Cha Dorina Hern¨¢ndez: ¡°Colombia no sigue en manos de unos pocos con mirada machista¡±
La primera mujer palenquera en llegar al Congreso colombiano ha llevado su mirada como educadora y su discurso sobre raza y negritud
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El primer pueblo libre de Am¨¦rica, San Basilio de Palenque, fue fundado por Benkos Bioh¨® en 1603, en lo que hoy es Colombia. Este pueblo, ubicado en un corregimiento del municipio de Mahates, fue tambi¨¦n donde se crearon las rutas que llevar¨ªan a la libertad a centenares de personas esclavizadas en Cartagena, en el norte del pa¨ªs. Y significa mucho en la historia de la di¨¢spora africana, pues fue la prueba de que el cimarronaje ¡ªel proceso de resistencia de las personas esclavizadas que escapaban de colonos y capataces en busca de su libertad¡ª s¨ª conquist¨® sue?os de autonom¨ªa e independencia.
Pese a que San Basilio de Palenque es uno de los pueblos l¨ªderes de la independencia de Colombia, hasta apenas el a?o pasado lleg¨® al Congreso de la Rep¨²blica de Colombia una mujer negra palenquera: Cha Dorina H¨¦rnandez, doctora en Ciencias de la Educaci¨®n y Pedagog¨ªa Social, miembro del Pacto Hist¨®rico - la coalici¨®n del actual presidente Gustavo Petro- docente por vocaci¨®n y una lideresa que trabaja por conducir al pa¨ªs por caminos que respeten y valoren la diversidad ¨¦tnica y el rol de las mujeres en nuestra sociedad.
La congresista le hace un constante homenaje a su pueblo palenquero. Cada conversaci¨®n la inicia hablando en su lengua y recalca la libertad como uno de los principios fundamentales a la hora de trabajar por su pa¨ªs y por su gente. En entrevista con Am¨¦rica Futura, la congresista habla sobre sus planes, la sostenibilidad y sobre lo que significa para Palenque y las personas de la di¨¢spora africana en Colombia verla ocupar un cargo pol¨ªtico tan relevante.
Cha Dorina Hern¨¢ndez es tambi¨¦n el vivo ejemplo de que las reparaciones hist¨®ricas est¨¢n abri¨¦ndose paso en Colombia y el mundo, y que escuchar a los l¨ªderes de comunidades ¨¦tnicas implica entender los territorios como parte de un entramado m¨¢s complejo y rico de lo que hoy se conoce. Ella es el ejemplo de que poner atenci¨®n a las personas negras es apostarle a un discurso que ha sido silenciado por siglos y que est¨¢ ganando terreno y mostrando cu¨¢n significativo es para la sociedad integrar estas voces a la pol¨ªtica p¨²blica.
Pregunta. ?Qu¨¦ ha significado ser la primera representante palenquera?
Respuesta. Ser la primera palenquera en el Congreso tiene una gran significaci¨®n, porque nosotros somos considerados unos de los primeros pueblos libres de Am¨¦rica, pero, hasta ahora, podemos llegar a un espacio de poder. Esto lo que indica es que s¨ª hay una continuidad de la historia cimarrona, de la historia de los palenques, que es la misma historia de lo que significa ser palenquero. Una palenquera es una mujer libre e independiente. Sea que la veas a ella o sea que veas la palangana que usa en su cabeza, en seguida te lleva a pensar en laboriosidad, independencia, resistencia, libertad, dignidad; porque ese tipo de trabajo que hace la palenquera lo hace precisamente para tener sus propias finanzas, para mantener su autodeterminaci¨®n.
La idea de llegar al Congreso es precisamente poder tener esos referentes de lo que es ser palenque y de lo que es ser una mujer negra. C¨®mo podemos imprimirle eso al cambio de ordenamiento de pa¨ªs a trav¨¦s de las leyes y c¨®mo hacer ese ejercicio de manera colectiva para que tambi¨¦n quede all¨ª esa mirada que es tambi¨¦n Colombia en una legislaci¨®n; c¨®mo podemos pensar en el papel del Estado y llevar a esas acciones gubernamentales, legislativas, administrativas ese sentido de lo diverso que es el pa¨ªs, ese sentido de lo que es la igualdad. Llevar a esos lugares la conversaci¨®n de todos los que somos pueblo que no hemos estado en ese espacio de poder patriarcal, estamos afectados por las mismas situaciones y c¨®mo vamos a dinamizar lo que ocurre en Colombia. Esos son los grandes retos que nos abordan hoy y all¨ª estar¨¢n los verdaderos cambios. El pa¨ªs no sigue en manos de unos pocos y, de unos pocos, que tienen una mirada machista.
P. ?C¨®mo ha sido la experiencia como etnoeducadora dentro del Congreso cuando se sabe que en Colombia no se ense?a lo suficiente sobre raza, racializaci¨®n y negritud?
