De fronteras y b¨²squedas

Ernesto es un joven que vuelve a Espa?a desde Marruecos tras buscar durante dos meses a su exnovia, una doctora desaparecida en el desierto, en alg¨²n lugar cerca del S¨¢hara Occidental, una frontera difusa con la que Alejandro Narden juega en la narraci¨®n. En el tren de regreso recuerda su vida all¨ª y, a trav¨¦s del di...

Ernesto es un joven que vuelve a Espa?a desde Marruecos tras buscar durante dos meses a su exnovia, una doctora desaparecida en el desierto, en alg¨²n lugar cerca del S¨¢hara Occidental, una frontera difusa con la que Alejandro Narden juega en la narraci¨®n. En el tren de regreso recuerda su vida all¨ª y, a trav¨¦s del di¨¢logo con un matrimonio franc¨¦s con quien comparte espacio, indaga en su periplo, en su investigaci¨®n, trata de encontrar un sentido a todo. ?Qui¨¦n es realmente la gente que form¨® parte de nuestra vida cuando ya no los frecuentamos? ?Han cambiado tanto como para que no los reconozcamos? ?Cu¨¢nto puede doler un recuerdo? ?A qui¨¦n busca realmente Ernesto? ?Qu¨¦ mentiras nos plantea la memoria, instrumento que usamos para enga?arnos?

Las migas que el narrador va dejando sobre Carlota a lo largo del texto funcionan, con independencia de si lo llevan o no de vuelta a casa, o a una resoluci¨®n. Es lo de menos. No es esta una historia procedimental. Tambi¨¦n se engarza bien en la trama el conocimiento del entorno, el traslado de su experiencia personal a la ficci¨®n, la mezcla de vidas reales e inventadas realizada por un autor joven con una variada experiencia vital a sus espaldas. Pero esos aciertos, o el apropiado ritmo narrativo de las pesquisas, no encuentran su equilibrio en las reflexiones demasiado cargadas del protagonista sobre cualquier cosa, ya sea Liberty Valance, el accidente del Columbia o Carlos Fuentes.

Adem¨¢s, los di¨¢logos son desiguales, hay frases brillantes mezcladas con conversaciones que suenan artificiales. La complejidad de la relaci¨®n de la pareja francesa, ¨¦l marroqu¨ª de origen, ayudan a mantener la atenci¨®n del lector, que puede encontrar interesantes, adem¨¢s, las historias aleda?as que completan el relato, en especial la de Ruanda. Desaparecer no es lo mismo que morir, no al menos para los que quedan. Por eso Ernesto busca una salida y es en ese aspecto donde Horizonte aqu¨ª funciona.