El dilema del centro se acent¨²a con las marchas contra Petro

En una manifestaci¨®n se est¨¢ o no se est¨¢. La derecha ciertamente hizo presencia en la jornada de marchas de este domingo en rechazo del Gobierno de Gustavo Petro. Sus l¨ªderes ¡ªcon la notoria excepci¨®n del expresidente ?lvaro Uribe¡ª salieron a las calles, con pancartas y consignas en contra del presidente. No fue ninguna sorpresa, era lo que sus votantes esperaban. En cambio, los pol¨ªticos del centro pol¨ªtico, que tambi¨¦n han tomado distancia de la Administraci¨®n y se opo...

En una manifestaci¨®n se est¨¢ o no se est¨¢. La derecha ciertamente hizo presencia en la jornada de marchas de este domingo en rechazo del Gobierno de Gustavo Petro. Sus l¨ªderes ¡ªcon la notoria excepci¨®n del expresidente ?lvaro Uribe¡ª salieron a las calles, con pancartas y consignas en contra del presidente. No fue ninguna sorpresa, era lo que sus votantes esperaban. En cambio, los pol¨ªticos del centro pol¨ªtico, que tambi¨¦n han tomado distancia de la Administraci¨®n y se oponen a algunas de sus reformas, enfrentaban una disyuntiva: unirse a las protestas, corriendo el riesgo de que se les vincule con sectores de derecha; o no participar, reafirmando el prejuicio de su ¡°tibieza¡± e incapacidad para sentar posiciones. La respuesta fue ambigua. Algunos salieron y otros prefirieron mirar desde la barrera, expresando en redes sociales su apoyo a las movilizaciones. Ante la falta de un liderazgo claro y la multiplicidad de fuerzas y partidos, el fantasma del desastre electoral de 2022 y la ausencia de consensos no se han disipado a¨²n.

M¨¢s que con la derecha y la izquierda, los colombianos se identifican con el centro, como muestran los recientes resultados de la encuesta de cultura pol¨ªtica del Departamento Administrativo Nacional de Estad¨ªstica (DANE). El 40,3% de la poblaci¨®n se ubica a s¨ª misma en el centro. La proporci¨®n es muy superior a la de aquellos que se sienten representados por la derecha (23,9%) y la izquierda (13,3%).

La afirmaci¨®n es sorpresiva, especialmente porque en las ¨²ltimas dos elecciones presidenciales el centro fue derrotado con Sergio Fajardo, exalcalde de Medell¨ªn, como su candidato. El fracaso en 2022 fue especialmente fuerte. Su votaci¨®n empeor¨® considerablemente. Mientras que en 2018 fue tercero y obtuvo 4,6 millones de votos, quedando a menos de 260.000 de pasar a la segunda vuelta, en 2022 consigui¨® solo 885.291 y a duras penas super¨® el umbral del 4% para asegurar la reposici¨®n de votos.

Pero las cifras de la encuesta de cultura pol¨ªtica recuerdan que no es imposible un ascenso de fuerzas ubicadas m¨¢s al centro, entre el actual presidente de izquierda, Gustavo Petro, y las fuerzas uribistas de la derecha. Si bien la identificaci¨®n ideol¨®gica con las mayor¨ªas no siempre se traduce en un apoyo irrestricto en las urnas ¡ªcomo lo demuestran los comicios presidenciales¡ª, aprovechar la desaprobaci¨®n del Gobierno y emerger como una alternativa de poder puede incrementar sus posibilidades. Ese escenario tuvo lugar en 2022, cuando hab¨ªa un presidente de derecha con poca popularidad, como Iv¨¢n Duque, pero en ese entonces Petro, en su condici¨®n de congresista, era un l¨ªder indiscutible en la izquierda. Ahora la derecha, escindida y sin cabeza, no tiene una fuerza semejante. Por eso las posturas que desde temprano tomen las figuras de centro ante la presente coyuntura, sobre todo viendo el poder de convocatoria de las manifestaciones, ser¨¢ clave para dictaminar sus posibilidades de ¨¦xito en 2026.

