La libertad de Vasili Grossman
Una biograf¨ªa del autor de ¡®Vida y destino¡¯ muy atenta al contexto sociopol¨ªtico de la URSS coincide con la versi¨®n sin censurar de su libro sobre Stalingrado
Hace cuatro d¨¦cadas, cuando se public¨® en Lausana el manuscrito microfilmado in¨¦dito de Vida y destino despu¨¦s de haber burlado las fronteras, Vasili Grossman gan¨® p¨®stumamente la partida del tiempo, revalidando as¨ª el mensaje contenido en su novela: la vida siempre acaba por abrirse paso, el deseo humano de libertad es inquebrantable. En un breve ensayo aparecido el a?o de la disoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Louise Gl¨¹ck afirm¨® que la...
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Hace cuatro d¨¦cadas, cuando se public¨® en Lausana el manuscrito microfilmado in¨¦dito de Vida y destino despu¨¦s de haber burlado las fronteras, Vasili Grossman gan¨® p¨®stumamente la partida del tiempo, revalidando as¨ª el mensaje contenido en su novela: la vida siempre acaba por abrirse paso, el deseo humano de libertad es inquebrantable. En un breve ensayo aparecido el a?o de la disoluci¨®n de la Uni¨®n Sovi¨¦tica, Louise Gl¨¹ck afirm¨® que la creaci¨®n art¨ªstica es una venganza contra las circunstancias. Y ante los cr¨ªticos, a?ad¨ªa la reciente Nobel, el autor cuenta con la mejor baza: sabe que el futuro acabar¨¢ por borrar las peque?eces de su presente. Hoy, las obras de los colegas que maquinaron contra el autor de Todo fluye, as¨ª como de otros que miraron para otro lado a cambio de prebendas, no se leen. El tiempo, ese ¡°protector sosegado y leal de los tesoros literarios¡±, seg¨²n Grossman, es el ¨²nico juez leg¨ªtimo. Una sociedad se define por qu¨¦ y c¨®mo lee, por lo que proh¨ªbe o silencia. De ah¨ª que nos interesen las biograf¨ªas de escritores.
La ¨²nica de Grossman disponible hasta la fecha en espa?ol era la firmada por los eslavistas Carol y John Garrard. Aparecida en 1996, se centraba sobre todo en el silencio en torno al exterminio jud¨ªo en Europa Oriental, tal como indica su t¨ªtulo original: Los huesos de Berd¨ªchev. El asesinato de la madre de Grossman, junto con otras 30.000 v¨ªctimas, a manos de los Einsatzgruppen en la ciudad ucraniana de Berd¨ªchev ¡ªdonde naci¨® el autor¡ª, fue para ¨¦l un punto de inflexi¨®n tanto en lo personal como en lo literario, subrayaron los Garrard, as¨ª como lo que vio y oy¨® en el frente.
Esa biograf¨ªa, en que se privilegiaba el acercamiento ¨ªntimo (¡°el impacto de la herencia de la guerra en la vida y obra de un hombre¡±), se tradujo a nuestro idioma en 2010, cuando a¨²n no se hab¨ªan vertido al espa?ol obras de Grossman como El libro negro, Stalingrado ¡ªla versi¨®n sin censurar de 1.100 p¨¢ginas (reci¨¦n publicada por Galaxia Gutenberg) que, tras tres a?os de sufrida edici¨®n, se convirti¨® en 1952 en Por la causa justa¡ª o la cr¨®nica de su viaje a Armenia como traductor al final de su vida. Tampoco La Madonna Sixtina o El camino. Que estos t¨ªtulos est¨¦n ahora accesibles permitir¨¢ a los lectores seguir mejor esta nueva aproximaci¨®n a la figura de Grossman a cargo de Alexandra Popoff, periodista e historiadora cultural moscovita afincada en Canad¨¢ a la que conoc¨ªamos por sus ensayos sobre Sofia Tolstaia (Circe, 2011) o sobre las compa?eras de varios titanes de las letras rusas (The Wives, 2013).
El t¨ªtulo de su biograf¨ªa, Vasili Grossman y el siglo sovi¨¦tico, revela cu¨¢l ha sido su intenci¨®n al colocar a Grossman junto a su ¨¦poca, ¡°el siglo sovi¨¦tico¡±, pues Popoff ha otorgado m¨¢s peso al contexto que sus antecesores. Su vida estuvo estrechamente ligada a los acontecimientos hist¨®ricos, que cont¨® en sus reportajes bien como testigo directo, bien mediante declaraciones de otros, como cuando entrevist¨® a supervivientes del Holocausto o a expresos del Gulag, gracias a lo cual care¨® un totalitarismo con otro. Y antes presenci¨® la guerra civil rusa, tambi¨¦n los planes quinquenales, las purgas, las hambrunas genocidas o el antisemitismo sovi¨¦tico estructural.
