Estas son las predicciones clim¨¢ticas para Am¨¦rica Latina en 2023. ?Est¨¢ la regi¨®n preparada?
Los expertos apuntan a que el fen¨®meno de La Ni?a continuar¨¢ hasta marzo y prev¨¦n que El Ni?o llegue a finales de a?o, aunque a¨²n no hay certeza de con qu¨¦ fortaleza
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Am¨¦rica Latina y el Caribe conocen bien los cambios repentinos de temperatura. Tambi¨¦n tienen experiencia en vivir los fen¨®menos de El Ni?o y La Ni?a, un patr¨®n clim¨¢tico caracterizado por temporadas c¨¢lidas, en el primer caso, y un enfriamiento, en el segundo, que le han pasado factura a esta parte del continente. Seg¨²n Ra¨²l Salazar, jefe de la Oficina regional para las Am¨¦ricas y el Caribe de Naciones Unidas para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres, ¡°la regi¨®n ha asumido el 53% de las p¨¦rdidas econ¨®micas globales¡± relacionadas a estos acontecimientos.
De hecho, el a?o que acaba de pasar, 2022, estuvo marcado por un fuerte fen¨®meno de La Ni?a en varios pa¨ªses. En Colombia, explica Diana Giraldo M¨¦ndez, investigadora del equipo de acci¨®n clim¨¢tica Alianza Bioversity (CIAT), las lluvias en algunos casos llegaron a ser 60% superiores a los promedios, lo que llev¨® al Gobierno a declarar el estado de emergencia. Mientras ¡°en pa¨ªses como el sur de Brasil, Argentina y Chile las condiciones de intensa sequ¨ªa por el fen¨®meno de La Ni?a han afectado los cultivos, secando r¨ªos e impactado la generaci¨®n hidroel¨¦ctrica¡±.
Pero este fen¨®meno no ha terminado. Como cuenta Franklyn Ruiz, parte del Instituto de Hidrolog¨ªa, Meteorolog¨ªa y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), los pron¨®sticos meteorol¨®gicos apuntan a que culmine solo hasta finales del primer semestre, por lo que en ese pa¨ªs las lluvias continuar¨¢n. Pero se trata, tambi¨¦n, de una de las temporadas fr¨ªas que m¨¢s se ha prolongado. ¡°La Ni?a, que comenz¨® en septiembre de 2020, no se ha ido. En Centroam¨¦rica y el Caribe las lluvias seguir¨¢n por encima de los promedios¡±, sentencia Giraldo. ¡°Aunque tiene algo excepcional y, de confirmarse las predicciones, ser¨ªa el primer fen¨®meno en este siglo que dure tres a?os¡±, agrega la experta.
Estas son algunas claves de lo que podr¨ªa suceder a nivel clim¨¢tico en la regi¨®n durante el 2023 y c¨®mo algunos pa¨ªses se est¨¢n preparando.
Lo que se sabe sobre El Ni?o
Tras el fin de La Ni?a y especialmente hacia el oeste de Suram¨¦rica, hay un 82% de probabilidad de que se d¨¦ un periodo estable entre los meses de marzo, abril y mayo, explica Ruiz, del Ideam. Es decir, esos ser¨ªan meses ni de muchas lluvias ni de sequ¨ªa. Pero, m¨¢s adelante, comenta, ¡°hay m¨¢s posibilidades de que s¨¦ de un evento c¨¢lido¡±, ya que, para agosto, septiembre y octubre, hasta el momento hay una probabilidad del 66% de vivir un fen¨®meno de El Ni?o. Sin embargo, y como lo comenta el doctor Ken Takahashi, investigador cient¨ªfico del Instituto Geof¨ªsico de Per¨², a estas alturas del a?o, las predicciones a¨²n tienen mucha incertidumbre, por lo que ¡°los pa¨ªses deber¨ªan esperar hasta los pron¨®sticos de mayo para tener una mejor idea si nos dirigimos a un Ni?o¡±.
?Por qu¨¦ los expertos insisten en la prevenci¨®n?
Si hay algo en lo que coinciden todos los expertos es que la prevenci¨®n y los mecanismos de atenci¨®n temprana son claves para evitar males mayores. En palabras de Salazar, ¡°garantizar un mundo seguro de cara al futuro clim¨¢tico es el mayor bien p¨²blico que pueden ofrecer los Gobiernos¡±. Takahashi a?ade: ¡°Es importante que los pa¨ªses cuenten con una cultura de prevenci¨®n y que reduzcan la vulnerabilidad de su ciudadan¨ªa. Las predicciones de El Ni?o y La Ni?a pueden servir para complementar y reforzar dichas medidas¡±.
Entre las recomendaciones principales destacan tres. La primera est¨¢ relacionada con mejorar las m¨¦tricas de adaptaci¨®n y gesti¨®n de riesgos responsables de medir la emergencia clim¨¢tica. ¡°Una mejor gesti¨®n minimiza los efectos adversos y crea oportunidades para transformar los sistemas y las sociedades¡±, explica Salazar.
