Donde la ciudad pierde su nombre
La Virreina exhibe una amplia retrospectiva dedicada a Manolo Laguillo, que incluye diez series in¨¦ditas del autor considerado como un referente para el documentalismo urbano
Desde que a finales de los a?os setenta Manolo Laguillo (Madrid, 1953) comenzara a fotografiar el casco antiguo y la periferia de Barcelona, ese gran escenario que compone la ciudad pas¨® a ser la principal obsesi¨®n de su quehacer art¨ªstico. De ah¨ª que el autor haya paseado su mirada por distintos enclaves, Bilbao, Beirut, Nueva York, Trieste, Gibraltar o Jap¨®n, entre otros, dando forma a una obra donde no hay lugar para la an¨¦cdota. Desapasionada, neutra y frontal, se dis...
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Desde que a finales de los a?os setenta Manolo Laguillo (Madrid, 1953) comenzara a fotografiar el casco antiguo y la periferia de Barcelona, ese gran escenario que compone la ciudad pas¨® a ser la principal obsesi¨®n de su quehacer art¨ªstico. De ah¨ª que el autor haya paseado su mirada por distintos enclaves, Bilbao, Beirut, Nueva York, Trieste, Gibraltar o Jap¨®n, entre otros, dando forma a una obra donde no hay lugar para la an¨¦cdota. Desapasionada, neutra y frontal, se distancia de los c¨®digos tradicionales de la representaci¨®n arquitect¨®nica, y es hoy considerada como un referente para el documentalismo urbano.
Son 205 las im¨¢genes que, ordenadas en 27 series, diez de ellas in¨¦ditas, componen Proyectos (1983-2020), la exposici¨®n que La Virreina dedica al fot¨®grafo comisariada por su director, Valent¨ªn Roma. Un recorrido de cuatro d¨¦cadas que rezuma una extra?a atemporalidad. Sin embargo, el tiempo es parte fundamental de la obra del autor. Se expresa a trav¨¦s de la transformaci¨®n de un territorio, del desorden fragmentario y ca¨®tico que define al espacio urbano. La realidad fragmentada del paisaje queda reconfigurada o reconstruida mediante el rigor que el medio fotogr¨¢fico proporciona al autor, y a su af¨¢n perfeccionista. Realidad que por otra parte nos vemos imposibilitados a capturar en su totalidad, y por tanto solo existe tal y como pasa a ser almacenada en nuestra memoria. De ah¨ª la intencionalidad del autor de que su obra funcione como un archivo.
Las limitaciones y ambig¨¹edades del medio fotogr¨¢fico forman parte del discurso de este fot¨®grafo que indaga en las tensiones sociales, econ¨®micas y pol¨ªticas que definen el paisaje. Trabaja normalmente en blanco y negro. Su uso aumenta la capacidad de concentrar la atenci¨®n en la anatom¨ªa de la ciudad, en sus l¨ªneas de fuerza; el color invita a la distracci¨®n. De igual forma, le interesa aquel terreno que es m¨¢s opaco y al tiempo m¨¢s real, territorio que con frecuencia viene a desembocar en la periferia de la ciudad. Escasea la presencia humana en la silenciosa obra de Laguillo. Un silencio que sobrecoge en la serie dedicada a Barcelona, realizada el pasado mes de abril, en pleno confinamiento. El vac¨ªo ha dejado de ser un efecto y es ahora el asunto. Un vac¨ªo que por otra parte casi nadie ha visto. La serie ¡°ense?a lo imposible¡±, se?ala el artista.
¡°En verdad, en fin, todas las ciudades son ciudades fantasma, del centro a la periferia, si es que esa jerarqui?a, como bien nos ensen?a la fotografi?a de Manolo Laguillo, tiene a¨²n alg¨²n sentido¡±, escribe Juan Jos¨¦ Lahuerta en un texto que se incluye en Pseudopanorama, un monogr¨¢fico publicado en paralelo a la muestra, cuya edici¨®n ha corrido a cargo de Moritz K¨¹ng.
Estos son los comentarios del autor sobre seis de sus obras:
1. Bilbao, 1983.
¡°Esta fotograf¨ªa pertenece al trabajo que hice a comienzos de octubre de 1983 en Bilbao y su entorno, a lo largo de una semana despu¨¦s de un devastador episodio de gota fr¨ªa. La imagen tiene esa cualidad que persigo en la fotograf¨ªa: convertir en algo interesante, e incluso bello, lo que en un principio podr¨ªa ser considerado todo lo contrario. Concedo mucha atenci¨®n al detalle. Me interesa lo directo, mostrar las cosas con nitidez y claridad. Si tuviese que identificarme con alguien en la forma de acercarme a los temas lo har¨ªa con Walker Evans¡±.
