Hay otros mundos, pero est¨¢n en este
En su b¨²squeda de un modelo econ¨®mico compatible con la democracia, Erik Olin Wright no propone saltos al vac¨ªo en ¡®C¨®mo ser anticapitalista en el siglo XXI¡¯, sino el refuerzo de mecanismos sociales que ya se dan en el sistema actual
La acci¨®n colectiva no se basa tanto en la conciencia de lo mal que est¨¢n las cosas como en la confianza en las propias fuerzas y una esperanza disponible y cre¨ªble. A falta de ella, hoy el malestar se disipa o adquiere mil formas monstruosas. Las utop¨ªas han sido muy denostadas, pero el descreimiento y el cinismo son paralizantes y carcomen la confianza social.
Erik Olin Wright, profesor en la Universidad de Wisconsin, llevaba a?os embarcando en su proyecto ...
Reg¨ªstrate gratis para seguir leyendo
Si tienes cuenta en EL PA?S, puedes utilizarla para identificarte
La acci¨®n colectiva no se basa tanto en la conciencia de lo mal que est¨¢n las cosas como en la confianza en las propias fuerzas y una esperanza disponible y cre¨ªble. A falta de ella, hoy el malestar se disipa o adquiere mil formas monstruosas. Las utop¨ªas han sido muy denostadas, pero el descreimiento y el cinismo son paralizantes y carcomen la confianza social.
Erik Olin Wright, profesor en la Universidad de Wisconsin, llevaba a?os embarcando en su proyecto Construyendo utop¨ªas reales (2010) cuando decidi¨® escribir una obra m¨¢s did¨¢ctica y menos acad¨¦mica que resumiese sus tesis sobre qu¨¦ contornos tendr¨ªa una sociedad m¨¢s justa y m¨¢s libre y, m¨¢s importante, c¨®mo ser¨ªa la transici¨®n hacia ella. Con escritura sencilla e ideas s¨®lidas, Olin Wright se atreve a proponer pistas para esa transici¨®n. No todas esas pistas son igual de s¨®lidas o sugerentes, pero sin duda se agradece el coraje, porque es siempre mucho m¨¢s sencillo y agradecido para un intelectual el socorrido: ¡°Yo no vengo a plantear respuestas, si acaso a abrir nuevas preguntas¡±, o teletransportarse de la situaci¨®n actual criticada a la sociedad emancipada del ma?ana sin explicar el camino.
Olin Wright arranca dando cuenta de la creciente incompatibilidad del actual modelo capitalista con la democracia y cita a Angela Merkel para darle la vuelta a su propuesta: ¡°Es sabido que Angela Merkel, la canciller alemana, pidi¨® una democracia conforme al mercado; lo que necesitamos, por el contrario, es un mercado conforme a la democracia, una econom¨ªa de mercado que est¨¦ efectivamente subordinada al ejercicio del poder democr¨¢tico¡±. Aqu¨ª se encuentran ya dos temas centrales en su pensamiento: por una parte, el rechazo a la idea, tan extendida como falsa, de la equivalencia entre capitalismo y mercado. Olin Wright pone el acento en las diferentes formas de poder e instituciones que modelan el funcionamiento de los mercados y cu¨¢l es la l¨®gica que predomina en cada caso: hoy claramente oligarquizante. En segundo lugar, analiza las econom¨ªas como ecosistemas, que combinan diferentes formas de poder en forma h¨ªbrida aunque siempre con el predominio de una que determina el car¨¢cter general del sistema y subordina al resto. Esto significa que en todo modelo se encuentran relaciones e instituciones que responden a diferentes l¨®gicas, y que, por tanto, en el mundo actual hay ejemplos de formas de organizaci¨®n y funcionamiento econ¨®mico democr¨¢tico. En lugar de so?ar con saltos al vac¨ªo o tabulas rasas, Olin Wright propone una estrategia que combine las innovaciones sociales y econ¨®micas con la construcci¨®n de mayor¨ªas democr¨¢ticas que desde el poder pol¨ªtico protejan, estimulen y expandan los elementos socialistas ¡ªen tanto que democratizaci¨®n econ¨®mica¡ª que ya se dan en el sistema actual, aunque en sus m¨¢rgenes o sometidas a la l¨®gica predominante.
