El oto?o de la anarqu¨ªa
Barcelona vivi¨® una ma?ana de cortes breves, accesos al metro cerrados y el ulular de la polic¨ªa
Paseo por el desbarajuste
Cuando conversas percibes que hay dentro del independentismo gente que empieza a decir que se han equivocado
La sombra de Trapero es alargada
El jefe de los Mossos durante el 1-O nos record¨® que entre los cuerpos de seguridad prima la descoordinaci¨®n que podr¨ªamos definir como tensiones corporativas
F¨¢bula del burro y el arriero
De Rajoy no se sabe qu¨¦ esperaba del Estatut, pero se sabe que no hizo nada para sofocar el creciente malestar (sobre todo en la Catalu?a profunda) que dio alas al independentismo
La forja de los l¨ªderes de la calle
En todo proceso hay momentos de tedio ante el desfile de testigos insustanciales, pero el inter¨¦s del juicio oral vive por sorpresa una sacudida con la aparici¨®n de gente que no se esperaba dijesen lo que dicen
Del plan A al plan B y de ah¨ª al fracaso
La gente tambi¨¦n merendaba e iba a la ¨®pera en San Petersburgo en octubre del 17 mientras en la calle, como ocurri¨® en Catalu?a el 1-O, se montaba la de Dios es Cristo
El final de la funci¨®n
El oyente preguntar¨ªa al sonriente coronel si no habr¨ªa sido menos costoso dejar votar tras recordar a los votantes que no serv¨ªa para nada
Sillas vac¨ªas al otro lado de las mesas
?Nadie en el Gobierno tuvo la idea de hacer algo mucho antes del 1-O para desactivar el malestar creciente de un amplio sector de la sociedad catalana?
Perdidos en el debate competencial
La Polic¨ªa es buena si casca a los manifestantes de la otra acera; es salvaje si lo hace en la barricada en la que t¨² est¨¢s
Bomberos y pir¨®manos
A las brasas del fuego independentista, el Gobierno de Rajoy ech¨® gasolina
Familias complejas en la Catalu?a diversa
Cuixart, hijo de familia trabajadora de habla castellana, madre murciana, refleja la fidelidad a una idea dir¨ªa que monotem¨¢tica
Generador de utop¨ªas
Jordi S¨¢nchez sufre el s¨ªndrome de la c¨¢rcel de Lledoners, como los presidentes de gobierno sufren el de Moncloa, Palau o Waterloo
Gentes con buenas intenciones
En el almac¨¦n de la memoria est¨¢ la foto de Rull y Turull defendiendo la inocencia de Oriol Pujol
El ponderado y la sorpresa
Cuando Turrull defini¨® a la sociedad catalana como no violenta me vino en mente la violencia, pol¨ªtica y patronal, que ha sufrido esta sociedad a lo largo de decenios
Junqueras, entre la fe y el error
?Se equivoc¨® el 'vicepresident' de la Generalitat al no responder al interrogatorio del fiscal?
Gesti¨®n de la desilusi¨®n
Los ¨²nicos culpables de la p¨¦rdida de prestigio del Govern son quienes gobiernan la Generalitat
El Estado siempre empapela
Lo que cala de sus palabras en la sociedad catalana va seg¨²n la ideolog¨ªa del receptor
Se levanta el tel¨®n
Dos antiguos fiscales han roto muchos a?os de s¨®lida amistad porque lo emocional casa mal con la racionalidad
S¡¯aixeca el tel¨®
Dos antics fiscals han trencat molts anys de s¨°lida amistat perqu¨¨ les emocions i la racionalitat no s'avenen
Charly
Vivir en catal¨¢n y en castellano
No hay persecuci¨®n ling¨¹¨ªstica. La convivencia entre los dos idiomas se da con la inmigraci¨®n
Un xen¨®fobo a la caza de la alcald¨ªa
Josep Anglada puede ser determinante para desalojar a CiU del poder municipal
Manicomios sin muros
En un Estado de bienestar, la salud mental debiera ser un cap¨ªtulo m¨¢s de la asistencia sanitaria general
Creyentes e 'increyentes'
Finaliza en el CCCB el ciclo dedicado a interrogantes sobre la existencia en tiempos de hiperconsumo
Arrollados por el hedonismo
Los Bala?¨¢ (m¨¢s o menos)
El clan familiar catal¨¢n gestiona la plaza de Barcelona desde 1927 adem¨¢s de cines, teatros y otros espect¨¢culos