?Qu¨¦ cantan los poetas de ahora?

Hace un a?o nuestras vidas entraron en la historia por la puerta grande. De hecho, al poco de destaparse que aquello era algo m¨¢s que una gripe que se curaba con mantita y Netflix, se despleg¨® un abigarrado tapiz en el que converg¨ªan los aplausos sanitarios, los mantras redentoristas, la banda sonora a cargo del D¨²o Din¨¢mico y las teor¨ªas conspiratorias sobre los estragos de un virus made in China. Surgi¨® as¨ª un nuevo tema literario, de cuyos subg¨¦neros (la novela de confinamiento, la poes¨ªa de la distancia social, el ensayo zizekiano) han quedado rastros testimoniales y t¨ªtulos estimab...

Hace un a?o nuestras vidas entraron en la historia por la puerta grande. De hecho, al poco de destaparse que aquello era algo m¨¢s que una gripe que se curaba con mantita y Netflix, se despleg¨® un abigarrado tapiz en el que converg¨ªan los aplausos sanitarios, los mantras redentoristas, la banda sonora a cargo del D¨²o Din¨¢mico y las teor¨ªas conspiratorias sobre los estragos de un virus made in China. Surgi¨® as¨ª un nuevo tema literario, de cuyos subg¨¦neros (la novela de confinamiento, la poes¨ªa de la distancia social, el ensayo zizekiano) han quedado rastros testimoniales y t¨ªtulos estimables. Desprovista de novedad, en 2021 la pandemia se ha convertido m¨¢s bien en un estado de ¨¢nimo que nos obliga a transitar entre la resignaci¨®n y la (des)esperanza. Mientras anhelamos la llegada de la vacuna que nos devuelva a la casilla de salida, los poetas de ahora siguen pregunt¨¢ndose qu¨¦ cantar en tiempos de covid.

Una po¨¦tica del cuerpo

Las casualidades editoriales han querido que, 20 a?os despu¨¦s de su muerte, compartan cartel dos publicaciones biling¨¹es de Maria-Merc¨¨ Mar?al: La hermana, la extranjera (Polibea, 2020; traducida por Ana Mart¨ªn Puigpelat y Meri Torras) y Dir¨¦ tu cuerpo (Ultramarinos, 2020; traducida por Noelia D¨ªaz Vicedo). Mientras que el primer libro supuso la consagraci¨®n de una de las voces m¨¢s relevantes de la l¨ªrica catalana contempor¨¢nea, el segundo re¨²ne una de sus primeras entregas (Tierra de nunca, 1982, sometida al estricto r¨¦gimen carcelario de la sextina) y la ¨²ltima (Raz¨®n del cuerpo, 2000, aparecida p¨®stumamente). Aunque la pereza cr¨ªtica podr¨ªa invitarnos a despachar esta escritura con algunas comparaciones odiosas ¡ªla Ajm¨¢tova o la Pizarnik catalanas¡ª, hay en estos versos una irreductible personalidad que reclama su propia denominaci¨®n de origen. Herida y cicatriz, ¡°sangre y palabra¡±, conforman el trasfondo sobre el que se proyectan ciertas inquietudes medulares: la maternidad, la enfermedad y el deseo, tres v¨¦rtices que se encauzan a trav¨¦s de un lenguaje percutiente y sensual, de m¨¦dula barroca e imaginario simbolista. Estos oportunos rescates editoriales no solo subrayan la versatilidad ret¨®rica de Mar?al, sino que contribuyen a recontextualizar un discurso femenino y feminista, que se adelant¨® a su tiempo y que se lee con sostenida admiraci¨®n.