El cap¨ªtulo IV del libro es una sugerente recopilaci¨®n de algunas de estas ideas para un programa de reformas hacia la democratizaci¨®n de la econom¨ªa que desarrolle relaciones o instituciones hoy ya existentes: pasar de los ingresos m¨ªnimos a una renta b¨¢sica universal no solo como derecho social, sino como herramienta para el fomento de la econom¨ªa social y solidaria, el impulso a las cooperativas, la democratizaci¨®n en el interior de las empresas privadas, la extensi¨®n de la provisi¨®n estatal de bienes y servicios fuera de la l¨®gica mercantil (hoy el sistema de salud p¨²blica puede ser considerado de hecho un trozo de socialismo en una econom¨ªa capitalista: se financia en funci¨®n de la capacidad de cada cual y atiende en funci¨®n de las necesidades de cada cual) o el desarrollo de las formas colaborativas o procom¨²n de producci¨®n, como la Wikipedia, Linux o las bibliotecas de dise?os abiertos.
¡°Es sabido que Angela Merkel, la canciller alemana, pidi¨® una democracia conforme al mercado; lo que necesitamos, por el contrario, es un mercado conforme a la democracia¡±, escribe Wright
Frente a las visiones fatalistas que ven el orden actual como una conspiraci¨®n perfecta, Olin Wright llama la atenci¨®n sobre su car¨¢cter contradictorio e inestable. Al igual que todo sistema econ¨®mico es una combinaci¨®n de relaciones capitalistas y no capitalistas, todo Estado est¨¢ atravesado por contradicciones. Porque, adem¨¢s de un entramado institucional, un Estado es, en t¨¦rminos de Garc¨ªa Linera, un campo de fuerzas fluidas que negocian y chocan produciendo equilibrios inestables. Y porque, en su funci¨®n de proveer estabilidad, tiene que regular tendencias autodestructivas del capitalismo y al hacerlo puede proveer de soluciones a corto plazo al mismo tiempo que introduce din¨¢micas que en el largo plazo pueden erosionar el predominio capitalista diluyendo su peso en el ecosistema econ¨®mico. Las reformas tienen as¨ª siempre un car¨¢cter ambivalente: fortalecen al mismo tiempo que transforman un determinado orden.
La propuesta de Olin Wright es iniciar un ciclo virtuoso de reformas pol¨ªticamente orientadas que genere siempre mayor poder social para los grupos subalternos y, por tanto, mayor capacidad para ir siempre a por m¨¢s, fijarse metas m¨¢s ambiciosas. A esto s¨®lo le har¨ªa dos objeciones: en primer lugar, que tenemos abundante experiencia emp¨ªrica para saber que los procesos de cambio social por acumulaci¨®n de reformas nunca son lineales ni est¨¢n faltos de momentos de ruptura. En segundo lugar, que, en todo caso, esta ¡°transici¨®n¡±, en libertad, no acaba nunca y el mayor objetivo de los dem¨®cratas es que las conquistas de hoy sean el suelo del que partan las luchas del ma?ana. En la actualidad, Wright detecta dos tendencias susceptibles de abrir contradicciones pol¨ªticamente productivas: hacerle frente a la destrucci¨®n del planeta y emprender la transici¨®n ecol¨®gica, y desarrollar pol¨ªticas que aborden la inseguridad econ¨®mica masiva generada por el cambio tecnol¨®gico y la automatizaci¨®n. Se trata de dos inmensos y urgentes problemas para los que las fuerzas del mercado por s¨ª solas no parecen tener respuestas. Wright no lleg¨® a conocer la pandemia mundial de covid-19, pero habr¨ªa encajado perfectamente en esta lista. Para hacer frente a estos retos ¡ªya lo hemos visto¡ª no basta el business as usual: se necesita el fortalecimiento de las instituciones de solidaridad social, la provisi¨®n masiva de bienes p¨²blicos y el aumento de la capacidad fiscal de los Estados. Eso debilita pol¨ªtica e ideol¨®gicamente al neoliberalismo y puede devolver centralidad al Estado, lo p¨²blico y lo comunitario como las instancias que garanticen seguridad en el tiempo de la incertidumbre y el riesgo.
Nada garantiza, en cualquier caso, que la salida a las crisis actuales se d¨¦ en clave democr¨¢tica y no reaccionaria. Ninguna suma de sufrimientos o agravios por s¨ª sola producir¨¢ la nueva mayor¨ªa necesaria, que solo puede ser articulada en una amplia y persistente lucha de valores. Este libro p¨®stumo, que Olin Wright acab¨® ya enfermo de leucemia, es un buen arsenal de ideas para ella.