Cocinar con gas natural en Sudam¨¦rica, un riesgo ambiental y de salud subestimado
Las primeras mediciones realizadas en Brasil, Colombia y Chile apuntan a que estas estufas generan hasta 40 veces m¨¢s emisiones de lo reportado por los pa¨ªses
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Las estufas de gas natural con las que cocina buena parte de Sudam¨¦rica son m¨¢s t¨®xicas para la salud y el medio ambiente de lo que se cre¨ªa. As¨ª lo asegura un reciente an¨¢lisis realizado en hogares de Chile, Colombia y Brasil en el que se encontr¨® una constante que atraviesa a los tres pa¨ªses: el valor de emisiones de metano que se midi¨® alrededor de las estufas supera entre seis y 49 veces los datos estimados que usan los pa¨ªses para construir sus inventarios nacionales de emisiones de gases de efecto invernadero.
El gas natural, explica Ricardo Morales Betancourt, profesor de la Universidad de los Andes en Bogot¨¢ y coautor del informe, ¡°es casi 90% metano, un combustible f¨®sil. Pero al quemarlo, al igual que con la gasolina y el di¨¦sel, se convierte fundamentalmente en di¨®xido de carbono¡±. Es decir, por donde se mire, las cocinas de gas juegan un rol importante en el cambio clim¨¢tico. La sorpresa, asegura el experto, es que esta responsabilidad es mayor de lo que los pa¨ªses suelen registrar.
Al crear lo que se conoce como los inventarios de gases de efecto invernadero ¡ªb¨¢sicamente un reporte que hace cada pa¨ªs detallando cu¨¢les son sus emisiones y de d¨®nde vienen¡ª los Gobiernos tienen dos opciones. Una es calcularlas a partir de mediciones reales que han hecho. Y, la segunda, es acudir a datos que tiene el Panel Intergubernamental de Cambio Clim¨¢tico (IPCC) para estimarlas. En el caso de Chile, Colombia y Brasil, jam¨¢s se han cuantificado en la pr¨¢ctica las emisiones de las cocinas a gas, por lo que los pa¨ªses se han ido por la segunda v¨ªa.
El an¨¢lisis, liderado por el consorcio Global Methane Hubs, pretende empezar a llenar ese vac¨ªo: evalu¨® lo que liberan las cocinas de 45 casas en Chile (30 en Santiago y 15 en Temuco), 30 en S?o Paulo y 23 en Bogot¨¢, y compar¨® los resultados con el de los inventarios. Mientras que en la capital colombiana las emisiones de metano superaron seis veces los valores reportados, en Chile fueron 14 veces mayores y en la ciudad brasile?a hasta 49 veces superiores.
Otra de las alarmas que encontraron, apunta Morales, es que la mayor¨ªa de las emisiones no se dan mientras se usa, sino cuando la cocina est¨¢ apagada. ¡°La combusti¨®n representa apenas un 25%. Y lo otro, el 75%, viene de peque?as fugas, del gas que se est¨¢ escapando todo el tiempo, incluso cuando la estufa est¨¢ apagada¡±.
En Colombia, en los d¨ªas paralelos a la publicaci¨®n de este informe, la mayor empresa distribuidora del pa¨ªs, Vanti, inform¨® que los precios de gas natural subir¨ªan 36%. El fin de las reservas de gas ha sido una verdad inc¨®moda ¡ªy anunciada¡ª desde hace m¨¢s de diez a?os. Pero la transici¨®n, incluyendo la que debe suceder en las residencias, va a paso lento.
Alerta de salud
Adem¨¢s, los expertos alertan de que no se trata solo de una alerta ambiental, sino tambi¨¦n de salud. Franco Morales, de EBP Chile, una empresa internacional de consultor¨ªa en ingenier¨ªa, y coordinador de los an¨¢lisis en Brasil, comenta que tambi¨¦n estudiaron contaminantes que las cocinas de gas generan ¡ªcomo el di¨®xido de nitr¨®geno, el mon¨®xido de carbono y el benceno¡ª, que afectan la salud humana. Respirarlos en exceso puede generar desde dolores de cabeza hasta mareos e inconsciencia. El benceno ha llegado incluso a ser catalogado por la Agencia Internacional para la Investigaci¨®n del C¨¢ncer (IARC) como carcin¨®geno en seres humanos.
¡°Otros estudios ya han advertido que las emisiones dentro de los domicilios generan problemas respiratorios, como asma a largo plazo. Y es un costo social importante que nadie asume y que al final carga a los sistemas de salud¡±, dice Morales, de EBP. En Bogot¨¢, por ejemplo, una baja eficiencia en la combusti¨®n del gas puede estar elevando las concentraciones de los ¨®xidos de nitr¨®geno por encima de los l¨ªmites recomendados en ambientes con poca ventilaci¨®n, seg¨²n el informe.
Aunque en Sudam¨¦rica se habla mucho de la transici¨®n energ¨¦tica, poco se discute sobre c¨®mo debe hacerse a nivel residencial. Las cocinas de le?a que a¨²n se usan en varias partes de la regi¨®n son altamente contaminantes, pero el gas no deja de serlo. Por eso, este proyecto, dice el documento, busca dar insumos para que se elimine gradualmente el ¡°uso de combustibles s¨®lidos y electrodom¨¦sticos a gas natural en favor de alternativas totalmente el¨¦ctricas y eficientes¡±.
Chile, agrega Nicola Borregaard, tambi¨¦n de EBP, podr¨ªa tomar la delantera. ¡°De los tres analizados, es el pa¨ªs m¨¢s avanzado hacia la preparaci¨®n de esa transici¨®n energ¨¦tica a nivel residencial¡±, dice. ¡°Hasta junio de 2024, el balance que hicimos es que el escenario es muy favorable hacia la electricidad, implicando que sus precios son competitivos.¡± La transici¨®n energ¨¦tica, insiste, tambi¨¦n tiene que ver con los que consumen la energ¨ªa, de la forma que venga. Y el uso de gas en las cocinas, calefacciones y calentadores tambi¨¦n debe empezar a replantearse, sobre todo en las grandes ciudades.