Las amenazas de las disidencias y el despliegue militar del Estado: las demostraciones de fuerza que anteceden a la COP16
El Estado Mayor Central ha amenazado ya dos veces la cumbre de Naciones Unidas para la biodiversidad que inicia en tres d¨ªas, y el jefe de Estado ha desplegado toda la fuerza militar y de polic¨ªa posible para generar seguridad
La ciudad de Cali, la tercera urbe m¨¢s grande de Colombia, est¨¢ a cuatro d¨ªas de inaugurar uno de los eventos m¨¢s importantes que se han celebrado en el pa¨ªs: la cumbre de biodiversidad de las Naciones Unidas COP16, a la que viajar¨¢n, se espera, diez jefes de Estado, m¨¢s de cien ministros del mundo entero, y miles de ambientalistas, empresarios y diplom¨¢ticos. A esa misma ciudad del Pac¨ªfico colombiano han viajado tambi¨¦n miles de polic¨ªas y soldados nuevos, con drones, tanques y helic¨®pteros, para rodear a los invitados y a los locales. Incluso, delegados de la polic¨ªa de Nueva York llegaron esta semana para dar un curso a la fuerza p¨²blica sobre manejo de amenazas terroristas en grandes eventos.
El aumento de pie de fuerza no se da solo por el protocolo de seguridad est¨¢ndar que necesitan los presidentes. Un grupo de disidentes de las extintas FARC que pertenece a la facci¨®n del Estado Mayor Central que comanda Iv¨¢n Mordisco, ha hecho ya dos amenazas a quienes asistan a la COP16, la m¨¢s reciente, el fin de semana pasado. Y no han sido solo palabras. Hace un mes, la polic¨ªa intercept¨® a tiempo un carrobomba en Cali. M¨¢s recientemente, ha habido varios atentados en las goteras de la ciudad, especialmente en Jamund¨ª, un municipio colindante y a pocos minutos de distancia. Con todo esto, el gran evento mundial de la biodiversidad llega a Cali con algo de tensi¨®n en las calles de los cale?os.
El ¨²ltimo hecho ocurri¨® en la noche del mi¨¦rcoles, cuando explot¨® un artefacto a pocos metros de la estaci¨®n de la polic¨ªa de Jamund¨ª. A¨²n se investiga si el responsable fue el EMC. Otra alternativa es que haya sido la guerrilla del ELN, que tambi¨¦n hace presencia en la zona. Si bien no ha amenazado la COP16, las autoridades est¨¢n en alerta sobre su accionar, pues las negociaciones de paz con ese grupo est¨¢n en crisis. La explosi¨®n no dej¨® muertos, pero s¨ª muchas preguntas sobre lo que viene. El Gobierno ha hecho todo lo posible para enviar el mensaje de que garantizar¨¢ la seguridad con la fuerza p¨²blica que sea necesaria, mientras el EMC ha intentado enviar el mensaje contrario: implantar el miedo para dar una impresi¨®n de poder¨ªo.
¡°Para m¨ª esta amenaza del EMC es real, porque para las disidencias hacer un atentado en Cali ser¨ªa un mensaje contundente al Gobierno, mostr¨¢ndole su fuerza, lo que les servir¨ªa si hay una negociaci¨®n de nuevo¡±, considera Elizabeth Dickinson, analista del centro de investigaci¨®n International Crisis Group. Justamente, el Gobierno ha levantado su mesa con la fracci¨®n del EMC que comanda Iv¨¢n Mordisco (otro sector, bajo el mando de Calarc¨¢ C¨®rdoba, sigue negociando), por sus ataques a la poblaci¨®n civil. Si esas disidencias quisieran volver a la mesa, les servir¨ªa mostrar que tienen una capacidad de hacer da?o que hace urgente negociar algo con ellos. Por ahora, el Gobierno ha decretado la guerra contra ese grupo, y la semana pasada decidi¨® retomar el control de uno de sus bastiones en El Plateado, un poblado unos 200 kil¨®metros al sur de Cali. ¡°Pero con la operaci¨®n en El Plateado, el Gobierno le mand¨® otro mensaje a Mordisco: que si se atreven a atacar la COP, la reactivaci¨®n de las operaciones militares contra ellos va en serio, y pueden terminar pagando un precio muy alto¡±, dice Dickinson.
