Desalojados en nombre de la conservaci車n: ※Somos mendigos en nuestra tierra§
Tres comunidades en Guatemala, M谷xico y Argentina han sido desplazadas de sus tierras por programas de protecci車n medioambiental, un modelo que se replica en diferentes zonas de la regi車n y que levanta sospechas de estar movido por el extractivismo
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Antes del 2 de junio de 2017, Edwin L車pez viv赤a tranquilo en su comunidad. No era gran cosa, dice. Su casa era de palma de guano y madera, pero firme. Ten赤a una huerta con la que alimentaba a su familia y viv赤a en un pueblo de campesinos e ind赤genas v赤ctimas del conflicto armado que llegaron a Laguna Larga, en el departamento guatemalteco de Pet谷n, en los 70. Hasta ese junio maldito cuando los 500 vecinos fueron desalojados a la fuerza del territorio y se asentaron como pudieron a tres kil車metros de all芍, en la frontera con M谷xico. No hubo consulta previa, ni aviso, ni excepciones. De la noche a la ma?ana, fueron expulsados para la ampliaci車n del Parque Nacional Laguna del Tigre, como parte de un plan de conservaci車n nacional. ※Si nosotros somos los que mejor cuidamos esto# No entiendo de qu谷 conservaci車n hablan§, lamenta L車pez, cinco a?os despu谷s, a迆n sin alternativa habitacional, a迆n sin entender nada.
En el antiguo pueblo de L車pez hab赤a una escuela rural, dos iglesias y las sedes de las autoridades comunitarias. Ahora, seg迆n narran los vecinos por tel谷fono, el colegio es el nuevo puesto de la polic赤a, mientras que ellos viven en un asentamiento con condiciones insalubres. Los l赤deres de la comunidad lamentan que el Gobierno guatemalteco los haya esquinado a esta situaci車n alegando la defensa del medio ambiente, una denuncia que se replica en otras zonas protegidas de la regi車n, como la reserva de la Bi車sfera Sian Ka*an, en M谷xico, o la comunidad quom en Argentina, que en 2010 fue desalojada de lo que es ahora el Parque Nacional Pilcomayo. En ambos casos, l赤deres comunitarios aseguran que los desplazaron para priorizar proyectos tur赤sticos.
El mismo mes del desalojo de Laguna Larga, el Bufete de Derechos Humanos, una organizaci車n no gubernamental de Guatemala, denunci車 la situaci車n. Luego, escalaron la demanda a la Comisi車n Interamericana de Derechos Humanos, que el 8 de septiembre de ese a?o emiti車 una medida cautelar en la que denunciaba la situaci車n: ※Los pobladores desplazados de la Laguna Larga se encuentran en una situaci車n de gravedad y urgencia de riesgo de un da?o irreparable§. Adem芍s, el organismo exig赤a al Gobierno tomar medidas para proteger los derechos de esta poblaci車n y continuar los di芍logos con los vecinos para alcanzar una ※soluci車n duradera§. En 2021, Guatemala emiti車 finalmente una sentencia en la que reconoci車 su responsabilidad y se comprometi車 a garantizar la vida digna en materia de vivienda, educaci車n y alimentaci車n.
Sin embargo, poco ha cambiado desde entonces. Durante estos cinco a?os, han fallecido 15 personas por causas vinculadas con la insalubridad de las viviendas en las que habitan. Entre ellas, la madre de L車pez. ※Ten赤a solo 60 a?os, pero su coraz車n no pudo con todo lo que estaba viviendo§, lamenta afectado. Rub谷n Domingo, abogado responsable del caso, critica la ※indecencia§ del Gobierno. La sentencia de la Corte Constitucional fue ※emblem芍tica§, dice. ※No hab赤a habido ning迆n caso similar en Guatemala, pero no se ha cumplido nada. Hay otras 60 comunidades en un riesgo similar de desalojo actualmente§, denuncia.
La Reserva Maya, de la que forma parte el parque Nacional Laguna del Tigre, se declar車 芍rea protegida en 1989. Para entonces, ya hab赤a varias comunidades viviendo all芍. Pero desde ese momento, las poblaciones campesinas de Pet谷n pasaron a ser consideradas ilegales y se convirtieron en objeto de una campa?a de criminalizaci車n que los tild車 de responsables de la devastaci車n de la selva. Aunque la ley contemplaba pol赤ticas de asentamiento para quienes ya habitaban este territorio, seg迆n el abogado, los acuerdos de permanencia ※no fueron aplicados§. ※La gente est芍 muriendo a causa del desalojo§, zanja.