R. Nos ha tocado mirar c¨®mo construir una narrativa que no venga desde el lamento, porque nos asocian a eso. Nos asocian a que andamos pidiendo, que andamos con la mano estirada, porque fuimos esclavizados, porque fuimos excluidos. Y la tarea es justamente romper con ese imaginario, porque nosotros existimos es justamente a partir de una autogesti¨®n que hemos hecho, unas autoreparaciones que hemos hecho. Y cuando hablamos de la mujer palenquera, hablamos de una mujer que no puede dejar de llevar a cabo su acci¨®n pol¨ªtica, su acci¨®n cultural, su acci¨®n econ¨®mica, porque, sino, no tiene su ser de palenquera [ser libre].
Hay una mirada de que somos menos y de que merecemos menos, de que somos los despose¨ªdos y desterrados de posibilidades. Y de eso no se trata. Si nuestros territorios son tan ricos y son tan apetecidos, si all¨¢ siempre ha existido ese gran capital y, hoy, los megaproyectos, entonces, ?por qu¨¦ los seres humanos que somos de ese ecosistema somos los pobrecitos? Que hemos sido empobrecidos es diferente, no es que somos los pobrecitos. Como etnoeducadora, me ha tocado colocar en otro lugar esa mirada, de que nosotros somos los territorios geopol¨ªticamente estrat¨¦gicos de este pa¨ªs. Nosotros no somos pobres, nos han empobrecido. No estamos aqu¨ª en lamento ni estamos pidiendo. Estamos exigiendo y estamos buscando que Colombia no siga con esa posibilidad de excluir, de apartar, de discriminar, porque el pa¨ªs lo que ha hecho es desperdiciar unas posibilidades de riquezas. Seguir teniendo un capitalismo retr¨®grado, atrasado, conservador. Es importante ver c¨®mo se articulan todos los derechos de las personas que hemos podido mantener ese territorio y poder crecer como Colombia. Este es un tema que nos interesa a todos como pa¨ªs y ah¨ª es donde yo trato de incidir.
P. ?Dentro de la agenda negra y palenquera, existe una preocupaci¨®n por la sostenibilidad?
R. Estamos en la gesti¨®n, porque nosotros hist¨®ricamente tenemos claro el tema de la sostenibilidad, porque nosotros hemos entendido el territorio, la naturaleza, nuestro contexto como parte de qui¨¦nes somos. Nosotros no nos separamos de ese ecosistema, porque atacar nuestras fuentes h¨ªdricas, atacar nuestra naturaleza, es atacarnos a nosotros mismos. En este momento estamos trabajando en que el derecho acompa?e esas iniciativas, en las que las personas acompa?an al territorio. No basta con que seamos diversos, seamos negros, seamos ind¨ªgenas; sino que es necesario que nosotros determinemos lo que se hace en nuestros territorios, trabajar por nuestra autonom¨ªa desde lo financiero, lo administrativo y a nivel de Gobierno propio con unos c¨®digos ¨¦ticos y c¨®digos culturales de sostenibilidad para el planeta.
P. ?Cu¨¢les ser¨¢n las prioridades en su gesti¨®n como representante?
R. En t¨¦rminos generales necesitamos que desde el Congreso de la Rep¨²blica se ordene este pa¨ªs, pero desde las leyes, y que estas permitan que est¨¦n al servicio de las mayor¨ªas del pa¨ªs. Eso es una responsabilidad nuestra. Ahora mismo las leyes est¨¢n al servicio de las maquinarias, de los empresarios que han hecho una clientela y un mercado con todos esos derechos de la sociedad colombiana, entonces nosotros tenemos que legislar para que el pa¨ªs vuelva a estar al servicio de la mayor¨ªa. Necesitamos seguir trabajando por las reparaciones hist¨®ricas de los pueblos que hemos sido excluidos: los afros, los ind¨ªgenas, los campesinos, las diversidades. Necesitamos seguir estudiando y revisando qu¨¦ ha pasado con nuestros territorios. Algunos de nuestros territorios son reserva de la naci¨®n. Es decir, est¨¢n bajo una figura legal que los considera reservas naturales, pero esto se ha dado mientras ya est¨¢bamos habitando ah¨ª los pueblos afro. Entonces, nos han dejado como terceros que viven en unos territorios bald¨ªos, pero ahora nos est¨¢n sacando por los megaproyectos. Existen unos documentos de archivo que dan cuenta de c¨®mo las comunidades negras han estado habitando esos territorios, as¨ª que necesitamos legislar para que dichos territorios est¨¦n en manos de los pueblos a los que pertenecen. Necesitamos unos fondos respecto a esas reparaciones que vayan al saneamiento b¨¢sico, a las v¨ªas de acceso, el agua potable, la salud. No basta con el discurso, se necesitan las posibilidades econ¨®micas para atender eso. Se necesita la movilizaci¨®n, la organizaci¨®n de nosotros como pueblo para autodeterminar de la mejor manera qu¨¦ hacer con las posibilidades que estamos gestionando desde lo colectivo, desde nuestra filosof¨ªa Ubuntu, del ¡®Soy porque somos¡¯.
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