En otras palabras, los crecientes ataques del EMC son un mensaje de fuerza, pero el despliegue de fuerza en Cali tambi¨¦n lo es. Ya 16 tanques del ej¨¦rcito recorren las principales carreteras alrededor de la ciudad , como la v¨ªa que va a Jamund¨ª. De acuerdo con un oficial de prensa del ej¨¦rcito, 400 soldados estar¨¢n en puntos estrat¨¦gicos de la ciudad, 500 m¨¢s en zonas rurales de Jamund¨ª, y en total toda la regi¨®n contar¨¢ con unos 1.700 miembros del ej¨¦rcito. ¡°La gente lo va a notar cuando haya tanto soldado, tanto despliegue¡±, dice a este diario. De forma menos visible, pero que muestra el despliegue, habr¨¢ puestos de mando unificado, reuniones de autoridades para tomar decisiones sobre la marcha en eventos especialmente catastr¨®ficos o delicados. Ser¨¢ uno para las emergencias, otro para las zonas perif¨¦ricas, uno m¨¢s en Cali y uno final en Bogot¨¢.
En cuanto a la Polic¨ªa Nacional, encargada de la seguridad en la ciudad, que contar¨¢ con el apoyo de dos helic¨®pteros Black Hawk, un equipo de fuerzas especiales antiterrorista con m¨¢s de cien hombres, tecnolog¨ªas como sistemas antidrones y una lancha nueva que patrullar¨¢ constantemente el r¨ªo Cauca, que bordea la ciudad. Si normalmente Cali cuenta con 6.300 polic¨ªas, durante las dos semanas de la cumbre se van a sumar 4.000 m¨¢s.
Existe la duda sobre si los miles de extranjeros que llegar¨¢n a la ciudad se sentir¨¢n m¨¢s seguros al ver este despliegue de uniformes, o m¨¢s inseguros al ver que su seguridad requiere tantos tanques, helic¨®pteros y lanchas. ¡°Yo no estoy tan de acuerdo con la idea de ubicar en principales v¨ªas de nuestra ciudad, tanquetas y veh¨ªculos militares pesados, para expresar seguridad en #Cop16, me parece que podr¨ªa crear una percepci¨®n contraria a la buscada en nuestros invitados internacionales¡±, opina en X el anterior alcalde de la ciudad, el pol¨ªtico de izquierda Jorge Iv¨¢n Ospina. Camilo Restrepo, jefe de prensa de la alcald¨ªa en temas de seguridad, dice que han considerado ese punto de vista, pero creen que ¡°es mejor pecar por exceso que por carencia¡±. ¡°Un evento de este tama?o no da para menos, no nos podemos confiar, y lo bueno es que como ha dicho el alcalde, hasta este momento, ninguna delegaci¨®n internacional ha cancelado¡± por las amenazas, a?ade.
Luis Trejos, profesor de la Universidad del Norte y experto en temas de conflicto, coincide con que es muy buena se?al que ninguna delegaci¨®n haya cancelado pese a las amenazas. ¡°Quiere decir que las delegaciones le creen al Estado cuando este dice que hay seguridad¡±, dice Trejos. ¡°Yo creo que si algo le preocupa a las delegaciones son las denuncias del presidente de que hay un golpe de Estado en marcha. Porque, si hubiera un golpe, los Gobiernos se preguntan cosas como ¡®?c¨®mo sac¨® a mi ministra o ministro de Colombia en caso de que lo haya?¡¯¡±
Retrepo opina que el EMC ha estado haciendo atentados cerca a la ciudad para ¡°medirle el aceite al Gobierno¡±, y ver si la demostraci¨®n de fuerzas se traduce en menos operativos. ¡°Hasta ahora esa carta no les ha funcionado¡±, a?ade, se?alando la operaci¨®n de El Plateado. ¡°Fue un hecho muy simb¨®lico, porque en esa zona est¨¢ la plata, la coca. El Gobierno est¨¢ diciendo que no hay territorios vedados para el Estado¡±, dice. Tambi¨¦n cree que, si bien el EMC demostrar¨ªa fuerza si lleva a cabo un atentado durante la COP16, y desnudar¨ªa una debilidad del Estado, tambi¨¦n ser¨ªa una apuesta muy arriesgada. ¡°Creo que evaluar¨ªan el costo pol¨ªtico de atacar a Naciones Unidas cuando est¨¢ hablando de temas ambientales¡±, considera. Nada peor para su imagen que atacar a un grupo de ambientalistas que quieren preservar la biodiversidad del mundo. ¡°Quiero pensar que ser¨ªa un suicidio pol¨ªtico para el EMC, no tendr¨ªan c¨®mo justificar este tipo de acci¨®n. Para demostrar fuerza m¨¢s bien podr¨ªan aumentar los ataques a poblaciones del Cauca como Corinto, Caloto o Jambal¨®, lo que obligar¨ªa a las tropas del ej¨¦rcito a dispersarse. El de Cali, espero, es uno de los casos en que los perros van a ladrar, pero no van a morder¡±.