Contra la equidistancia, a favor de?la?cr¨ªtica

En el periodismo, algunas veces, se busca el punto medio entre dos teor¨ªas con la excusa de ser ecu¨¢nime. Con frecuencia, lo ¨²nico que revela esa b¨²squeda de la ecuanimidad es una ignorancia supina. Por ejemplo, no se puede ser ecu¨¢nime entre la fuerza de la gravedad y la telequinesia, entre la evoluci¨®n y el creacionismo, entre el calentamiento global y quienes lo niegan. Cuando las evidencias cient¨ªficas est¨¢n abrumadoramente en uno de los dos lados, ser ecu¨¢nime es ignorar la realidad.

El concepto de vacunaci¨®n es otro de estos campos en los que, m¨¢s all¨¢ de cualquier duda razonable,...

En el periodismo, algunas veces, se busca el punto medio entre dos teor¨ªas con la excusa de ser ecu¨¢nime. Con frecuencia, lo ¨²nico que revela esa b¨²squeda de la ecuanimidad es una ignorancia supina. Por ejemplo, no se puede ser ecu¨¢nime entre la fuerza de la gravedad y la telequinesia, entre la evoluci¨®n y el creacionismo, entre el calentamiento global y quienes lo niegan. Cuando las evidencias cient¨ªficas est¨¢n abrumadoramente en uno de los dos lados, ser ecu¨¢nime es ignorar la realidad.

El concepto de vacunaci¨®n es otro de estos campos en los que, m¨¢s all¨¢ de cualquier duda razonable, los beneficios sanitarios son mucho mayores que los posibles riesgos. Sin embargo, una vez que se llega al detalle del estudio de vacunas concretas, es necesario analizarlas con cuidado antes de aplicar a cualquiera de ellas lo que es v¨¢lido para el concepto. Con estas premisas Peter C. G?tzs?che construye Vacunas. Verdades, mentiras y controversia, un libro muy oportuno en este momento en el que las vacunas han vuelto a mostrar su poder¨ªo sanitario y el revuelo social que generan.

G?tzsche analiza con mucho detalle tres vacunas: sarampi¨®n, ¡°todo el mundo deber¨ªa vacunarse¡±; gripe, ¡°nadie deber¨ªa hacerlo¡±, y papilomavirus humano, ¡°un caso mucho m¨¢s complejo¡±; aunque habla tambi¨¦n de muchas otras. Adem¨¢s, dedica un cap¨ªtulo a atacar la obligatoriedad de la vacunaci¨®n, porque eso ¡°despoja de un derecho b¨¢sico, el del consentimiento informado¡±. Por supuesto, habla con frecuencia de los grupos antivacunas, con el respeto y la empat¨ªa necesarios, pero sin perder ni un gramo de cr¨ªtica y a los que prefiere llamar ¡°negacionistas¡±: ¡°Posicionarse en contra de las vacunas es una insensatez sin base cient¨ªfica¡±. Pero usa esa misma cr¨ªtica, un estilete muy preciso, contra la industria farmac¨¦utica: ¡°El modelo de negocio de las farmac¨¦uticas recae en el crimen organizado, ya que el fraude es una pr¨¢ctica habitual en los ensayos cl¨ªnicos y en el marketing, lo que ha provocado cientos de miles de muertes a lo largo de los a?os¡±. No en vano tambi¨¦n es autor del libro Medicamentos que matan y crimen organizado, publicado en Espa?a en 2014. Por todo ello cobran especial relevancia sus alabanzas al concepto de vacunaci¨®n.

Los conflictos de inter¨¦s son, desde el punto de vista del autor, el principal problema que afecta a algunos grupos defensores de vacunas, demasiado relacionados con la industria. G?tzsche env¨ªa sus cr¨ªticas en todas direcciones, siempre de manera razonada. ¡°Tambi¨¦n existen conflictos de inter¨¦s en las propias agencias de medicamentos, en la OMS y en otras instituciones nacionales e internacionales¡±. Recuerda este insobornable m¨¦dico que ¡°las cuotas de los Estados miembros de la OMS solo cubren alrededor del 10% de su presupuesto¡±, del que Bill Gates dona en torno al 20% del total: ¡°Esas iniciativas tan nobles no carecen de efectos secundarios¡±. M¨¦dicos sin Fronteras, por ejemplo, ha criticado que la OMS se centre en ¡°vacunas nuevas y costosas, en lugar de interesarse en mejorar servicios sanitarios b¨¢sicos y la inmunizaci¨®n con vacunas m¨¢s baratas¡±.

Por eso, cuando habla del indiscutible beneficio de la vacuna contra el sarampi¨®n, ¡°es incompresible que no se ponga¡±, uno tiende a creerle, aunque, desde luego, nadie m¨¢s alejado que G?tzsche para apelar a las creencias, porque todas sus opiniones se basan en la revisi¨®n sistem¨¢tica de art¨ªculos cient¨ªficos. Este licenciado en Biolog¨ªa y Qu¨ªmica, primero, y en Medicina, a?os despu¨¦s, especialista en Medicina Interna, trabaj¨® en ensayos cl¨ªnicos ¡ªes decir, conoce el monstruo por dentro¡ª y, desde 2010, es profesor de Dise?o y An¨¢lisis de Investigaci¨®n Cl¨ªnica en la Universidad de Copenhague.

Ha publicado cerca de 80 art¨ªculos en ¡°las cinco grandes¡±, las revistas de medicina m¨¢s importantes del mundo, y con el director de una ellas, The Lancet, ha tenido un contencioso muy largo al denunciar una investigaci¨®n fraudulenta en contra de la vacuna del sarampi¨®n que la revista, y sobre todo su director, ¡°estuvo protegiendo hasta el ¨²ltimo momento¡±. Al final se retir¨® el art¨ªculo, y el autor, Andrew Wakefield, fue inhabitado como m¨¦dico en el Reino Unido, pese a lo cual sigue siendo un referente para los antivacunas, que, como es habitual, denuncian ¡°una absurda teor¨ªa conspiratoria¡± auspiciada por las farmac¨¦uticas. Pensar que G?tzsche puede estar conchabado con esta industria es creer en la telequinesia y no en la gravedad.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo de su libro se dedica a la vacuna contra la covid, de la que habla poco porque el libro original es de hace unos meses. Por eso, asegura (por correo elec?tr¨®?nico): ¡°Este mes acabo de actualizar mi cap¨ªtulo sobre la pandemia, ya que el libro saldr¨¢ pronto en los Estados Unidos¡±. En todo caso, tiene muy claro que se trata de vacunas seguras que han mostrado durante los ensayos ¡°resultados impresionantes. No sabemos cu¨¢l es el efecto de las vacunas sobre la mortalidad, pero espero que la reduzcan sustancialmente¡±.

Experto en el uso de herramientas estad¨ªsticas, asegura que ¡°no sabemos nada sobre cu¨¢les son los da?os a largo plazo que pudieran producir, porque solo han sido aprobadas para uso de emergencia¡±, pero aun teniendo eso en cuenta, en Espa?a, ¡°la mayor¨ªa de las personas deber¨ªan vacunarse¡±, al contrario de lo que ocurre, por ejemplo en Taiw¨¢n, donde ha habido ¡°siete muertes por coronavirus en una poblaci¨®n de 23 millones de personas¡±. Se trata, en todo caso, de una oportuna, instructiva y entretenida lectura que anima al pensamiento cr¨ªtico para tener no solo opini¨®n sino criterio.