Fin de tres a?os de sequ¨ªa: Uruguay hace balance de la peor crisis h¨ªdrica en 70 a?os
La crisis dej¨® m¨¢s de 1.880 millones de d¨®lares en p¨¦rdidas y m¨¢s de 1,7 millones de afectados. Pese a las cr¨ªticas, el Gobierno sigue con el proyecto Arazat¨ª para construir una planta de agua potable alternativa
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Uruguay respira aliviado: la sequ¨ªa que azot¨® su territorio durante tres a?os es un cap¨ªtulo cerrado. Lo anunci¨® recientemente el Instituto Nacional de Meteorolog¨ªa, luego de que diciembre de 2023 mostrara condiciones normales de precipitaciones, algo que no ocurr¨ªa desde principios de 2020. Fue la peor sequ¨ªa en 70 a?os y sus efectos golpearon tanto al campo como a la ciudad. El sector agropecuario registr¨®, entre 2022 y 2023, p¨¦rdidas equivalentes al 3% del PIB nacional, unos 1.880 millones de d¨®lares. Tambi¨¦n el d¨¦ficit h¨ªdrico dej¨® seco a Paso Severino, la principal fuente de abastecimiento de agua potable para la zona metropolitana, provocando una crisis sin precedentes en el suministro. 1,7 millones de personas fueron afectadas, sobre todo entre abril y agosto de 2023, por el deterioro del agua corriente que se volvi¨® salada e imbebible.
Pese a estar regado por r¨ªos, arroyos y ca?adas, Uruguay carece de una fuente alternativa para abastecer de agua potable a la mitad de su poblaci¨®n. Durante la crisis, las autoridades decidieron captar aguas provenientes del R¨ªo de la Plata, m¨¢s saladas por influencia oce¨¢nica, para no cortar el suministro. Eso hizo que el agua de los grifos saliera con un fuerte tono salobre y no recuperara la neutralidad de su sabor hasta el regreso de las lluvias. El 94% de los montevideanos dej¨® de beber agua corriente y se pas¨® a la envasada, seg¨²n la consultora Cifra. ¡°Falt¨® planificaci¨®n¡±, coincidieron los analistas, que hicieron eco de otro dato que dej¨® patidifuso al ciudadano desprevenido: en Uruguay, m¨¢s del 40% del agua potabilizada se pierde por roturas en las vetustas ca?er¨ªas de OSE, la empresa p¨²blica encargada del suministro.
Ayudado por un pr¨¦stamo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Gobierno (una coalici¨®n de centroderecha) est¨¢ actualmente en v¨ªas de reparaci¨®n de esas aver¨ªas, seg¨²n afirma el ministro de Ambiente de Uruguay, Robert Bouvier, en conversaci¨®n con Am¨¦rica Futura. Bouvier defiende lo hecho durante la crisis h¨ªdrica: ¡°El Gobierno actu¨® bien, actu¨® a tiempo¡±. Destaca la construcci¨®n en mayo de 2023 de un dique de emergencia en Belastiqu¨ª, sobre el r¨ªo Santa Luc¨ªa, y la atenci¨®n prestada a la poblaci¨®n m¨¢s vulnerable. Unas 500.000 personas, detalla, recibieron ayuda entre julio y septiembre para comprar dos litros de agua embotellada por d¨ªa. Y a?ade: ¡°Desde que se declar¨® la emergencia h¨ªdrica [el 19 de junio de 2023], el Gobierno fue transparente con la informaci¨®n¡±.
