Pionera, pero no perfecta: 10 a?os de la legislaci¨®n del cannabis de uso adulto en Uruguay
Las redes de narcotr¨¢fico han pasado de controlar el 58% del mercado de marihuana al 24%
¡°Alguien tiene que ser el primero¡±, dec¨ªa en 2012 el expresidente uruguayo, Jos¨¦ Mujica, cuando lo consultaban sobre la posibilidad de legalizar el mercado de cannabis en Uruguay y experimentar as¨ª una alternativa al prohibicionismo imperante. Tiempo despu¨¦s, en diciembre de 2013, el Congreso de su pa¨ªs aprobaba una ley que por primera vez en el mundo regulaba integralmente el mercado de cannabis para uso adulto o recreativo. Pasada una d¨¦cada se estima que el 51% de los urugu...
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¡°Alguien tiene que ser el primero¡±, dec¨ªa en 2012 el expresidente uruguayo, Jos¨¦ Mujica, cuando lo consultaban sobre la posibilidad de legalizar el mercado de cannabis en Uruguay y experimentar as¨ª una alternativa al prohibicionismo imperante. Tiempo despu¨¦s, en diciembre de 2013, el Congreso de su pa¨ªs aprobaba una ley que por primera vez en el mundo regulaba integralmente el mercado de cannabis para uso adulto o recreativo. Pasada una d¨¦cada se estima que el 51% de los uruguayos que fuma esta hierba lo hace dentro del circuito legal: la marihuana se vende en farmacias habilitadas, es posible cultivarla en casa u obtenerla en clubes cann¨¢bicos. ¡°La ley parece estar cumpliendo su objetivo de reducir el narcotr¨¢fico¡±, se?ala un informe oficial de abril pasado. El acceso por ese mercado ilegal, explica la agencia Uruguay XXI, cay¨® del 58% al 24% entre 2014 y 2022.
En 2013, Uruguay (3,4 millones de habitantes) tom¨® el camino inverso al adoptado por la mayor¨ªa de pa¨ªses y opt¨® por la legalizaci¨®n del consumo adulto o l¨²dico de cannabis antes de regular el empleado con fines medicinales o industriales. La ley 19.172, aprobada con los votos de la izquierda y rechazada en bloque por la centroderecha, determin¨® el control y regulaci¨®n estatal de la producci¨®n, venta y consumo del cannabis, haciendo hincapi¨¦ en la prevenci¨®n de su uso problem¨¢tico, la seguridad de la poblaci¨®n y la reducci¨®n del narcotr¨¢fico. La despenalizaci¨®n avanza en muchos pa¨ªses, pero a 2023, solo Uruguay, Canad¨¢ y algunos de los estados de Estados Unidos, indica el informe citado, legalizaron totalmente la venta comercial de cannabis para uso adulto. En Colombia, el Congreso acaba de rechazar esa posibilidad, mientras que en Alemania una ley aprobada en agosto con ese fin se pondr¨ªa en pr¨¢ctica en 2024.
¡°Regulamos para proteger el derecho de las personas que han hecho libremente la opci¨®n de consumir. Para que sepa lo que est¨¢ consumiendo y para que no se vea obligada a vincularse con organizaciones criminales para acceder al cannabis¡±, afirm¨® Daniel Rad¨ªo, m¨¦dico de profesi¨®n y actual secretario de la Junta Nacional de Drogas. ¡°Casi diariamente tenemos noticias de una persona herida, muerta o detenida en un procedimiento [policial] en una boca [punto] de venta [de droga] clandestina. Jam¨¢s tuvimos esa noticia con los miles de ciudadanos que concurren a comprar cannabis en el mercado regulado¡±, enfatiz¨® Rad¨ªo durante un foro acad¨¦mico celebrado en noviembre en Montevideo. Y pregunt¨® a los presentes: ¡°?Eso nos parece poco avance en t¨¦rminos civilizatorios?¡±.
El Instituto de Regulaci¨®n y Control del Cannabis (IRCCA) estima que en Uruguay hay aproximadamente 250.000 usuarios de esa planta. De ellos, 86.207 est¨¢n registrados y acceden por algunas de las tres v¨ªas habilitadas por ley: farmacias, cultivo dom¨¦stico o clubes cann¨¢bicos. Otros miles lo hacen mediante el uso compartido de la marihuana obtenida dentro del circuito legal, por lo que el IRCCA estima que en el ¨²ltimo a?o el mercado real alcanza al 51% de los consumidores. El gran desaf¨ªo, subrayan los expertos, es atraer a quienes a¨²n est¨¢n por fuera del ¨¢mbito regulado. Para eso sugieren incrementar los puntos de venta y aumentar la variedad de la oferta, que actualmente se concentra en tres tipos: Alfa, Beta y Gamma. Esta ¨²ltima, incorporada hace un a?o y con un mayor efecto psicoactivo, hizo que 11.000 nuevos usuarios adhirieran al sistema regulado, informa el IRCCA.