Un planteamiento ambicioso, el de Popoff, encajado en 440 p¨¢ginas de texto, que satisfar¨¢ a un p¨²blico amplio que busque guiarse por el laberinto de la burocracia y los c¨®digos de la era sovi¨¦tica. Cierra el volumen un ep¨ªlogo centrado en el actual clima de revisionismo. Seg¨²n Popoff, la fr¨ªa recepci¨®n dispensada hoy en Rusia a Grossman demuestra que su cosmovisi¨®n ¡ªhumanista¡ª est¨¢ en las ant¨ªpodas de la del Kremlin y que, en tiempos de Putin, su lectura es perentoria. Con todo, la hondura con la que Grossman analiz¨® las ra¨ªces de la tiran¨ªa trasciende Rusia.
Popoff no destaca por ser una gran estilista. Hay pasajes en que la narraci¨®n se difumina. La cantidad de nombres que asoman la obligan a detenerse para presentarlos, cuando un anexo con notas biogr¨¢ficas habr¨ªa evitado tener que dar esa informaci¨®n en el cuerpo de texto. Otras veces, se echan de menos m¨¢s datos espec¨ªficos e ilustrativos, en lugar de citas de otros escritores, como cuando aborda la atm¨®sfera efervescente de los a?os veinte moscovitas.
La ambici¨®n de totalidad prima sobre la mirada lenta hacia los detalles, una de las m¨¢ximas de Grossman. Aun as¨ª, Popoff logra ofrecer una idea de conjunto que permite detectar los elementos de continuidad en su obra, en la l¨ªnea de otros investigadores que no ven en ¨¦l tanto una ¡°conversi¨®n¡± a partir de la guerra como una confirmaci¨®n de los principios que reg¨ªan su mirada, ya perceptibles en su primera novela ambientada en las minas del Donb¨¢s. Si bien la extensi¨®n no alcanza para profundos an¨¢lisis literarios, s¨ª acierta Popoff en subrayar las ideas relevantes de sus principales obras, ricas en implicaciones literarias y filos¨®ficas. Debido a su imperativo de contar la verdad ¡ªsu cr¨®nica sobre Treblinka se adjunt¨® como prueba en los juicios de N¨²remberg¡ª, Popoff a veces incurre en usar aspectos de su narrativa de ficci¨®n con valor factual.
Esta biograf¨ªa se ha beneficiado de la apertura de archivos oficiales rusos y de los de familiares y amigos del escritor, que sirven para corroborar o desmentir aspectos del ¡°mito Grossman¡±, construido a partir de finales los setenta, cuando se quiso atraer la atenci¨®n sobre su obra para facilitar la publicaci¨®n en el extranjero. Presentarlo como un disidente indoblegable resultaba m¨¢s eficaz.
Grossman ascendi¨® en las filas de la literatura oficial, a la sombra del realismo socialista, y trabaj¨® para medios estatales. De no ser as¨ª, no habr¨ªa podido publicar, y si se salv¨® en las arremetidas de Stalin contra el Comit¨¦ Jud¨ªo Antifascista, se debi¨® a que el georgiano muri¨® s¨²bitamente en 1953. La ambici¨®n de Grossman fue no tanto renovar la literatura como reflexionar sobre cuestiones atemporales ¡ª¡±lloro cuando leo o miro obras de otras personas que han unido con amor la verdad del mundo eterno y la verdad de su yo mortal¡±¡ª o defender que no hay novela sin subjetividad. En una sociedad atrofiada inyect¨® el lenguaje de la libertad adoptando puntos de vista marginales: un asno, un anciano, un exconvicto, un jud¨ªo, un operario, un perro, un ni?o, un soldado raso. Popoff muestra que Grossman escribi¨® en las condiciones m¨¢s adversas, ya fuera en las minas, el frente o el ostracismo de sus ¨²ltimos a?os. Aunque el secuestro de Vida y destino fue una estocada dolorosa, no dej¨® de escribir ni hacer valer eso que proclam¨® Zamiatin en 1921: la literatura avanza gracias a los ermita?os, los herejes, los so?adores, los rebeldes, los esc¨¦pticos.
Vasili Grossman y el siglo sovi¨¦tico?
Autor: Alexandra Popoff. Traducci¨®n de Gonzalo Garc¨ªa.
Editorial: Cr¨ªtica, 2020.
Formato: 512 p¨¢ginas. 24,90 euros.
Stalingrado
Autor: Vasili Grossman. Traducci¨®n de Andrei Kozinets.
Editorial: Galaxia Gutenberg, 2020.
Formato: 1.200 p¨¢ginas. 27 euros.