¡°?Saquen a esos ni?os de esa jaula!¡±: la indignaci¨®n por las incesantes deportaciones en Rep¨²blica Dominicana
Amnist¨ªa Internacional verifica una docena de v¨ªdeos que muestran reiteradas violaciones a los derechos humanos. ¡°Luis Abinader tiene la oportunidad de rectificar¡±, se?ala la organizaci¨®n
Un polic¨ªa nacional dominicano agredido por tres agentes de migraci¨®n de su propio pa¨ªs. Un beb¨¦ que cuelga por fuera del cami¨®n de deportaciones sujetado por la madre, encerrada en el interior, rumbo a la frontera entre Rep¨²blica Dominicana y Hait¨ª. Un militar que golpea en la cara a un joven tirado en el suelo. Cuatro hombres ¡ªdos de ellos vestidos de civiles¡ª que arrastran por el suelo a un chico que chilla y se agarra adolorido el est¨®mago. La pol¨ªtica migratoria dominicana lleva a?os dejando im¨¢genes dif¨ªciles de mirar.
Pero el equipo de Evidence Lab, de Amnist¨ªa Internacional ha querido no solo visionarlas, sino analizar una docena de videos enviados por ciudadanos y organizaciones de derechos humanos. En un ejercicio de verificaci¨®n, el organismo ha demostrado que estas conductas no entran en un ¡°margen de error¡±, como ha defendido varias veces presidente Luis Abinader. ¡°Hemos podido documentar abusos cometidos durante los operativos migratorios y hemos llamado a las autoridades a cumplir con sus obligaciones constitucionales¡±, explica por tel¨¦fono Johanna Cilano, investigadora regional para la organizaci¨®n internacional. ¡°Es urgente que las autoridades dominicanas detengan estas expulsiones colectivas y respeten los derechos humanos. Abinader tiene la oportunidad de rectificar¡±.
Sin embargo, parece que, lejos de repensar la pol¨ªtica migratoria de su pa¨ªs, al presidente le trae mayor r¨¦dito pol¨ªtico este discurso antimigratorio que lo llev¨® a un segundo mandato el 16 de agosto, con m¨¢s del 57,45% de los votos. Aunque lleva apenas 54 kil¨®metros (y no se ha avanzado en su construcci¨®n desde 2022), prometi¨® un muro que dividir¨¢ ambos pa¨ªses, al m¨¢s puro estilo trumpista y se?al¨® a los organismos internacionales que denunciaban la violaci¨®n de derechos humanos, por querer inmiscuirse en ¡°asuntos nacionales¡±. ¡°No pararemos las deportaciones a Hait¨ª ni autorizaremos campos de refugiados¡±, advirti¨® a la BBC un mes antes de las elecciones. El fin de semana de los comicios, de hecho, en Dajab¨®n, el punto fronterizo m¨¢s transitado, se triplicaron las redadas. Y durante su primer mandato, el propio Abinader se congratul¨® de haber ¡°multiplicado por diez los operativos¡±.
Desde 2022 Rep¨²blica Dominicana se convirti¨® en el pa¨ªs que deporta m¨¢s personas haitianas en movilidad, a pesar del llamamiento en noviembre de 2022 del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (Acnur) a los estados para detener los retornos forzados a Hait¨ª, un pa¨ªs que afronta una de las peores crisis pol¨ªticas y de seguridad del mundo. Sin embargo, seg¨²n la Organizaci¨®n Internacional para las Migraciones (OIM), en 2023 fueron deportadas 208.166 personas haitianas. De ellas, m¨¢s de 20.000 son adolescentes, ni?as y ni?os. Durante 2024, la cifra ronda las 98.594 personas, entre ellas, m¨¢s de 5.000 menores de edad. El 85% de estos n¨²meros se produjeron en Rep¨²blica Dominicana.
¡°Las personas migrantes y las personas en necesidad de protecci¨®n internacional no deben ser sometidas a medidas punitivas, como la detenci¨®n¡±, zanja Cilano. ¡°La situaci¨®n de irregularidad migratoria no constituye un delito. Aplicar, de manera generalizada, medidas de restricci¨®n de la libertad por la situaci¨®n de irregularidad en el pa¨ªs genera detenciones arbitrarias y supera el inter¨¦s leg¨ªtimo del Gobierno del presidente Abinader por gestionar la migraci¨®n¡±.
La violencia y el uso excesivo de la fuerza son una constante en los testimonios de las v¨ªctimas contactadas por el organismo. EL PA?S ha podido recabar m¨¢s de 15 testimonios sobre experiencias traum¨¢ticas como tocamientos, extorsi¨®n, agresiones y hacinamiento en los centros de detenci¨®n, as¨ª como un claro perfilamiento racial. ¡°Rep¨²blica Dominicana instaur¨® un apartheid¡±, explic¨® en mayo a este medio Roudy Joseph, portavoz del colectivo HaitianosRD. ¡°Existe una obsesi¨®n por excluir a todo el que es haitiano o lo parece¡±. En el marco de este ejercicio de verificaci¨®n de videos grabados entre julio de 2023 y julio de 2024, la organizaci¨®n recibi¨® tambi¨¦n una denuncia de violencia sexual a una ni?a de 14 a?os.