Estos vecinos viven ahora hacinados en chabolas de nailon y palmal, en casas compartidas por hasta cuatro familias. ※Nos hablaron de que nos ceder赤an unas tierras para la agricultura, pero son pedregosas. No nos sirven para cultivar. Y nosotros vivimos de eso§, dice el alcalde auxiliar. La respuesta alimentaria que recibieron se tradujo en env赤os de alimentos cada ※siete u ocho§ meses. ※Nos ayudan las ONG y ni siquiera las de nuestro propio pa赤s§.
M谷xico: ※No hay hueco para los que cuidaban los recursos, pero s赤 para el turismo§
Algo similar pas車 en la Reserva de la Bi車sfera Sian Ka*an, en M谷xico. Victoria Santos Jim谷nez, ingeniera forestal y parte del Consejo ciudadano por la defensa y rescate de Sian Ka*an, critica la gesti車n del territorio. Si bien en esta zona no eran comunes los asentamientos de los mayas, s赤 que eran tierras en las que estas comunidades incursionaban. ※Iban sobre todo a pescar y sin apenas presi車n medioambiental§, narra. ※Pero se les prohibi車 el acceso y empezaron a cobrar entrada a turistas. Para los que cuidaban los recursos no hay hueco, pero para los proyectos tur赤sticos, s赤§, critica.
En esta reserva, se distinguieron varias 芍reas, cada una con unos permisos de uso diferentes. Seg迆n varias organizaciones y el testimonio de la ingeniera, ya hay construcciones tur赤sticas avanzadas. ※Por eso les entra el af芍n de echar a los pueblos; para que ellos puedan apurarse en sus proyectos multimillonarios§. Esta denuncia la comparte F谷lix D赤az, miembro de la comunidad quom en Argentina, desalojados el 23 de noviembre 2010 de lo que es ahora el Parque Nacional Pilcomayo. ※Argentina nos reconoc赤a derechos por ser pueblos originarios; derechos que se han ratificado hasta el d赤a de hoy. Pero todo eso qued車 en nada. Somos mendigos en nuestra tierra§, lamenta.
※Este es un modelo dominante que no solo se circunscribe a estos casos§, apunta por tel谷fono Lola Rama, investigadora de la campa?a por la descolonizaci車n de la conservaci車n de Survival International. ※?Bajo qu谷 pretexto entendemos que hay que expulsar a las comunidades que son las que m芍s han hecho por proteger el entorno para proteger la biodiversidad?§, se pregunta. ※La visi車n colonialista y blanca nos convenci車 de que la 迆nica forma de salvaguardar a la naturaleza es separ芍ndola de las personas. Lo que est芍 verdaderamente detr芍s es el fin extractivista§.
Las pueblos originarios 〞m芍s de 476 millones, presentes en 90 pa赤ses〞 custodian el 80% de la biodiversidad mundial. La tendencia a la paternalizaci車n, el despojo de tierras y la vulneraci車n a los derechos adquiridos hace d谷cadas son algunas de las cr赤ticas que m芍s reivindican sus l赤deres. ※No somos vulnerables, pero las pol赤ticas actuales y la discriminaci車n pone en peligro nuestra supervivencia f赤sica y cultural§, asegur車 en entrevista con EL PA?S Anne Nuorgam, presidenta del Foro Permanente de las Naciones Unidas para las Cuestiones Ind赤genas.
Domingo, el abogado guatemalteco, se suma a la sospecha extractivista detr芍s del despojo de tierras: ※Creemos que hay intereses de empresas transnacionales en el Tri芍ngulo de la Candelaria. Y estos habitantes no les ser赤an nada c車modos, claro. Adem芍s, se les ha etiquetado de ser narcocampesinos y depredadores del bosque, lo cual es falaz. No hubo ninguna investigaci車n que afirme tales extremos. Es parte de la estrategia§.
Este modelo conservacionista que denuncian surge de la gesti車n del Parque nacional de Yellowstone, en Estados Unidos, a principios de 1800. ※Es naturaleza o nosotros. Este sistema no entiende la interdependencia§, cuenta Nicol芍s Pinel, profesor del 芍rea de sistemas naturales y sostenibilidad de la Universidad Eafit, en Medell赤n. ※En Latinoam谷rica se est芍 intentando salir de ella gracias a que se est芍n ganando cada vez m芍s derechos de las comunidades ind赤genas. Lo ideal es un paradigma menos excluyente. Porque, adem芍s, no se ha demostrado que sea m芍s eficaz en la protecci車n del medio ambiente. No hay estudios que as赤 lo avalen§.