Algunos decidieron salir a las calles. Fajardo particip¨® de la jornada en Bogot¨¢, donde vive, y no en su natal Medell¨ªn, una ciudad en la que las marchas fueron realmente masivas, y mucho m¨¢s uribistas. ¡°Vine a la marcha en representaci¨®n de los que estamos inconformes con el Gobierno y que queremos construir una Colombia distinta por fuera de los extremos¡±, public¨® en su cuenta de X. Tambi¨¦n particip¨® Alejandro Gaviria, exministro de Educaci¨®n de la actual Administraci¨®n y precandidato del centro en 2022, quien sali¨® a marchar en la capital del pa¨ªs con organizaciones de m¨¦dicos y pacientes. Fue precisamente su oposici¨®n a la reforma a la salud lo que desemboc¨® en su salida del gabinete de Petro, a solo seis meses de haber tomado posesi¨®n del cargo. Una posici¨®n diferente asumi¨® Claudia L¨®pez, exalcaldesa de Bogot¨¢, quien no march¨® a pesar de que asisti¨® el s¨¢bado a la Feria del Libro de la ciudad para presentar un libro sobre la parapol¨ªtica del que es coautora. Se limit¨® a apoyar las movilizaciones desde sus redes sociales. ¡°La gran mayor¨ªa de colombianos estamos frustrados y preocupados con la criminalidad envalentonada, la divisi¨®n constante y la falta de soluci¨®n y Gobierno a las preocupaciones de la ciudadan¨ªa¡±, asever¨®.

Para Sergio Guzm¨¢n, fundador de la consultora Colombia Risk Analysis, los l¨ªderes del centro ¡°parten de una desventaja¡± en medio de un ambiente de marchas y fastidio con el Gobierno. ¡°No se sienten a gusto en un entorno s¨²perpolarizado porque encuentran pocas oportunidades para convocar a la gente. Es mucho m¨¢s f¨¢cil apelar a los peores instintos del electorado, como lo hacen algunos sectores radicales, y decir que todo lo que se est¨¢ haciendo est¨¢ mal. Ah¨ª el centro la tiene dif¨ªcil porque sus cr¨ªticas al presidente son puntuales¡±. Advierte que la falta de acuerdos, como consecuencia de su amplitud ideol¨®gica, les pasa factura en momentos en los que el electorado prefiere actitudes contundentes. ¡°Est¨¢n todav¨ªa en busca de elementos que convoquen a nivel nacional y que los distinga, tanto en fondo como en forma, del Centro Democr¨¢tico [el partido fundado y encabezado por ?lvaro Uribe] y otras fuerzas¡±.

Yann Basset, profesor de Ciencia Pol¨ªtica de la Universidad del Rosario, resalta que la anchura del centro complica crear un proyecto pol¨ªtico com¨²n, como pueden hacerlo partidos pol¨ªticos que giran alrededor de l¨ªderes como Gustavo Petro o ?lvaro Uribe. Las marchas del domingo, dice, muestran esta particularidad. ¡°El centro es un espacio grande en el que est¨¢n todos los que no se reconocen en el actual Gobierno de izquierda ni en el uribismo. Ah¨ª hay mucha diversidad, al punto de que es dif¨ªcil delimitar el centro y quiz¨¢ sea m¨¢s correcto hablar de los centros¡±. Se?ala que la propia naturaleza del centro, distante a caer en absolutos, choca con las movilizaciones. ¡°Una marcha es un mecanismo que no permite matices. Por eso hay muchos conflictos de interpretaci¨®n sobre el significado de ella entre los que participan, que no quieren ser identificados con una u otra posici¨®n¡±.

Daniel Duque, exconcejal de Medell¨ªn del centrista Alianza Verde, asisti¨® a la marcha en la capital antioque?a. Pese a que la ciudad es un fort¨ªn del uribismo, Duque marca distancia de un sector al que ha criticado a lo largo de su carrera pol¨ªtica y hace ¨¦nfasis en la necesidad de que el centro tome un rol m¨¢s protag¨®nico, personificando una tercer¨ªa ante las fuerzas dominantes. ¡°En Colombia est¨¢ empezando a hacer carrera que uno tiene que estar 100% de acuerdo o en desacuerdo. Y no. El centro tiene esa caracter¨ªstica, que toma aspectos de un lado u otro dependiendo de las circunstancias. Por eso no somos de izquierda ni de derecha. Por eso no somos del Centro Democr¨¢tico ni del Pacto Hist¨®rico. Somos una opci¨®n distinta¡±. Reconoce que eso puede representar un obst¨¢culo de cara a futuras elecciones. ¡°En todo el mundo est¨¢ creciendo electoralmente quien m¨¢s demagogia y populismo haga. Eso no puede significar que nos rindamos de hacer pol¨ªtica y nos retiremos¡±, comenta.

Hace dos a?os, en las votaciones que concluyeron con la victoria de Gustavo Petro, el centro fue de m¨¢s a menos. La coalici¨®n que reuni¨® a sus candidatos promet¨ªa atraer suficientes votos para pelear la Presidencia, pero termin¨® resquebrajada y dividida. Algunos de sus miembros se declararon de entrada en oposici¨®n, como Fajardo; otros, como Gaviria, le dieron una oportunidad a la entrante Administraci¨®n. Ahora todos parecen coincidir alrededor del rechazo al presidente, pero no es claro en qu¨¦ m¨¢s. Su falta de cohesi¨®n en la jornada de marchas no es el mejor de los augurios.

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