La segunda medida que se ha de reforzar es el empoderamiento de las comunidades, ya que son las zonas rurales y remotas las que m¨¢s suelen verse afectadas. ¡°Las comunidades deben tener f¨¢cil acceso a la informaci¨®n sobre los riesgos clim¨¢ticos, los impactos asociados y el costo de la inacci¨®n, para apreciar mejor las afecciones de sus acciones¡±, dice. Adem¨¢s, Salazar apunta que es importante invertir en sistemas de infraestructura sostenibles y resilientes. Giraldo, del CIAT y candidata a Doctorado de la Universidad de Reading, de Reino Unido, tambi¨¦n defiende que los agricultores tomen sus propias decisiones en base a la informaci¨®n clim¨¢tica y sus demandas ¡°independientemente de su nivel de alfabetizaci¨®n¡±. ¡°Es por ello que hemos venido trabajando en los Servicios Integrados Participativos de Clima para la Agricultura (PICSA). Adem¨¢s, los j¨®venes en el campo son generadores de cambio en sus comunidades¡±, dice.
Es tal la importancia que recibe este enfoque que el 28 de febrero se celebrar¨¢ la VIII Plataforma Regional para la Reducci¨®n del Riesgo de Desastres en las Am¨¦ricas y el Caribe, en Punta del Este, Uruguay, para ampliar la conversaci¨®n sobre la ciencia y la tecnolog¨ªa aplicada a los desastres. ¡°Es una pieza fundamental en la construcci¨®n de sociedades m¨¢s resilientes, seguras y con un futuro mucho m¨¢s pr¨®spero y equitativo¡±, dice Salazar.
?Se est¨¢ preparando la regi¨®n?
La experiencia y la presencia de estos fen¨®menos ha ido mejorando la gesti¨®n de la regi¨®n. En Am¨¦rica Latina se han producido importantes inversiones para fortalecer las instituciones especializadas y se han creado otros sistemas de alerta temprana y mejorado otros protocolos que se crearon en los a?os 80.
Sin embargo, cada pa¨ªs ha tomado iniciativas propias. Grinia Jes¨²s Rold¨¢n, subdirectora de predicci¨®n clim¨¢tica de del Servicio Nacional de Meteorolog¨ªa e Hidrolog¨ªa del Per¨² (Senamhi) explica que en el pa¨ªs se han elaborado diferentes planes de acci¨®n y que ya existen pol¨ªticas p¨²blicas para la gesti¨®n de riesgos. ¡°Lo que hay que mejorar es el traslado de estos a los planes locales, porque los mecanismos nacionales ya existen¡±.
Giraldo es optimista con el plan de acci¨®n del pr¨®ximo lustro en la regi¨®n, anunciado por el secretario general de Naciones Unidas en la COP 27 para garantizar que cada persona est¨¦ protegida por sistemas de alerta temprana dentro de cinco a?os. Este esfuerzo estar¨¢ liderado por la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial (OMM). Con una inversi¨®n inicial de 3.100 millones de d¨®lares. ¡°Esta estrategia tiene cuatro pilares de trabajo que nos permite anticipar eventos como tormentas, olas de calor, inundaciones y sequ¨ªas¡±, explica Giraldo, quien participar¨¢ el 30 de enero en Jamaica en la implementaci¨®n del mismo.
Por otro lado, se han creado Mesas T¨¦cnicas Agroclim¨¢ticas (MTA) en 11 pa¨ªses de la regi¨®n (Honduras, Colombia, Guatemala, Nicaragua, El Salvador, Panam¨¢, Paraguay, M¨¦xico, Ecuador, Per¨² y Chile). Estos espacios de di¨¢logo permiten integrar a m¨²ltiples actores (agricultores, cient¨ªficos, academia y representantes del sector p¨²blico y privado) para mejorar la toma de decisiones. Actualmente, existe una red de 64 MTA, 420 actores participando activamente y 500.000 agricultores accediendo a esta informaci¨®n. ¡°Son parte de la estrategia regional para la gesti¨®n del riesgo de desastres en el sector agr¨ªcola y la seguridad alimentaria y nutricional¡±, explica por correo la experta.
?Es el cambio clim¨¢tico lo que est¨¢ detr¨¢s de El Ni?o y La Ni?a?
Una de las cosas que aclara Franklin, del Ideam, es que en pa¨ªses como Colombia el tiempo anual a¨²n est¨¢ m¨¢s determinado por la variabilidad clim¨¢tica e interanual, asociados a los eventos de El Ni?o y la Ni?a, que por el cambio clim¨¢tico global. Por ejemplo, mientras organizaciones meteorol¨®gicas internacionales han clasificado a 2022 como uno de los cinco a?os m¨¢s c¨¢lidos desde que hay registro, en Colombia se trat¨® de un a?o normal, sin mayores anomal¨ªas en cuanto a su temperatura. Y es que la temperatura que sentimos se da por una mezcla de factores que var¨ªan a nivel m¨¢s local.
En cuanto a la relaci¨®n que hay entre el cambio clim¨¢tico y este tipo de fen¨®menos, lo cierto es que la ciencia no ha llegado a¨²n a un consenso. A pesar de que informes como los del Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC) se?alan que eventos como El Ni?o han tenido mayor fuerza, magnitud y frecuencia desde 1950, no se sabe si esto est¨¢ relacionado con el cambio clim¨¢tico provocado por las actividades humanas. Lo que s¨ª advierte este panel de expertos en su ¨²ltimo reporte es que la variabilidad de las lluvias relacionadas al Ni?o y la Ni?a se puedan amplificar despu¨¦s de 2050 en escenarios donde no se reduzcan dr¨¢sticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.