Dos maestros en la encrucijada

En oto?o de 2020 florec¨ªa La rama verde (Tusquets), de Eloy S¨¢nchez Rosillo. El tiempo y el pensamiento ¡ªo la condensaci¨®n filos¨®fica de ambos conceptos: la ¡®Duraci¨®n¡¯ que da t¨ªtulo al primer poema¡ª se confunden en un volumen que nos recuerda lo que ya sab¨ªamos: la sorprendente facilidad del autor para recrear acuarelas de plasticidad evanescente, bucear a pulm¨®n en las aguas revueltas de la memoria y contemplar meditando, en un proceso simult¨¢neo que requiere la mirada asombrada y el ensimismamiento reflexivo (¡°me digo, Eloy, no te distraigas¡±). Pero, adem¨¢s, La rama verde incorpora registros que van desde la pulsi¨®n celebratoria hasta el desenga?o crepuscular, desde el diario ¨ªntimo hasta la recapitulaci¨®n autobiogr¨¢fica, pasando por el desdoblamiento subjetivo. El reencuentro con el misterio del mundo prepand¨¦mico gu¨ªa tambi¨¦n la aportaci¨®n de Francisco D¨ªaz de Castro en Vamos a perdernos (Fundaci¨®n Jos¨¦ Manuel Lara, 2020). No obstante, si las estampas de S¨¢nchez Rosillo parecen alzarse a partir de leves pinceladas, D¨ªaz de Castro prefiere la tersura fotorrealista. As¨ª, las postales paisaj¨ªsticas y las vertiginosas instant¨¢neas urbanas convocan un mosaico referencial que oscila entre la ¨¦cfrasis hopperiana y la descripci¨®n sonora a ritmo de blues y jazz. De este modo, las notas de Chet Baker o Duke Ellington se erigen en ant¨ªdoto contra el desaliento y sirven de soporte a un discurso que a veces se acoge a la escueta rotundidad del haiku y otras veces desarrolla an¨¦cdotas cotidianas, se abisma en la indagaci¨®n metapo¨¦tica o se sumerge en la frontera ilusionista que separa el sue?o de la vigilia.

Galaxia Hiperi¨®n

El veterano sello Hiperi¨®n ha apostado en 2020 por algunos ejemplares ganadores. Prueba de ello es Contra el rey, de Juan Manuel Romero, que obtuvo el Premio Ciudad de C¨®rdoba Ricardo Molina. A pesar de su r¨®tulo, el libro de Romero no se instala en el terreno de la proclama pol¨ªtica, sino en la rep¨²blica popular de su casa. La inquisici¨®n existencial, muy frecuente en el autor ¡ªuno de los poetas con m¨¢s signos de interrogaci¨®n por verso cuadrado¡ª, se vuelve ahora hacia la reconstrucci¨®n de la genealog¨ªa familiar, que hunde sus ra¨ªces en la evocaci¨®n de la figura paterna y asciende hacia las ramas de la descendencia. En la sutura entre pasado y futuro caben renuncias y abdicaciones, pero tambi¨¦n la tr¨¦mula emoci¨®n ¡°de haber vencido al tiempo / o demorarlo un poco¡±. Al recinto dom¨¦stico se adscribe asimismo Sandro Luna en El monstruo de las galletas (Premio Ja¨¦n), que traslada los mitos cl¨¢sicos al comedor y concentra la historia de la literatura en el despacho. La metabolizaci¨®n de una cultura sin alardes culturalistas anima la odisea ¨ªntima de quien sabe que la poes¨ªa est¨¢ en todas partes: en las aulas, en los juegos infantiles y, por qu¨¦ no, en un dibujo protagonizado por el inefable Triki. Esa naturaleza omn¨ªmoda de lo po¨¦tico es una de las claves de la obra de Fernando Beltr¨¢n, que en La curaci¨®n del mundo ofrece una experiencia a coraz¨®n abierto. La vivencia personal de Beltr¨¢n, que enferm¨® de covid en la primera ola, aparece trascendida gracias a un dispositivo aleg¨®rico donde la efusi¨®n sentimental se sustituye por un aquelarre imaginativo tras el que aguarda el redescubrimiento de un universo en carne viva: ¡°No habr¨¢ piel, habr¨¢ carne / jug¨¢ndose la vida¡±.

¡®Sleepers¡¯

En el argot cin¨¦filo, sleeper designa aquellas pel¨ªculas que obtienen un ¨¦xito inesperado y constituyen gratas sorpresas para el espectador. Desplazando el anglicismo a la arena po¨¦tica, en esa categor¨ªa podr¨ªan englobarse dos propuestas arriesgadas: La muerte de Christopher Reeve (Pre-Textos, 2020), de Lidia Bravo, y Nihiloma (Ediciones Liliputienses, 2020), de Rub¨¦n Mart¨ªn. La muerte de Christopher Reeve se presenta como un canto unitario que mezcla la eleg¨ªa pop (¡°t¨² eres la criptonita, amor¡±), la revisitaci¨®n de la propia educaci¨®n sentimental y el paseo por una realidad deshuesada, que rompe con los clich¨¦s verbales y con los estereotipos ligados a la condici¨®n femenina: ¡°Cuerpo es eso que se quita la ropa¡±. Por su parte, Rub¨¦n Mart¨ªn acomete un proceso de corrupci¨®n textual que afecta tanto al plano gr¨¢fico, salpicado de manchas visuales, como a un discurso intermedial que adopta el formato de una desasosegante distop¨ªa cibern¨¦tica. En una realidad viralizada, Nihiloma es lo m¨¢s parecido a una pel¨ªcula de David Lynch que ha fabricado la poes¨ªa espa?ola de los ¨²ltimos a?os.