Los temores de Petro: oligarcas, jueces, mafia y pol¨ªticos como paladines de un ¡®golpe blando¡¯
El presidente de Colombia repite, casi diariamente en redes o en discursos, alertas de ataques institucionales, e incluso violentos, en su contra
En los ¨²ltimos d¨ªas, el presidente Gustavo Petro ha repetido una y otra vez que est¨¢ en marcha, o en ciernes, un golpe de Estado en su contra, un golpe ¡®blando¡¯. Como hab¨ªa se?alado varios meses antes, la amenaza no saldr¨ªa de los cuarteles militares, pues se tratar¨ªa de una estrategia ¡°sofisticada¡±, un ¡°golpe de estado a la colombiana¡±. La versi¨®n del origen ha variado o, mejor, parec¨ªa ser una hidra de varias cabezas, que van de los ¡°oligarcas¡± a altos jueces, de los narcos a los pol¨ªticos. ¡°El golpe no se dar¨¢ con soldados, que todos ellos tienen la orden de su comandante constitucional de no levantar un solo arma contra el pueblo. Se dar¨¢ con corbatas y escritorios¡±, escribi¨® el viernes en su cuenta de X.
La cabeza m¨¢s notoria del golpe, seg¨²n el presidente, es el Consejo Nacional Electoral (CNE), un organismo administrativo, compuesto por pol¨ªticos que fungen como magistrados. El CNE estudia actualmente, y se acerca a definir por votaci¨®n, si la campa?a electoral del hoy presidente sobrepas¨® los topes legales de financiaci¨®n. Creado en la Constituci¨®n de 1991, el CNE ha sido criticado desde hace d¨¦cadas porque est¨¢ compuesto por abogados que representan a las bancadas en el Congreso: es decir, a la clase pol¨ªtica. Varios de sus nueve magistrados son, como han sido siempre, antiguos parlamentarios. Tienen en sus manos una ponencia contra la campa?a del presidente, escrita por dos miembros que no est¨¢n alineados con el Gobierno: el excongresista uribista ?lvaro Hern¨¢n Prada, del partido opositor Centro Democr¨¢tico, y Benjam¨ªn Ortiz, del dividido partido Liberal. Pero los nueve miembros del CNE que votar¨¢n la ponencia son de diversos partidos, varios alineados con el presidente o elegidos directamente como magistrados por su coalici¨®n, el Pacto Hist¨®rico. Esa ¨²ltima parte, favorable a Petro, no la ha mencionado el mandatario.
Las acusaciones del presidente m¨¢s bien se han vertido adicionalmente sobre otros magistrados, los del Consejo de Estado, una de las altas cortes del pa¨ªs que Petro ha aplaudido en el pasado. Este Consejo decidi¨® en agosto que el CNE s¨ª tiene la funci¨®n de investigar la campa?a del presidente, algo que hab¨ªan rebatido los abogados del Petro. ¡°Es ins¨®lito hablar de golpe de Estado¡±, replic¨® ante Noticias Caracol el presidente del tribunal, Milton Chaves. En su decisi¨®n, el Consejo de Estado dej¨® claro que el CNE solo puede sancionar administrativamente a un presidente, con penas como una multa, y no tiene la autoridad para destituir al presidente. Es decir, en palabras m¨¢s simples, no puede hacer un golpe. El viernes, ante las m¨²ltiples acusaciones de Petro, el CNE volvi¨® a pronunciarse ante el temor del presidente: ¡°no existe ninguna posibilidad legal que ponga en cuesti¨®n el fuero presidencial¡±.
Pero es que el golpe es m¨¢s complejo, dice el presidente, se?alado a otros pol¨ªticos del legislativo. ¡°Con votos de enemigos pol¨ªticos del presidente en el consejo electoral, y luego en la comisi¨®n de acusaciones, buscar¨¢n destituirlo sin haber cometido delito alguno¡å, escribi¨® en X el domingo 8 de septiembre. La Comisi¨®n de Acusaciones de la C¨¢mara de Representantes es el ¨²nico ¨®rgano que s¨ª puede hacer un juicio pol¨ªtico y jur¨ªdico a un presidente. La hip¨®tesis del mandatario es que una sanci¨®n del CNE producir¨ªa que esa Comisi¨®n le abra un proceso, una consecuencia previsible. Pero de ah¨ª a que tome alguna decisi¨®n, hay un trecho enorme. El Gobierno, en general, ha tenido las mayor¨ªas en la C¨¢mara, y los 16 miembros de la comisi¨®n son un espejo de la plenaria.
Adicionalmente, en esa comisi¨®n dif¨ªcilmente se mueven los expedientes judiciales: casi todos los expresidentes han sido denunciados all¨ª, pero las investigaciones a fondo han sido casi nulas. Tanto, que se le llama informalmente ¡°comisi¨®n de ¡®absoluciones¡±. Solo avanz¨® un expediente contra el entonces presidente Ernesto Samper (1994-1998), por el hecho de que dinero del narcotr¨¢fico entr¨® a su campa?a presidencial. Pero la plenaria de la C¨¢mara, que debe avalar cualquier decisi¨®n de la comisi¨®n de acusar a un presidente ante el Senado, vot¨® en favor del mandatario liberal. Incluso ese escenario tomar¨ªa mucho tiempo y no est¨¢ cerca de avanzar.
