A un a?o del crimen de Fernando Villavicencio en Ecuador: siete sospechosos muertos y sin autor intelectual

El asesinato de un candidato a la presidencia marc¨® el 9 de agosto de 2023 un punto sin retorno en la crisis de violencia que enfrenta Ecuador. Tras unas semanas turbias por el crimen del alcalde de una ciudad costera, un grupo de sicarios colombianos, camuflados entre la gente que sal¨ªa de un mitin pol¨ªtico, dispar¨® cuatro veces contra Fernando Villavicencio.

Un a?o despu¨¦s, 13 personas est¨¢n detenidas por su presunta vinculaci¨®n con el hecho. Seis de ellas fueron asesinadas en el pabell¨®n siete de la c¨¢rcel de la Penitenciar¨ªa del Litoral en Guayaquil y otra en la prisi¨®n del Inca en Quito. De los sobrevivientes, cinco fueron condenados como autores y c¨®mplices del asesinato el 12 de julio pasado. Son quienes contrataron a los sicarios en Colombia, los trajeron a Quito, y les entregaron los veh¨ªculos que usaron el d¨ªa del magnicidio. La Fiscal¨ªa se?al¨® como autor intelectual del crimen a Carlos Angulo, alias Invisible, que se encontraba recluido en la c¨¢rcel de Cotopaxi en el momento del asesinato. Angulo dirigi¨® todo el operativo desde la c¨¢rcel, hizo videoconferencias con los implicados y dio la orden al tel¨¦fono m¨®vil de Johan Castillo, alias Ito, el sicario que llev¨® desde la periferia de Cali a Quito para cometer el magnicidio.

Laura Castillo, alias La flaca, fue quien ejecut¨® las ¨®rdenes que sal¨ªan de la c¨¢rcel de m¨¢xima seguridad de Cotopaxi. Junto con Angulo, fue sentenciada a la pena m¨¢xima de 34 a?os de prisi¨®n. Los otros tres procesados recibieron 12 a?os y multas econ¨®micas por c¨®mplices. Pero el proceso para saber qui¨¦n orden¨® el crimen y cu¨¢l fue la motivaci¨®n contin¨²a empantanado, sin mayores respuestas y bajo reserva de la Fiscal¨ªa. Para Amanda y Tamia Villavicencio, hijas del candidato, hay un mal sabor en el proceso judicial.

La Fiscal¨ªa mantiene abierta una investigaci¨®n sobre la autor¨ªa intelectual del asesinato, pero la familia Villavicencio se enfrenta a restricciones en el acceso a la informaci¨®n del caso. ¡°Recientemente, el fiscal subrogante nos inform¨® que no se nos entregar¨¢ el n¨²mero del expediente ni las copias de los informes solicitados, y que se ha impuesto una doble reserva a la investigaci¨®n¡±, se?ala Amanda.

Durante el juicio, el Tribunal escuch¨® el testimonio de un testigo protegido, la pareja de Laura Castillo, quien describi¨® c¨®mo se organiz¨® la log¨ªstica antes del asesinato. A ¨¦l le ofrecieron ser parte del trabajo, pero no acept¨®; unos d¨ªas despu¨¦s del crimen, uno de los implicados le dijo que el trabajo hab¨ªa costado 200.000 d¨®lares y lo hab¨ªa ordenado ¡°alguien del Gobierno de Correa¡±. Esa versi¨®n no convence a la familia de Villaviencio. ¡°Tememos que la Fiscal¨ªa vaya solo por esa hip¨®tesis, si bien nuestro padre denunci¨® hechos de corrupci¨®n contra el corre¨ªsmo, tambi¨¦n denunci¨® a muchas otras esferas del poder, ¨¦l cuestion¨® a muchas mafias¡±, explica Tamia.