2. Territoire de Belfort, 1986-1990.
Por iniciativa del Centre d¡¯Action Culturelle de Belfort (CAC) diez fot¨®grafos trabajamos intermitentemente a lo largo de cuatro a?os en el departamento franc¨¦s del Territorio de Belfort. La excepcionalidad de este proyecto radica en que se centra en el paisaje rural. Los municipios que tuve que fotografiar lindaban con Suiza. Muchos de sus habitantes trabajan para la industria relojera y la Renault y cultivan los campos los fines de semana. La zona resultaba rara, sin mucha gracia, pero significaba salir de la zona de confort a la que muchas veces nos acostumbramos los fot¨®grafos. Supuso una ampliaci¨®n de horizontes y una oportunidad de aprendizaje. Este lugar donde se entrecruzan varias l¨ªneas de alta y media tensi¨®n, y tambi¨¦n de telefon¨ªa, se encuentra a la vez en tres municipio, y la idea me resultaba divertida. La imagen es extra?a, aparecen unos lugare?os que no se sabe muy bien que est¨¢n haciendo. Es una foto enigm¨¢tica al tiempo que refleja una situaci¨®n que no deja de ser muy normal¡±.
3. Matosinhos, Oporto, 1988.
¡°Aunque en la exposici¨®n esta imagen est¨¢ situada en la sala de los trabajos de encargo, no lo es. Muestra una de las primeras obras de ?lvaro Siza en un arrabal de Oporto. Consisti¨® en intervenir directamente en el litoral para generar unas piscinas que se llenan y vac¨ªan al ritmo de las mareas. La foto fue tomada a comienzos de septiembre. Hace calor y a¨²n no ha despejado la niebla matutina. Se trata de una imagen excepcional dentro de mi obra, porque en ella hay gente, pero al tiempo es muy m¨ªa. Es una excepci¨®n que confirma la regla¡±.
4. Takayama, Jap¨®n, 2014.
¡°Las fotograf¨ªas realizadas durante un viaje de tres semana por Jap¨®n supusieron un punto de inflexi¨®n en mi trabajo. A partir de entonces incorporo a la lista de lo que me interesa fotografiar, de forma plenamente consciente, la agrupaci¨®n ca¨®tica y azarosa de las construcciones. Me enfrentaba a una cultura ex¨®tica, completamente distinta a la nuestra. Tuvieron que pasar varios a?os hasta que me di cuenta de su valor como un corpus de trabajo unitario. Uno de los criterios de ordenaci¨®n podr¨ªa ser el vac¨ªo. Predomina el hueco, la ausencia. Vemos un peque?o aparcamiento en una de las calles principales. El lugar es muy japon¨¦s. Existe una extra?a armon¨ªa dentro de la entrop¨ªa que predomina en el lugar. Me forzaba a incorporar una forma de orden que no tiene nada que ver con la nuestra. Los japoneses son absolutamente racionales. Su taxonom¨ªa es distinta, organizan de otra manera las categor¨ªas. El uso del color es importante en esta fotograf¨ªa, su tono suave y apastelado se acerca mucho a la calidad monocrom¨¢tica del blanco y negro, y a?ade informaci¨®n. La sombra sobre la estructura que cierra el espacio no se apreciar¨ªa bien en blanco y negro. Se trata de la sombra de los edificios que est¨¢n fuera de campo. Habla de lo que no se ve¡±.
5. Vandell¨®s I, Tarragona, 2019.
¡°Forma parte de una serie dedicada a las centrales nucleares, interrumpida por la pandemia. Muestra el silo donde se almacenaba el grafito tras haber sido utilizado en la reacci¨®n nuclear. Las marcas en las paredes est¨¢n a un metro de distancia entre si, y se hacen a medida que se avanza en la descontaminaci¨®n. Todo lo relacionado con la energ¨ªa nuclear tiene una dimensi¨®n descomunal, casi fara¨®nica. Me interesa mucho el tema de la insuficiencia de la fotograf¨ªa; c¨®mo no llega a dar cuenta de lo que queremos ver y, sin embargo, dentro de nuestra cultura parecer¨ªa justo lo contrario; que gracias a la fotograf¨ªa conocemos las cosas. La fotograf¨ªa debe ser manejada de forma muy juiciosa, ya que podr¨ªa servir para ocultar la realidad. De ah¨ª que el tema de las centrales nucleares se relacione con el tema de la imposibilidad de representar la realidad mediante la fotograf¨ªa¡±.
6. Sagrada Familia, Barcelona, 16 de abril, 2020.
¡°Durante el periodo m¨¢s duro del confinamiento por la Covid-19 tuve la oportunidad de recorrer Barcelona en tres jueves consecutivos. Centr¨¦ mi atenci¨®n en los emplazamientos y lugares que en el pasado sol¨ªan estar llenos de gente. La Sagrada Familia es de los lugares m¨¢s visitados por los turistas que llegan a la ciudad. Verla as¨ª resulta espeluznante. Esperemos que nunca m¨¢s se repita esta situaci¨®n. Podr¨ªa no haber cortado el edificio en la fotograf¨ªa, pero de esta forma se aprecia mejor el espacio absolutamente vac¨ªo. Desde la distancia no se podr¨ªa ver bien¡±.
Proyectos. (1983-2020). Manolo Laguillo. La Virreina Centre de la Imatge. Barcelona. Hasta el 14 de febrero de 2021.
Pseudopanorama. Manolo Laguillo. La Virreina Centre de la Imatge /Museo Universidad de Navarra/ Ajuntament de Barcelona/Institut de Cultura. 140 p¨¢ginas. 28 euros.