Frente a las cr¨ªticas que apuntan a la falta de planificaci¨®n, Bouvier responde que esta administraci¨®n present¨® el proyecto Arazat¨ª antes de la crisis h¨ªdrica, con el objetivo de construir una planta alternativa para el suministro de agua potable. Arazat¨ª, tambi¨¦n llamada Neptuno, es una iniciativa privada que potabilizar¨¢ agua del R¨ªo de la Plata y cubrir¨¢ un 30% de la demanda de la zona metropolitana, que hoy depende exclusivamente del r¨ªo Santa Luc¨ªa. ¡°Estamos convencidos de que es una muy buena soluci¨®n¡±, enfatiza. El ministro explica que el proyecto a¨²n no tiene fecha de inicio porque el estudio de impacto ambiental no ha concluido y el contrato con el consorcio privado Aguas de Montevideo, encargado de la obra, a¨²n no se ha firmado. Est¨¢ previsto que Arazat¨ª se construya en dos a?os y medio y le cueste al Estado uruguayo alrededor de 660 millones de d¨®lares.
¡°La gran crisis de la cual estamos saliendo mostr¨® c¨®mo no hemos cumplido con la Constituci¨®n, c¨®mo no priorizamos la preservaci¨®n de nuestros suelos y de nuestras aguas¡±, le dice a Am¨¦rica Futura la soci¨®loga Mar¨ªa Selva Ortiz, integrante de la ONG Redes Amigos de la Tierra. M¨¢s all¨¢ de la sequ¨ªa, Ortiz sostiene que esta crisis evidenci¨® el impacto que tuvo el avance del agronegocio en Uruguay en los ¨²ltimos 20 a?os sobre la cuenca del r¨ªo Santa Luc¨ªa, principal fuente de agua para el ¨¢rea metropolitana. ¡°La plantaci¨®n de ¨¢rboles a gran escala con destino a la celulosa y el monocultivo sojero han puesto a nuestras aguas en graves problemas de calidad y de cantidad¡±, subraya. Seg¨²n indica, hay estudios acad¨¦micos que advierten de una disminuci¨®n del 50% de los caudales h¨ªdricos debido a los monocultivos de ¨¢rboles.
¡°Si la cuidamos, la cuenca del Santa Luc¨ªa es absolutamente apta y puede dar agua para toda el ¨¢rea metropolitana. Pero estamos haciendo lo contrario¡±, remarca Ortiz. En ese sentido, considera que el Gobierno da la espalda a esta zona decant¨¢ndose por el proyecto Arazat¨ª, que captar¨¢ aguas del R¨ªo de la Plata. ¡°Arazat¨ª es una falsa soluci¨®n¡±, contin¨²a. Para Redes, este proyecto infringir¨¢ el art¨ªculo 47 de la Constituci¨®n, que establece que la gesti¨®n del agua debe ser p¨²blica. Arazat¨ª, argumentan, dejar¨¢ el manejo del agua en manos privadas. Adem¨¢s, coinciden con el manifiesto presentado por cient¨ªficos, en octubre de 2022, seg¨²n el cual, el proyecto ¡°presenta problemas ambientales¡± y dice que la salinidad del agua del R¨ªo de la Plata ¡°supera ampliamente los valores aceptables para ser potabilizados¡±.
El Gobierno niega que Arazat¨ª suponga una privatizaci¨®n del agua y sostiene que los eventos de salinidad no son frecuentes. ¡°[La empresa p¨²blica] OSE ser¨¢ la encargada de gestionar la planta, no hay ninguna inconstitucionalidad¡±, dice Bouvier. El ministro hace hincapi¨¦ en que el proyecto ofrecer¨¢ seguridad a la poblaci¨®n por captar agua de una fuente distinta, el R¨ªo de la Plata, que adem¨¢s ser¨¢ potabilizada en una nueva planta. No obstante, asegura que el Gobierno no ha descartado el proyecto Casup¨¢, presentado por la anterior administraci¨®n del Frente Amplio (centroizquierda), que contempla la construcci¨®n de otro embalse en el r¨ªo Santa Luc¨ªa. ¡°Eso quedar¨¢ para una etapa posterior¡±, afirma.
