This is for la Raza: 50 a?os de arte chicano
Del mote despectivo para los mexicanos en Estados Unidos, pasando por la lucha de los derechos civiles y la identidad desde su ¡°no identidad¡±, la cultura chicana ha permeado y trascendido al ecosistema del arte contempor¨¢neo, expandiendo su cosmovisi¨®n misma y alimentando otras corrientes est¨¦ticas
De los d¨ªas en los que la parte norte de M¨¦xico pas¨® a ser propiedad de Estados Unidos, a la ¨¦poca de los pachucos y braseros a salto de mata, la cultura chicana ha defendido su existencia desde todos los frentes posibles e imaginables, siendo el del arte un terreno noble y generoso pero tambi¨¦n potente y certero para levantar un pu?o de guerra que dicta: ¡°hey, homs, this is nuestra tierra tambi¨¦n, ese¡±.
Reapropiaci¨®n del soul de coraz¨®n m¨¢s negro, r¨¢fagas de mambo, ropa elegante pero tumbada, spanglish, reimaginaci¨®n del regreso a Aztl¨¢n y una di¨¢spora pict¨®rica, fotogr¨¢fica y escult¨®rica que se ha expandido por las ciudades fronterizas de Estados Unidos, habl¨¢ndole cada vez con m¨¢s fuerte no s¨®lo a los mexicoamericanos de segunda o tercera generaci¨®n. Hoy, el arte contempor¨¢neo chicano tambi¨¦n ha acogido a otras concepciones latinoamericanas, a otros espejos exclusivamente angloparlantes y, a su vez se dislocado tambi¨¦n al arte conceptual, el performance, las ferias y los mercados m¨¢s relevantes del mundo, despoj¨¢ndose en el paso de algunos clich¨¦s, lecturas exotizantes y anquilosadas, sin dejar de ser un arte sumamente racial, identitario y politizado.
El color de C¨¦sar Ch¨¢vez
A lo largo de poco m¨¢s de cinco d¨¦cadas, el arte chicano ha expandido la iconograf¨ªa de las camisas franeleras, los referentes penitenciarios, Tin T¨¢n, el pocho slang y su ubicuidad que lo ce?¨ªa tradicionalmente como una obra, casi siempre pintura o escultura en el mejor de los casos, creada por estadounidenses de ascendencia mexicana y fuertemente influenciado por el Movimiento Chicano en Estados Unidos como parte de la revoluci¨®n contracultural de finales de la d¨¦cada de los 60 y principio de los 70, en donde las protestas por la guerra de Vietnam y la lucha por los derechos civiles encabezadas por C¨¦sar Ch¨¢vez dieron un primer paso sociopol¨ªtico y cultural.
Un punto de quiebre importante sucedi¨® en 1990, con la inauguraci¨®n de la exposici¨®n itinerante Chicano Art: Resistance and Affirmation en la Wight Gallery de la Universidad de California, en Los ?ngeles, en donde el comit¨¦ asesor de la exposici¨®n emiti¨® las siguientes palabras, que fueron reconocimiento y existencia para la comunidad: ¡°El arte chicano es la expresi¨®n moderna y continua de la lucha cultural, econ¨®mica y pol¨ªtica a largo plazo del pueblo mexicano dentro de los Estados Unidos. Es una afirmaci¨®n de la compleja identidad y vitalidad de su pueblo. El arte chicano surge y est¨¢ moldeado por nuestras experiencias en las Am¨¦ricas¡±.
?guilas, guerreros aztecas, vatos y rucas en plan rasquache (pobre o que se las arregla), como los grandes artistas del mundo han ¡°tomado prestado¡± de otros movimientos art¨ªsticos o teor¨ªas posmodernas para ir ganando terreno. As¨ª, hoy la figura din¨¢mica y vibrante del arte chicano va del poder¨ªo pl¨¢stico de artistas fundamentales como Carlos Almaraz, Yreina Cerv¨¢ntez, Shizu Saldamando o Linda Vallejo, pasando por la generaci¨®n emergente que est¨¢ posicionando las preocupaciones de la comunidad chicana en otro nivel: John Valadez (fot¨®grafo), B¨¢rbara Carrazco (pintura) o Harry Gamboa (conceptual), hasta llegar a la radicalidad transgresora del performance en nombres como La Pocha Nostra, la mirada queer decolonial de Rafael Esparza, e incluso la expansi¨®n de lo chicanco como lo propuesto en el trabajo de la artista salvadore?a afincada en Los ?ngeles, Beatriz Cortez, quien comanda una suerte de sci-fi conceptual transfronteras de mirada m¨²ltiple.
Aliendigenismo
As¨ª como el caso de Beatriz Cortez, un ejemplo paradigm¨¢tico de la innegable huella del arte chicano incluso fuera de sus propios linderos lo encontramos hoy en d¨ªa en el trabajo de artistas como Guillermo Estrada, de 43 a?os, quien desde muy temprana edad se ha visto influido por la relaci¨®n transfronteriza, generando todo un lenguaje discursivo y est¨¦tico en funci¨®n de la identidad m¨²ltiple, derivada de la relaci¨®n M¨¦xico-Estados Unidos.
¡°Yo soy de Tecate, Baja California, que est¨¢ entre Ensenada, Tijuana y la l¨ªnea Internacional con Baja California y entre localidades de menor dimensi¨®n como El Caj¨®n y tambi¨¦n una parte de San Diego. He tenido mucha relaci¨®n y desarrollo de mi trabajo ac¨¢, porque tambi¨¦n mi familia vive en esta zona y ven¨ªa muy seguido a Estados Unidos a visitarlos. Cuando estuve estudiando la licenciatura en historia, con mi visa de turismo me ven¨ªa a trabajar hasta 2013. Al mismo tiempo produzco cosas relacionadas con escena musical de Mexicali con el artista Christian Franco.
¡°Mi tesis y buena parte de mi trabajo tiene que ver con esta relaci¨®n entre pa¨ªses, la idea de frontera, la cual es ¡®todas partes¡¯ y est¨¢ en todo. Una forma de verlo es cuando experimento en 2013 -a?o en el que regularizo mi situaci¨®n legal en Estados Unidos- y me asignan un n¨²mero de ¡®Alien¡¯, me dan un registro de residente y me quedo clavado con eso. Adem¨¢s, mi abuelo creci¨® en una comunidad ind¨ªgena y eso fue decantando en este concepto del alien extranjero e ind¨ªgena nativo. Entonces veo la frontera desde otra perspectiva, le pongo aliendigenismo: una persona que migra a otro lado, puede ser de colonia o de casa, y deshace la idea de frontera. Como l¨ªmites, regiones, cosmos y el underground. Yo puedo platicar con Rancho Shampoo (proyecto perform¨¢tico y musical), que me da otra perspectiva y dimensi¨®n, eso me ha ayudado mucho para trabajar en Estados Unidos. Ahora regreso a M¨¦xico y soy un h¨ªbrido-eje con este pa¨ªs. Tener estas dos posibilidades de viajar s¨ª me ha ayudado mucho a entender el entorno de c¨®mo lo vivo a trav¨¦s de mis hommies, mi familia, mi trabajo, los cruces y la gente; es todo un ejercicio de reflexi¨®n en torno a donde vives y est¨¢s. Hay barreras, l¨ªmites, regiones donde te mueves f¨¢cil y otras a contraluz. Esto tambi¨¦n para que el di¨¢logo crezca m¨¢s, es una perspectiva distinta de mi frontera pero se puede combinar bien con otros fronterizos (como los chicanos) Est¨¢ conectado¡±, asegura Estrada.