Los datos que han llevado a Rodolfo Hern¨¢ndez a la segunda vuelta

Colombia acudi¨® a las urnas con una duda clave que la propia ciudadan¨ªa ha resuelto con su ejercicio de voto en esta primera vuelta presidencial. Anticipando que (como finalmente ha sucedido) Gustavo Petro iba a quedar el primero pero sin suficientes votos para evitar la segunda vuelta, la primera de esas dudas era qui¨¦n le iba a acompa?ar en la final electoral. Y ha sido ...

Colombia acudi¨® a las urnas con una duda clave que la propia ciudadan¨ªa ha resuelto con su ejercicio de voto en esta primera vuelta presidencial. Anticipando que (como finalmente ha sucedido) Gustavo Petro iba a quedar el primero pero sin suficientes votos para evitar la segunda vuelta, la primera de esas dudas era qui¨¦n le iba a acompa?ar en la final electoral. Y ha sido Rodolfo Hern¨¢ndez. El casi mill¨®n de votos que le ha sacado a Fico Guti¨¦rrez confirma que la derecha tradicional tiene su motor electoral gripado, y que Colombia ha comprado masivamente discursos contra el establecimiento pol¨ªtico. El de Hern¨¢ndez se ha apalancado sobre su t¨ªtulo de ¡°ingeniero¡± para esquivar los temas m¨¢s pol¨¦micos, m¨¢s ideol¨®gicos, en los que se le presupone m¨¢s conservador que la media del pa¨ªs, y centrarse en los que intuye que pueden generar unidad: la anti-corrupci¨®n, el asalto en nombre del ¡°pueblo¡± a una ¡°¨¦lite anclada en la politiquer¨ªa¡±, y la b¨²squeda de soluciones a los problemas del pa¨ªs. Las encuestas de la pen¨²ltima semana indicaban su ascenso. Pero, ?d¨®nde y de qui¨¦n ha venido este s¨²bito crecimiento que le puede catapultar a la presidencia?

La primera dimensi¨®n para entender el triunfo de Rodolfo Hern¨¢ndez es la regional. El ex-alcalde de Bucaramanga, natural de Piedecuesta, ha logrado una gran penetraci¨®n en su Santander original. La regi¨®n central andina (Boyac¨¢, Cundinamarca) y el resto del Oriente (especialmente el Meta y Casanare) tambi¨¦n le han dado un apoyo excepcional, confirmando una suerte de coalici¨®n de regiones intermedias o alejadas de los centros urbanos del pa¨ªs, pero m¨¢s bien pr¨®speras en comparaci¨®n con la Amazon¨ªa, el Caribe y especialmente la costa Pac¨ªfica, donde su apoyo es much¨ªsimo menor.

Plasmado en un mapa municipio por municipio, este patr¨®n es a¨²n m¨¢s n¨ªtido. La intensidad del amarillo de Rodolfo pinta una suerte de mordisco en el territorio colombiano que empieza por el este y llega aproximadamente hasta el inicio descenso de las monta?as hacia el nivel del mar, en el Eje Cafetero. Con un hueco importante: el de Bogot¨¢, la capital, donde Hern¨¢ndez se ha quedado en un corto 22,2%. El apoyo intuido (pero no expl¨ªcito, pues su candidato Sergio Fajardo segu¨ªa en liza) de varios miembros de la Alianza Verde en la zona central del pa¨ªs pudo haber ayudado a consolidar esta dentellada.

El patr¨®n sociodemogr¨¢fico es menos claro, pero seg¨²n las ¨²ltimas encuestas realizadas antes del apag¨®n demosc¨®pico una semana antes de la votaci¨®n indicaban que ten¨ªa m¨¢rgenes positivos (por encima de su media en ese momento en los sondeos: 21%) en el estrato bajo, y negativos en el alto. Igualmente, contaba con cierta favorabilidad extra entre las mujeres, y las personas de mediana edad.

No es del todo sencillo encaja estos datos con las diferencias regionales: Petro cuenta con m¨¢s arrastre en las zonas m¨¢s excluidas de la din¨¢mica econ¨®mica del pa¨ªs. Pero Rodolfo tiene un margen extra de voto rural o periurbano. Quiz¨¢s una manera de cuadrar el c¨ªrculo sea importando una versi¨®n adaptada de la hip¨®tesis de voto por populismo de derechas en otras partes de Am¨¦rica y del mundo de hogares no especialmente en la peor situaci¨®n posible, pero s¨ª con cierto sentimiento de estar apartados del centro de la acci¨®n globalizadora, de los nodos econ¨®micos y de decisi¨®n. Esto, en una versi¨®n criolla, podr¨ªan ser las grandes zonas urbanas. Rodolfo no marcaba bien en las encuestas fuera de las capitales. Y ninguna de ellas (Bogot¨¢, Medell¨ªn, Barranquilla, Cali) ha sido clave en su buen resultado. Venderle una superaci¨®n de expectativas tal vez frustradas hasta ahora de mejora, de prosperidad, a estos segmentos del pa¨ªs, podr¨ªa equipararse con una innovadora combinaci¨®n entre populismo y tecnocracia: soluciones claras y sencillas, pero aparentemente y siempre seg¨²n el ¡°ingeniero¡± t¨¦cnicas, basadas en el m¨¦rito que cada una tenga.

La ¨²ltima dimensi¨®n a tener en cuenta, inevitable, es la ideol¨®gica. Hern¨¢ndez quiz¨¢s no est¨¢ en el centro de gravedad del eje izquierda-derecha en Colombia, pero tampoco lo estaban Fico (demasiado a la derecha) ni Petro (en exceso a la izquierda). Lo que probablemente s¨ª ha logrado es capturar d¨®nde ten¨ªa que colocarse para absorber una parte sustancial del voto que no est¨¢ dispuesto a irse con Petro. Una encuesta de la brasilera Atlas Intel en la pen¨²ltima semana indicaba que si uno cruzaba recuerdo de voto en 2018 con intenci¨®n en 2022, Rodolfo casi no absorb¨ªa de Petro, pero s¨ª, y mucho, del presidente saliente Iv¨¢n Duque. Y otro estudio del CNC se?alaba que Rodolfo ganaba entre los votantes sin afiliaci¨®n partidista declarada. Los no alineados, pero m¨¢s bien a la derecha que a la izquierda (o, espec¨ªficamente, reacios a tener un gobierno del tipo de izquierda que representa Gustavo Petro) parece que han visto en Hern¨¢ndez una opci¨®n razonable ideol¨®gicamente y viable electoralmente. Por ahora han acertado. Le falta, eso s¨ª, pr¨¢cticamente doblar su actual votaci¨®n para llegar a la Casa de Nari?o.

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