Fue justamente su oposici¨®n al expresidente Rafael Correa la que lo convirti¨® en una figura reconocida en Ecuador. Una de sus investigaciones period¨ªsticas destap¨® una trama de sobornos que termin¨® en un juicio contra Correa y una docena de sus colaboradores m¨¢s cercanos que fueron sentenciados por corrupci¨®n. Villavicencio siempre logr¨® tener informaci¨®n privilegiada sobre contratos irregulares en las ¨¢reas estrat¨¦gicas del Estado. Se convirti¨® en un personaje inc¨®modo para muchos pol¨ªticos.

En una de las ¨²ltimas entrevistas que dio el d¨ªa de su asesinato al medio Ecuavisa, Villavicencio critic¨® el papel de las autoridades en el combate del crimen organizado. Afirm¨® que ¡°la Polic¨ªa sabe d¨®nde est¨¢n las guaridas de los delincuentes, de los narcotraficantes, de la miner¨ªa ilegal, de los delincuentes de cuello blanco¡±, y prometi¨® que una de las primeras cosas que har¨ªa en caso de llegar a la presidencia ser¨ªa depurar a la fuerza p¨²blica. Tambi¨¦n hab¨ªa denunciado, en los ¨²ltimos d¨ªas, amenazas de alias Fito, uno de los criminales m¨¢s peligrosos que se le escap¨® al Gobierno de Noboa en enero de este a?o. Villavicencio recibi¨® una advertencia de este criminal: ¡°Si yo sigo mencionando el nombre de Fito y mencionando a los Choneros [su banda] me van a quebrar¡±, hab¨ªa advertido.

En cada mitin en el que particip¨®, el candidato recibi¨® amenaza. Por eso el polic¨ªa a cargo de su seguridad, el capit¨¢n Cristian Cevallos, hab¨ªa pedido en varias ocasiones equipos t¨¢cticos, veh¨ªculos y armas largas para reforzar la seguridad de Villavicencio. Siete d¨ªas antes del asesinato, Cevallos hizo una nueva solicitud pero no recibi¨® respuesta de las autoridades policiales. Adem¨¢s, no se asign¨® la cantidad suficiente de agentes, seg¨²n la norma. Esta informaci¨®n fue parte de una investigaci¨®n realizada por una comisi¨®n del Congreso para determinar sobre los responsables pol¨ªticos.

El informe concluy¨® que se trat¨® de un crimen pol¨ªtico debido a las investigaciones de Villavicencio sobre el crimen organizado. Sin embargo, la mayor¨ªa de la comisi¨®n, compuesta por asamble¨ªstas de diversos partidos, aprob¨® un informe paralelo presentado por un legislador del partido del Gobierno, que responsabilizaba al expresidente Guillermo Lasso, al Ministerio del Interior y a la Polic¨ªa, descartando la hip¨®tesis que involucraba a otros actores del crimen organizado.

¡°Estamos hu¨¦rfanas tambi¨¦n del Estado¡±, se?ala Amanda. ¡°Nos hemos dado cuenta de que el pa¨ªs est¨¢ en una orfandad de justicia¡±, a?ade Tamia. Las se?ales actuales sobre el avance de la investigaci¨®n no les brindan la certeza de que la justicia identificar¨¢ a los responsables del asesinato de su padre. Siguen con dudas sobre la posible omisi¨®n de otros responsables dentro del engranaje estatal que facilit¨® el crimen, como el SNAI, la entidad gubernamental a cargo de las c¨¢rceles, que ten¨ªa bajo custodia a Angulo.

¡°?Qui¨¦n es responsable de que ese preso tuviera internet de fibra ¨®ptica en su celda? ?Qui¨¦n fall¨® en la custodia de los otros sicarios asesinados en las c¨¢rceles? ?Qu¨¦ ha pasado con los responsables de las falencias en su seguridad?¡±, se preguntan. ¡°Mi padre nos ense?¨® que una golondrina no hace verano, y aunque ¨¦l busc¨® siempre la verdad, nosotras estamos decididas a seguir su legado¡±, concluyen.

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