Los ping¨¹inos de Humboldt de Per¨² y Chile caminan hacia la extinci¨®n
La poblaci¨®n lleva 60 a?os menguando. Si bien les afecta el cambio clim¨¢tico, ¡°el top de peligros es la pesca¡±, advierten los expertos
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Los expertos temen que los ping¨¹inos de Humboldt tengan los d¨ªas contados. Aunque, en las ¨²ltimas semanas en los medios se ha se?alado al cambio clim¨¢tico como el culpable de la p¨¦rdida de la biodiversidad, advierten de que se trata de una verdad a medias. Esta poblaci¨®n ¡ªque se concentra ¨²nicamente en las costas de Per¨² y las islas de Chile¡ª lleva menguando desde los 70, pero ni este oto?o ha sido peor que otros anteriores ni es el calentamiento la raz¨®n. Al menos no la ¨²nica. ¡°El camino hacia la extinci¨®n existe y es de probabilidades altas¡±, dice el doctor Alejandro Simeone, uno de los mayores conocedores de ping¨¹inos del mundo y miembro del departamento de Ecolog¨ªa y Biodiversidad de la Universidad Andr¨¦s Bello. ¡°Pero m¨¢s que hablar de calentamiento o de especies invasoras, hay que hablar de lo que pasa en las pesquer¨ªas¡±.
Paulina Arce, coordinadora del plan de manejo del Islote P¨¢jaro Ni?o en Algarrobo, lleva estudiando m¨¢s de dos d¨¦cadas esta especie de peque?os ping¨¹inos con una franja negra en el pecho y visitando peri¨®dicamente los principales puntos de anidaci¨®n de Chile. Para ella, que ocupen de pronto tanto espacio en los medios, le produce una sensaci¨®n agridulce. ¡°Llevamos a?os documentando c¨®mo la principal amenaza es la pesca. Primero por la sobrepesca [que compite con los alimentos del ping¨¹ino] y, en segundo lugar, por el enmallamiento de estos en las redes. Es equ¨ªvoco pensar que es solo por el calentamiento¡±, cuenta la experta. ¡°El cambio clim¨¢tico puede intensificar algunas condiciones con el aumento de la temperatura del nivel del mar, pero es secundario. Mueren por falta de alimentos y las redes de pesca¡±. Un tercio de las aves marinas del mundo muere por interacci¨®n pesquera.
Pero las alarmas se encendieron con un dato. Seg¨²n reportaron expertos en oto?o de 2023, un censo poblacional de esta especie en dos islas frente a la costa central de Chile encontr¨® 842 parejas reproductoras o nidos activos. En un censo poserior, de hace apenas un mes, s¨®lo encontraron una pareja. ¡°Los medios llegaron a tildar la situaci¨®n de ¡®apocal¨ªptico¡¯. Y solo se?alaban al calentamiento y a los efectos de El Ni?o¡±, explica Simeone. ¡°Pero esto lleva pasando miles de a?os. No es algo nuevo. Hubo ciclos exactamente iguales en los a?os 1997 y 1998, en los que durante ese a?o no se reprodujeron y a la primavera siguiente hubo una fiesta de anidaci¨®n¡±, cuenta.
Los ping¨¹inos de Humboldt tienen dos picos de reproducci¨®n, en primavera y en oto?o. En cada anidaci¨®n, estas aves marinas ponen dos huevos de los cuales suele sobrevivir apenas uno. Cuando estos animales no tienen suficiente alimento o intuyen que no lo van a tener, dejan de reproducirse. Pero los registros han mostrado c¨®mo los a?os posteriores a estos momentos de baj¨ªsima natalidad, suelen traducirse en grandes auges reproductivos que incluso hacen que ambos huevos sobrevivan en una misma anidaci¨®n. ¡°La naturaleza siempre ha encontrado la manera de autorregularse y no tiene por qu¨¦ ser diferente ahora. Si en primavera estos datos se mantienen as¨ª, s¨ª vale la pena preocuparse m¨¢s. Por ahora no¡±, zanja el chileno.
23.800 individuos maduros
Esta especie figura en la Lista Roja de la Uni¨®n Internacional para la Conservaci¨®n de la Naturaleza (UICN), como ¡°vulnerable¡±. Un censo de Chile realizado en la primavera de 2017, sugiere que este pa¨ªs mantiene una poblaci¨®n de 5.100 parejas reproductoras, lo que equivale a 10.200 individuos maduros, ya que para que un nido tenga posibilidad de albergar y sacar adelante al huevo requiere de padre y madre a partes iguales. Si alguno de los dos muere es muy improbable que los huevos sobrevivan. La estimaci¨®n global para 2017, teniendo en cuenta los ejemplares en Per¨², equival¨ªa a unos 23.800 individuos maduros. Los c¨¢lculos actuales apuntan a ser inferiores. Y la instituci¨®n estima que entre los pr¨®ximos 30 y 80 a?os habr¨¢n desaparecido si la tendencia no var¨ªa.
Para la chilena, la ¨²nica manera de revertir la situaci¨®n es vigilando a las pesquer¨ªas. ¡°El Estado no ha hecho nada al respecto, nadie les pone l¨ªmite porque es una de las principales econom¨ªas del pa¨ªs. No existe coto ni protocolos para cuando pescan sin querer a un ping¨¹ino¡±, critica. Seg¨²n asegura Arce, se suele poner equivocadamente el foco en cualquier otro factor externo que sucede en las islas, como la presencia de ratas o la gripe aviar. ¡°Lo que est¨¢ matando a los ping¨¹inos sucede en alta mar y tiene que ver con los humanos¡±.
Esta es una idea que comparte Simeone, quien celebra que se haya avanzado en ¡°tierra firme¡±, ya que los principales bastiones de anidaci¨®n est¨¢n en reservas naturales y se ha creado la suficiente conciencia para no se cacen para consumo humano. ¡°Pero se meten al agua y son atrapados por redes o les quitan los alimentos. Hay que protegerlos ah¨ª. Nuestras autoridades pesqueras saben lo que hay y se hacen avances, no digo que no. El problema es la velocidad a la que se hacen los avances; el Estado funciona a una velocidad que no se condice con los problemas que trata de solucionar¡±, explica.
Si bien ninguno de los dos expertos quiere imaginarse un mundo sin la presencia de un ave marina que llevan d¨¦cadas estudiando, saben que es muy probable que sea irremediable. Preguntada por la consecuencia de la desaparici¨®n, Arce enumera los nutrientes que se perder¨ªan. Pero lamenta que la extinci¨®n de estos animales nunca resultar¨ªa en una sobrepoblaci¨®n de sardinas, anchovetas u otros peces: ¡°Aunque no haya ping¨¹inos, va a seguir habiendo pesqueras que se los lleven todos¡±.