Pero el presidente Petro no est¨¢ hablando de ese tiempo futuro, y grita un paralelo de la historia pasada. Petro regresa al d¨ªa de 2013 en el que el entonces procurador Alejandro Ord¨®?ez lo destituy¨® cuando ¨¦l era alcalde de Bogot¨¢, una decisi¨®n arbitraria que luego fue anulada por la Corte Interamericana de Derechos Humanos. La Procuradur¨ªa ten¨ªa derecho a una sanci¨®n administrativa a un funcionario electo por voto popular, dijo la CIDH y repitieron luego el Consejo de Estado y la Corte Constitucional, pero no a destituir. ¡°Aquella vez el pueblo bogotano fue determinante. Seis veces llen¨® la plaza de ?ol¨ªvar¡±, record¨® recientemente Petro en X sobre las movilizaciones a su favor. El ahora presidente apela a los mismos seguidores fieles ahora, y llam¨® a la movilizaci¨®n el pr¨®ximo jueves 19 de septiembre.
Pero esta vez el presidente no ha sido destituido por Ordo?ez ni estas instituciones, que Petro asegura quieren acabar con la voluntad popular. Esa advertencia repetida diariamente de un golpe de Estado desde las instituciones (tambi¨¦n llamado lawfare) no tiene, por el momento, un sustento s¨®lido.
En los ¨²ltimos dos a?os, el presidente Petro tambi¨¦n ha denunciado el golpe desde otros frentes. Acus¨®, por ejemplo, a los expresidentes de llamar al ruido de sables. ¡°Los que se premiaban por hacer la paz solicitan un golpe de estado¡±, dijo Petro en mayo sobre el expresidente Juan Manuel Santos, quien firm¨® la paz con la guerrilla de las FARC, cuando este ¨²ltimo dijo que la fuerza p¨²blica deber¨ªa actuar si el presidente Petro no respeta la Constituci¨®n y convoca, por fuera de la norma, a una constituyente. ¡°El uribismo quiere imitar la forma en que hubo un golpe de estado contra Allende¡±, escribi¨® un mes antes, en abril, cuando un grupo de camioneros convoc¨® a una marcha por la inseguridad en las carreteras. Meses antes, en agosto del 2023, el presidente tambi¨¦n dijo que una protesta de transportadores por una supuesta alza en el precio del ACPM, que no ocurri¨®, ¡°es el tipo de mentiras con que irradian la idea de golpe blando¡±.
Justamente fue a partir del reciente paro de camioneros en Colombia, que s¨ª ocurri¨®, que el presidente empez¨® a ampliar las acusaciones del golpe y pas¨® a hablar, no solo de la intenci¨®n de sacarlo del poder, sino de asesinarlo. ¡°Es la mafia la que paga porque el presidente de Colombia sea asesinado o se le destituya de su cargo lo m¨¢s r¨¢pidamente posible¡±, afirm¨® en un encuentro de medios comunitarios de este jueves. ¡°Hay un golpe en camino financiado por la mafia pol¨ªtica y se silencia, c¨®mo se silenci¨® ante Allende¡±, se?al¨® el lunes, comparando su situaci¨®n con la del presidente chileno que muri¨® defendiendo el palacio presidencial de un golpe militar en 1973. El s¨¢bado, en un evento con miles de sus seguidores, habl¨® de un complot para asesinarlo con explosivos que se detonar¨ªan desde un cami¨®n cuando el mandatario pase cerca a este. Unos contrabandistas, asegur¨®, ¡°ponen el billete para ver si Petro desaparece antes de diciembre¡±.
Ese punto, el de un golpe que puede tornarse en un magnicidio, es la tesis m¨¢s reciente. Hasta el momento, el presidente no ha indicado qu¨¦ pruebas tiene de esos planes de asesinato, una advertencia de marca mayor que ha prendido pocas alarmas a¨²n, toda vez que aparece como un escal¨®n m¨¢s en el reclamo, ya en crescendo, de ser v¨ªctima de un golpe blando. Es un grito de Petro que probablemente crezca, pues el CNE tiene previsto votar la ponencia negativa a la campa?a presidencial esta semana.
Si el domingo pasado, en un largo mensaje en X, Petro apel¨® a la movilizaci¨®n popular para defenderse de lo que llama un golpe, esta semana subi¨® todav¨ªa m¨¢s el tono, al apelar a una revoluci¨®n. ¡°No hay otra forma de detener un golpe de Estado, que nos lleve a generaciones por delante de violencia, que con una revoluci¨®n del pueblo¡±, dijo en el encuentro de comunicadores populares. El presidente ha alertado de un golpe tantas veces, sin que este ocurra, que ser¨¢ dif¨ªcil que las bases populares salgan con la misma urgencia, por ahora, como lo hicieron hace una d¨¦cada en las calles de Bogot¨¢.
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