¡°Esto pone en riesgo efectivamente a personas dominicanas de ascendencia haitiana, incluyendo aquellas personas que son beneficiarias de la ley 169-14¡å, recalca Cilano. La doctora en Historia y estudios regionales hace referencia a una enmienda que surgi¨® tras la sentencia 168-13 de 2013, uno de los episodios m¨¢s oscuros de la pol¨ªtica migratoria del pa¨ªs, un fallo que sentaba jurisprudencia para desnacionalizar a los dominicanos de ascendencia haitiana desde 1929.
Esa sentencia anul¨® los documentos de unas 90.000 personas de la primera generaci¨®n (y afect¨® a m¨¢s de 133.000 incluyendo a los hijos y nietos de estos) que de la noche a la ma?ana quedaron desamparadas; una cifra moderada a ojos de las organizaciones de derechos humanos. La norma tambi¨¦n cerraba la puerta a cualquier posibilidad de pedir la nacionalidad por v¨ªas legales y unas 130.000 personas quedaron en situaci¨®n de apatridia. La ley 169-14 quiso enmendar la oleada de cr¨ªticas que recibi¨® esta medida. Sin embargo, una d¨¦cada despu¨¦s son muchos los ciudadanos que siguen sin papeles.
A los camiones de deportaci¨®n los llaman camionas (por la forma en la que lo pronuncian los migrantes) o c¨¢rceles sobre ruedas. Cualquier vecino de zona fronteriza reconoce r¨¢pidamente los barrotes que los recubren y son espectadores cotidianos de los deditos de los ni?os agarrados a las barras y de los gritos de quienes no consiguieron llegar al otro lado. En uno de los v¨ªdeos, una mujer estalla de ira y les grita a los agentes: ¡°?Saquen a esos ni?os de esa jaula, por el amor de Dios!¡±. Al lado, otro vecino del barrio bastante m¨¢s c¨®modo con la escena, le responde que se tranquilice, que no se van a morir. ¡°No es que no se mueran. Es que est¨¢n violando los derechos humanos¡±, espeta indignada.
¡°Tienen dificultades para respirar¡±
Nadie sube con ganas a los camiones de deportaci¨®n. Mucho menos para ser devuelto a un pa¨ªs en el que pr¨¢cticamente la mitad de la poblaci¨®n pasa hambre. Pero, seg¨²n el comunicado de Amnist¨ªa, las personas son habitualmente golpeadas y subidas de manera forzosa y ¡°hasta tienen dificultades para respirar¡± del hacinamiento de estos buses que cargan hasta 90 personas en un veh¨ªculo con capacidad para 40. ¡°Son dejadas ah¨ª con altas temperaturas, durante horas, antes de ser trasladadas al centro de interdicci¨®n, sin acceso a agua, servicios sanitarios o alimentaci¨®n, poniendo en grave riesgo su integridad¡±, narra el escrito publicado este mi¨¦rcoles. Una vez dentro de los centros, la situaci¨®n no mejora. Contin¨²a el hacinamiento, no hay acceso a agua ni alimentaci¨®n y se les restringe hablar con familiares o abogados.
Adem¨¢s, la organizaci¨®n recibi¨® informaci¨®n de mujeres que han sido v¨ªctimas de violencia sexual por parte de autoridades, incluyendo tocamientos, comentarios sobre sus cuerpos y ¡°exigencia de favores sexuales a cambio de la liberaci¨®n¡±. Seg¨²n testimonios recabados, algunas mujeres haitianas embarazadas, residentes en bateyes (barrios pobres habitados normalmente por migrantes) o que requieren cuidados posnatales no buscan atenci¨®n m¨¦dica por miedo a la detenci¨®n y deportaci¨®n.
Asimismo, tambi¨¦n han sido notificados de la entrega de ni?as, ni?os y adolescentes por parte del Consejo Nacional para Ni?ez y Adolescencia (Conani) a las autoridades haitianas sin que exista un protocolo para dicha entrega, ni mecanismos que garanticen el principio de inter¨¦s superior del ni?o. ¡°Es imperativo la investigaci¨®n y sanci¨®n a los responsables de violaciones de derechos humanos y otros abusos, as¨ª como la adopci¨®n de medidas concretas para eliminar y prevenir la violencia racista y la discriminaci¨®n racial en los operativos migratorios, con especial atenci¨®n a aquellas que afectan a la ni?ez y a las personas gestantes¡±, zanja Cilano.
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