Para poder comprar marihuana en alguna de las 40 farmacias habilitadas en el pa¨ªs es obligatorio registrarse, tener m¨¢s de 18 a?os y ser ciudadano o residente en Uruguay. La ley no contempla que los turistas accedan al mercado legal. Una vez inscriptos, los usuarios pueden consumir hasta 40 gramos mensuales (el promedio de consumo mensual en farmacias oscila entre los 14 y 17 gramos, seg¨²n el IRCCA); cada paquete contiene cinco gramos y el precio ronda los 460 pesos, unos 12 d¨®lares. En total, 61.129 personas conforman el registro de adquirentes en farmacias; 14.592 est¨¢n habilitadas como cultivadores dom¨¦sticos (se permiten hasta seis plantas), mientras que 10.486 forman parte de los 306 clubes cann¨¢bicos con un tope de 45 miembros cada uno (pueden cultivar hasta 99 plantas de cannabis psicoactivo).
Registro obligatorio
En su informe de abril de 2023 sobre el cannabis, la agencia oficial Uruguay XXI sostiene que la ley ¡°parece estar cumpliendo su objetivo de reducir el narcotr¨¢fico¡± en el pa¨ªs, y en ese sentido indica que el acceso por la v¨ªa del mercado ilegal ¡°disminuy¨® de 58,2% en 2014 a 24% en 2022¡å. Sobre este aspecto, una investigaci¨®n de la Universidad Cat¨®lica del Uruguay, difundida en noviembre, se?ala la existencia de ¡°zonas grises¡± en el mercado regulado, en las que el cannabis producido legalmente es vendido de forma ilegal. ¡°Hay una desconfianza en el registro, en la privacidad del uso de los datos. Eso hace que muchos usuarios no est¨¦n dispuestos a registrarse a trav¨¦s de los mecanismos legales¡±, sostuvo la polit¨®loga Lorena Repetto durante la presentaci¨®n del estudio Zonas grises, mercados legales e ilegales: 10 a?os de la regulaci¨®n del cannabis en Uruguay.
El registro obligatorio es uno de los requisitos m¨¢s controvertidos de la ley uruguaya, que afectar¨ªa sobre todo a usuarios de los sectores sociales m¨¢s pobres. Llegar a ellos es una asignatura pendiente, sostienen los autores del estudio, pero tambi¨¦n a los que viven en zonas del pa¨ªs donde no se encuentra ninguna de las tres v¨ªas de acceso legal. Junto a la conveniencia o no del registro, otros planteos han sido recurrentes en los foros celebrados en Uruguay por el d¨¦cimo aniversario de la ley: generar nuevos y diferentes puntos de venta; permitir un mayor n¨²mero de socios en los clubes; contemplar que los visitantes puedan acceder legalmente a la marihuana o aumentar la variedad de la oferta. Algunos especialistas tambi¨¦n sugieren gravar el consumo de cannabis (actualmente exento de impuestos) y dedicar lo recaudado a prevenir y tratar el uso problem¨¢tico de esta droga.
¡°El camino de la regulaci¨®n no tiene marcha atr¨¢s¡±, dijo Rad¨ªo, secretario de la Junta Nacional de Drogas. El experto destac¨® el ¡°hecho diferencial¡± de que esta pol¨ªtica regulatoria fuera adoptada por la anterior administraci¨®n de izquierda y continuada por la presente coalici¨®n gobernante de centroderecha. ¡°Somos la generaci¨®n de la transici¨®n. Los herederos de un siglo de prohibicionismo que prohij¨® el desconocimiento, los prejuicios, el estigma, que retras¨® los avances en t¨¦rminos, por ejemplo, de investigaci¨®n, y que gener¨® m¨²ltiples barreras¡±, agreg¨®. Uruguay comenz¨® a desandar este camino hace diez a?os, continu¨® Rad¨ªo, pero advirti¨® que el pa¨ªs ¡°est¨¢ demasiado quieto¡± por falta de decisi¨®n pol¨ªtica e intereses en juego, mientras el mundo avanza en la investigaci¨®n y el conocimiento en torno al cannabis.
Rad¨ªo insisti¨® en que la regulaci¨®n debe apuntar a proteger el derecho de las personas a consumir libremente el cannabis, no para combatir a nadie. Desde su punto de vista ¡°el poder del narcotr¨¢fico no va a disminuir¡±, tal y como se propuso la ley de 2013: ¡°Los grandes narcotraficantes no viven del cannabis¡±, asegur¨®. Adem¨¢s, Rad¨ªo dijo que las organizaciones criminales son polifuncionales y se reconvierten: ¡°No es verdad que se vayan a ver debilitadas¡±. ¡°Y la violencia no va a disminuir por la elemental raz¨®n de que el cannabis no est¨¢ asociado a la violencia¡±, concluy¨®.
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