¡®La granja del borrego¡¯, el ¡®tiktoker¡¯ colombiano que difunde las ense?anzas del mundo rural
Carlos D¨ªaz, de 17 a?os, es un referente en la red social de video, con casi 21 millones de seguidores, por el contenido que produce en su granja en las afueras de Bogot¨¢
Cuando inici¨® la pandemia por la covid-19 en 2020, la vida de Carlos D¨ªaz dio un giro de 180 grados. Se pone a pensar en ese momento y no imaginaba que, tres a?os despu¨¦s ¡ªen 2023¡ª, la vida rural, en la granja de su familia, iba a ser su todo. Entonces, ten¨ªa 13 a?os y pasaba sus d¨ªas encerrado en un departamento en el municipio de La Vega del departamento de Cundinamarca, a 54 kil¨®metros de Bogot¨¢, la capital de Colombia. El espacio era peque?o y no se sent¨ªa libre, hasta que su padre retorn¨® a la propiedad de su abuelo, una granja que pertenec¨ªa a la familia desde hace 30 a?os, pero que no hab¨ªan usado. Desde que ¨¦l muri¨®, cada uno hab¨ªa tomado su camino y nadie hab¨ªa vuelto.
Hasta que lleg¨® la pandemia. Entonces volver a ese lugar cay¨® como anillo al dedo. En un momento en el que se recomendaba la distancia social, all¨ª pod¨ªan estar al aire libre y lejos del tumulto de la ciudad. Volvi¨® junto a su padre, a medida que comenzaban a arreglar y adecuar el lugar nuevamente. Se compr¨® sus botas, un sombrero tipo safari y se pusieron manos a la obra. La vegetaci¨®n, el aire puro y el hecho que no hab¨ªa la necesidad de usa tapabocas, los convenci¨® de quedarse permanentemente. Tardaron 15 d¨ªas en habilitar un espacio para vivir, primero ellos dos, hasta que posteriormente se les uni¨® toda la familia. D¨ªaz admite que no ten¨ªa ninguna experiencia o conocimiento respecto a c¨®mo se trabaja la tierra para producir alimentos. Con las pocas semillas que ten¨ªa en casa, el conocimiento de su progenitor en veterinaria y tutoriales en Youtube, comenz¨® a producir zanahorias, unos ma¨ªces, pl¨¢tanos, lechugas e incluy¨® como 10 gallinas que estaban en la granja, lo que llam¨® la atenci¨®n de su hermano mayor, Juan D¨ªaz, o como gusta llamarle El Hermanager.
¡°?l [Juan] vio todo eso que yo hac¨ªa y me dijo: ¡®Deber¨ªamos grabarlo, porque es algo ch¨¦vere y pues para mostrarle a la gente que puede volver al campo y a la tradici¨®n. Porque lo normal es que se vayan a la ciudad a buscar oportunidades¡¯. Yo hice todo lo contrario¡±, le cuenta a Am¨¦rica a Futura. Su primer video en Youtube sobre c¨®mo hacer un huerto org¨¢nico en casa fue la semilla de La granja del Borrego, un proyecto enfocado en contar, difundir y preservar las ense?anzas del mundo rural. Un canal que ahora, principalmente en TikTok ¡ªla plataforma audiovisual de moda¡ª, se ha convertido en un referente con casi 21 millones de seguidores.
Pero, ?por qu¨¦ el nombre su canal? Una pregunta que le hacen todo el tiempo. Por su cabello largo y rizado, un distintivo de su imagen para sus seguidores, que se asemeja al pelaje de un borrego, un apodo que lleva desde mucho antes de saltar a la fama. Sin embargo, a pesar de verlo casi siempre relajado y contento en sus videos, ya sea contando por qu¨¦ decidi¨® tras, dos a?os, ¡°jubilar¡± a sus gallinas para no estresarlas con la producci¨®n de huevos a gran escala y que vivan tranquilas junto a ¨¦l ¡°hasta viejitas¡±; o c¨®mo hacer un insecticida org¨¢nico con el hueso o pepa del aguacate, la realidad es que no siempre fue as¨ª de llevadero.
Cuenta que al principio no fue sencillo compaginar las tareas de la granja con la creaci¨®n de contenido y sus obligaciones en la escuela. Para D¨ªaz, la granja sigue siendo un lugar divertido, no lo ve como un trabajo u obligaci¨®n, pero no pens¨® que lo que pasaba d¨ªa a d¨ªa, que es muy normal para los que viven este tipo de vida, fuera a ser interesante para el resto. El contenido, a pesar de las dificultades, continu¨® produci¨¦ndose a la par que llegaron m¨¢s animales, m¨¢s sembrad¨ªos, m¨¢s producci¨®n y venta de lo que se cosechaba en la granja. ¡°Empezaron a llegar empresas para ayudarnos con la publicidad, lo que nos permiti¨® tambi¨¦n contratar ayuda y que podamos poner la granja m¨¢s bonita. Me cost¨® mucho poder organizar mi vida, como estudiante, como granjero, como influencer y las dem¨¢s cosas que tengo en la familia, pero ya ahora tengo calendario, horas y fechas para todo¡±, afirma.