Luc¨ªa Etcheverry, diputada por el opositor Frente Amplio, cree que la crisis h¨ªdrica que atraves¨® Uruguay evidenci¨® que ni el sistema pol¨ªtico ni la sociedad ¡°ten¨ªan en el radar¡± que el pa¨ªs ¡°pudiera llegar a la situaci¨®n que se vivi¨®¡±. Espera que parte del aprendizaje sea que el sistema pol¨ªtico ¡°tenga una mirada de largo plazo¡± y genere pol¨ªticas de Estado en materia ambiental. ¡°Es posible¡±, asegura en di¨¢logo con Am¨¦rica Futura. ¡°?Qui¨¦n iba a pensar que Uruguay cambiar¨ªa su matriz energ¨¦tica? Hoy el 90% de nuestra energ¨ªa proviene de fuentes renovables¡±, comenta. Para empezar, Etcheverry dice que el pa¨ªs debe romper con la dicotom¨ªa entre ambiente y producci¨®n y buscar los equilibrios para que el crecimiento no vaya en detrimento de los recursos h¨ªdricos, perjudicados hoy por la explotaci¨®n intensiva y el uso de agroqu¨ªmicos, entre otros factores.
En Uruguay, la variabilidad de las precipitaciones, las sequ¨ªas m¨¢s frecuentes y su impacto en la producci¨®n han colocado a la implementaci¨®n del riego en el centro del debate. El pa¨ªs ya cuenta con una ley desde 2017, pero nunca lleg¨® a reglamentarse cabalmente. ¡°Esa ley de riego es perfectible y hay que trabajar para que pueda cubrir las expectativas y las necesidades de todo el sector productivo¡±, dice Etcheverry. Para eso, sostiene, el Estado tiene que ser un actor regulador, que equilibre las asimetr¨ªas entre grandes y peque?os productores. ¡°La pol¨ªtica de riego tiene que avanzar en la l¨ªnea de una producci¨®n responsable¡±, contin¨²a. De acuerdo con Regadores Unidos del Uruguay, el riego se emplea actualmente en 40.000 de las 1,8 millones hect¨¢reas dedicadas a la agricultura.
¡°La lecci¨®n de esta crisis es que de a poco se va consolidando una cultura h¨ªdrica en el Uruguay¡±, explica a Am¨¦rica Futura el antrop¨®logo Javier Taks, coordinador de la C¨¢tedra Unesco de Agua y Cultura de la Universidad de la Rep¨²blica. ¡°Como si fuera un idioma, a trav¨¦s del agua, nos entendemos mejor como sociedad. Comprendemos mejor cu¨¢les son nuestras limitaciones, nuestro potencial, nuestro orden social¡±. Para Taks, en esta crisis hubo ¡°una gran distancia¡± entre la institucionalidad que existe en el pa¨ªs en torno a la gobernanza del agua, como la comisi¨®n de la cuenca del r¨ªo Santa Luc¨ªa (integradaentre otros por la sociedad civil), y las decisiones que se tomaron en otros niveles pol¨ªticos, como el Parlamento o el Poder Ejecutivo. ¡°Falta madurez y comprensi¨®n¡±, apunta.
Asimismo, el antrop¨®logo observa que en el sector agropecuario de Uruguay ¨Dprincipal consumidor de agua dulce¨D todav¨ªa prevalece un sentimiento de ser v¨ªctima del ambientalismo y una visi¨®n caricaturesca del movimiento ecol¨®gico. ¡°Hay que trabajar para entender la relaci¨®n ¨ªntima que hay entre un ambiente sano, la producci¨®n y la inserci¨®n de este pa¨ªs en el mundo¡±, remarca. Tras la crisis h¨ªdrica, Taks plantea mejorar el acceso de la ciudadan¨ªa a la informaci¨®n sobre c¨®mo el pa¨ªs gestiona sus aguas y expandir la educaci¨®n ambiental m¨¢s all¨¢ de la escuela. Tambi¨¦n considera necesario fortalecer la capacidad de an¨¢lisis y control del Estado sobre el uso de este recurso y apostar por la investigaci¨®n acad¨¦mica local que ensanche el conocimiento. ¡°No es menos Estado, es m¨¢s Estado o, por lo menos, un Estado distinto¡±, razona.