¨®n de los diplom¨¢ticos argentinos ha quedado en suspenso: ni siquiera se menciona en el comunicado que han hecho p¨²blico las canciller¨ªas de ambos pa¨ªses. Colombia ha acordado devolver a Buenos Aires al embajador, Camilo Romero, y aceptar las credenciales del nuevo representante argentino en Bogot¨¢ propuesto por Milei. Esta paz, firmada bajo el influjo de un Domingo de Resurrecci¨®n, tambi¨¦n incluye una visita a Colombia de la canciller argentina, Diana Mondino.
En estos casi cuatro meses de Gobierno de Milei, Mondino ha tenido que gestionar los insultos de su presidente a Petro, pero tambi¨¦n a los presidentes de dos gigantes latinoamericanos, como Lula Da Silva o Andr¨¦s Manuel L¨®pez Obrador. De las invectivas del economista libertario no se ha librado ni Diego Armando Maradona, del que dijo que era inferior que Pel¨¦ en 2016.
El compromiso de Petro y de Milei de mantener buenas relaciones parece firme, pero resulta dif¨ªcil asegurar que los enfrentamientos no se vayan a volver a repetir. El presidente colombiano reacciona de manera impulsiva en redes sociales a la actualidad y sobre todo a lo que considera injusto. La gente que le rodea le ha sugerido t¨ªmidamente que a la hora de opinar de ciertos temas se necesitar¨ªa una mayor reflexi¨®n. Sin embargo, las posiciones del Gobierno sobre cualquier asunto las marca la cuenta de X (antes Twitter) de Petro. Los ministros, sencillamente, le siguen el paso. La prudencia tampoco es la mayor de las virtudes de Milei, que practica un tono incendiario que le dio popularidad en la campa?a electoral, pero que se convierten ahora en crisis diplom¨¢ticas.
El v¨ªnculo entre Argentina y Colombia, pese a sumar dos siglos de relaciones diplom¨¢ticas, nunca ha sido particularmente cercano. No solo porque est¨¢n en extremos opuestos de Sudam¨¦rica, sino por decisiones diplom¨¢ticas, como cuando el pa¨ªs andino se abstuvo de apoyar a Buenos Aires en la guerra de Malvinas. Pero ninguna ha llegado al nivel de tensi¨®n actual, con el anuncio del Gobierno de Petro de que expulsar¨¢ a diplom¨¢ticos argentinos.
La acusaci¨®n es particularmente fuerte en Colombia porque toca el sensible punto del conflicto armado y la b¨²squeda de la paz. Petro fue miembro de la guerrilla del M-19, un grupo de tendencia m¨¢s socialdem¨®crata que comunista, que firm¨® un acuerdo de paz hace m¨¢s de 30 a?os. El M-19 se mantuvo en su decisi¨®n de dejar las armas y convertirse en un partido pol¨ªtico pese al pronto asesinato de su l¨ªder y entonces candidato presidencial, Carlos Pizarro Leong¨®mez, en abril de 1990. El grupo, ya siendo partido, fue una de las fuerzas fundamentales en la redacci¨®n de la Constituci¨®n de 1991, reconocida como un gran avance en apertura democr¨¢tica y derechos sociales.
Llamar a Petro asesino, cuando ¨¦l ni siquiera fue nunca un verdadero hombre de armas dentro de la guerrilla, sino m¨¢s bien un activista, desconoce todo ese camino de reconciliaci¨®n nacional que ha impulsado durante toda su vida pol¨ªtica. Esa infamia toca un nervio sensible del presidente. Milei conoce esa tecla y nadie sabe cu¨¢ndo volver¨¢ a pulsarla.
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