Cuando D¨ªaz inici¨® no hab¨ªa muchos creadores de contenido con el objetivo de difundir buenas pr¨¢cticas que ayuden con el desarrollo sostenible. Dice que nunca ha maquillado c¨®mo es vivir en el campo, al contrario, siempre ha tratado de mostrar lo ¡°dura¡± que puede ser la vida de un productor agr¨ªcola y su realidad, ¡°as¨ª como puedes tener un cultivo que est¨¢ bien, tres d¨ªas despu¨¦s puede caer una lluvia muy fuerte y arruinarlo por completo¡±, dice. ¡°Esto no es f¨¢cil¡±, insiste, ¡°no es como ir al supermercado por verdura, que lo compra mucho m¨¢s barato y lo vende m¨¢s caro, entonces no hay un reconocimiento y ganancia para el que lo siembra¡±.
¡°Me gustar¨ªa que la juventud se anime a volver al campo. La mayor¨ªa de campesinos y de personas que trabajan la tierra son mayores. Tienen 50, 60 a?os, entonces en 30 a?os, cuando ya no est¨¦n, ?qu¨¦ vamos a comer? Mi idea es compartir lo que significa este trabajo de una manera divertida, pero que se vea que tambi¨¦n lleva harto trabajo. Tambi¨¦n ense?o c¨®mo producir comida y no solo a personas que son del campo. He hecho videos de huertos urbanos y alternativas para personas que viven en lugares m¨¢s peque?os dentro de la ciudad. La gente lo ha replicado, me han mandado tambi¨¦n fotos, videos y he visto cosas interesantes¡±, dice D¨ªaz.
El joven creador de contenido es consciente de los problemas que acarrean el cambio clim¨¢tico a la producci¨®n, a la vida en el ¨¢rea rural y la relaci¨®n que tenemos con el medio ambiente. Por lo que el enfoque y apuesta por pr¨¢cticas que aporten a una visi¨®n sobre el desarrollo sostenible siempre est¨¢n sobre la mesa, como su sombrero y sus botas, accesorios que no le faltan nunca para trabajar. ¡°Mi abuelo ten¨ªa esa mentalidad. No lo alcanc¨¦ a conocer, pero mi familia me cont¨® que ¨¦l no utilizaba qu¨ªmicos en la granja. Le agradezco por eso, porque la tierra donde estoy, es f¨¦rtil. Si yo no la cuido, ?qu¨¦ podr¨ªa dejarle a mi sobrina si ella quiere sembrar aqu¨ª en unos a?os? No es simplemente pensar en que esto me vaya a funcionar a m¨ª, sino que viene alguien detr¨¢s¡±, explica.
El pasado mes de febrero, durante una gala realizada en Ciudad de M¨¦xico, el creador de contenido colombiano se hizo con el premio Lo aprend¨ª en TikTok, por todo lo que transmite y cuenta a trav¨¦s de sus videos, en una ceremonia organizada por la red social y que tom¨® en cuenta la votaci¨®n de los usuarios de la plataforma. D¨ªaz, sonriente y muy animado, acept¨® el premio, tembloroso, y agradeci¨® a sus animales: ¡°Gracias a ellos puedo ense?arles todo¡±. Fue un reconocimiento para sus tres cerdos, entre los que se incluye uno de nombre Lolo, dos caballos, cinco cabras, cinco perros y tres vacas. Una de ellas se llama Rosal¨ªa.
Tras el reconocimiento, D¨ªaz siente que todo ha sido positivo. Ha tenido m¨¢s trabajo por la publicidad que ha recibido, lo que le ha permitido a contratar m¨¢s personas que le ayuden con la granja. ¡°El reconocimiento yo lo veo cuando salgo de la granja, porque para los vecinos yo soy Carlos. Me piden un favor, yo lo hago y si les pido un favor, ellos tambi¨¦n me ayudan. Ac¨¢ en el campo nada cambia y todos son muy buena gente. Es complicado yo sentirme diferente, o sea, realmente me ha ayudado mucho el estar aqu¨ª en el campo¡±, precisa.
Existen otros Tiktokers en Latinoam¨¦rica que tambi¨¦n crean contenido similar al de D¨ªaz, promoviendo los usos y costumbres de sus regiones en zonas rurales como Miguel Babo (Guatemala) o el canal Le¨®n Verde (Per¨²). ¡°El trabajo en el campo es muy amplio, o sea, uno aqu¨ª puede ense?ar de gallinas y el otro tambi¨¦n, pero nunca van a ense?ar lo mismo porque es imposible¡±, dice D¨ªaz. ¡°Se est¨¢ compartiendo m¨¢s sobre esta vida que realmente es muy buena, es muy tranquila y poco a poco ya se empieza a valorar m¨¢s, entonces ayuda a que hayan m¨¢s influencers as¨ª¡±, finaliza.