Un villano hecho realidad
Los multimillonarios, esos superricos encabezados por Elon Musk, son ahora quienes aspiran a llevar las riendas del planeta
No nos dimos cuenta, pero pas¨®: los multimillonarios, esos superricos encabezados por Elon Musk, son ahora quienes aspiran a llevar las riendas del planeta. En menos de tres a?os, el creativo hombre que apost¨®, antes que la mayor¨ªa, en la movilidad el¨¦ctrica de la mano de su compa?¨ªa Tesla; el mismo que hace dos a?os compr¨® a Twitter para convertirlo en X y al tiempo concluir la labor de coronar a esa como una de las mayores cloacas del mundo digital; aquel que es proveedor de la agencia espacial de los Estados Unidos gracias a todo su sistema de cohetes SpaceX; ese Elon, el que tiene m¨¢s de u...
No nos dimos cuenta, pero pas¨®: los multimillonarios, esos superricos encabezados por Elon Musk, son ahora quienes aspiran a llevar las riendas del planeta. En menos de tres a?os, el creativo hombre que apost¨®, antes que la mayor¨ªa, en la movilidad el¨¦ctrica de la mano de su compa?¨ªa Tesla; el mismo que hace dos a?os compr¨® a Twitter para convertirlo en X y al tiempo concluir la labor de coronar a esa como una de las mayores cloacas del mundo digital; aquel que es proveedor de la agencia espacial de los Estados Unidos gracias a todo su sistema de cohetes SpaceX; ese Elon, el que tiene m¨¢s de una decena de hijos porque considera su simiente es demasiado valiosa como para desperdiciarla; el mismo que consume diariamente cantidades ingentes de ketamina dizque por cuestiones m¨¦dicas¡ Ese hombre va a toda velocidad camino a convertirse en el t¨ªpico villano de pel¨ªcula de James Bond, pero aqu¨ª no se vislumbra ning¨²n ¡°servicio secreto de su majestad¡± dispuesto a interponerse en su malvado camino.
Fue en 1997 cuando el agente 007 se tuvo que enfrentar al perverso Elliot Carver, magnate de las telecomunicaciones quien, m¨¢s all¨¢ de su negocio multimedia, que lo hac¨ªa admirado por muchos y odiado por otros, estaba obsesionado con el poder global y asestar golpes y humillaciones a occidente de la mano de aliados suyos en el antiguo mundo comunista. Rusia y China hac¨ªan parte del relato ficticio. Por supuesto, el detective brit¨¢nico salvaba el mundo del mal¨¦fico Carver luego de una peligrosa misi¨®n que, si mal no recuerdo, desarrollaba el enfrentamiento final en altamar, a bordo de una ultramoderna embarcaci¨®n de Carver en la que se transportaban armas nucleares. En fin, no cuento m¨¢s.
Ver a Elon Musk hoy es como encontrar a un hombre que logr¨® moldearse a s¨ª mismo como un personaje de la ficci¨®n. Pero, hay que precisarlo, se logr¨® moldear como un villano.
Porque lejos est¨¢ aquel id¨ªlico Elon Musk, empresario de ¨¦xito y padre de algunas de las ideas m¨¢s interesantes de los ¨²ltimos a?os en b¨²squeda de que tecnolog¨ªa sea ¨²til para los humanos, sino que ahora Elon es el hombre que manipula la opini¨®n p¨²blica desde su propia red social, a la vez que promueve teor¨ªas de la conspiraci¨®n completamente alejadas del rigor cient¨ªfico, mientras que con su interminable billetera parece comprar un asiento imposible junto al presidente de los Estados Unidos para junto a ¨¦l cogobernar.
?Los Estadounidenses eligieron a Trump o a Elon? ?El mundo debe temer m¨¢s a Trump o a Elon?
Ser¨¢n muchos quienes lanzar¨¢n largos aplausos por las ideas que Elon trae a la pol¨ªtica: ahorro y eficiencia en el Estado. Parece una receta obvia, pues es la que todos aplicamos en nuestro hogar, pero a los gobernantes eso s¨ª no se les da muy bien con las finanzas estatales. Pero m¨¢s all¨¢ de eso, est¨¢ la agenda pol¨ªtica de desregulaci¨®n que va a promover para que as¨ª todo lo que ¨¦l haga sea legal y pase bajo el radar de las autoridades, de la justicia y quien sabe si hasta del mundo entero.
El problema con los villanos de Bond es que deben ser combatidos por entidades que son m¨¢s grandes que una organizaci¨®n pol¨ªtica o una ONG. Se necesita un estado o unos estados que le pongan correa y bozal al hiper rico, pero ¨¦l se ha anticipado y ya tiene a tres grandes en el bolsillo: Estados Unidos, Rusia y China. La pelota queda en manos de la Uni¨®n Europea.