El teatro como encuentro

Empecemos por el final. Cuando los aplausos se apagan y los espectadores se preparan para salir del teatro, la actriz Petra Mart¨ªnez ruega silencio y explica que va a salir el director de la funci¨®n, Juan Margallo, para charlar un rato. Es un rito que esta pareja (art¨ªstica y sentimental) viene practicando desde hace a?os, mucho antes de que en los teatros se instaurara la costumbre de celebrar peri¨®dicamente ¡°encuentros con el p¨²bl...

Empecemos por el final. Cuando los aplausos se apagan y los espectadores se preparan para salir del teatro, la actriz Petra Mart¨ªnez ruega silencio y explica que va a salir el director de la funci¨®n, Juan Margallo, para charlar un rato. Es un rito que esta pareja (art¨ªstica y sentimental) viene practicando desde hace a?os, mucho antes de que en los teatros se instaurara la costumbre de celebrar peri¨®dicamente ¡°encuentros con el p¨²blico¡± en torno a las obras programadas. Pero ellos no hablan sobre la obra que acaban de representar. Cuentan sus batallas contra la censura franquista, an¨¦cdotas de actores, historias de su paso por televisi¨®n, chistes, man¨ªas¡­ Nadie en el patio de butacas se va: no es un ejercicio de nostalgia, sino una deliciosa celebraci¨®n del teatro como espacio de ¡°encuentro¡±, lo que se agradece especialmente en este tiempo marcado por el aislamiento.

Esa misma ambici¨®n de ¡°encuentro con el p¨²blico¡± impregna la puesta en escena de La se?orita do?a Margarita que dirige Margallo y protagoniza Mart¨ªnez en el teatro Espa?ol de Madrid. La actriz, que encarna a una profesora autoritaria y delirante, introduce a los espectadores dentro de la obra como si fueran sus alumnos, de manera que todo lo que dice les interpela personalmente. ¡°Aqu¨ª mando yo¡± y ¡°ustedes no saben nada¡±, repite con frecuencia. La s¨¢tira y la cr¨ªtica feroz al totalitarismo que subyacen en la obra, escrita por el brasile?o Roberto Athayde en 1975, en plena dictadura militar, se amplifica con esa cercan¨ªa que impone la int¨¦rprete. Y no hace falta decir con qu¨¦ soltura lo hace: Mart¨ªnez se mueve por el escenario como si estuviera en su casa. Tambi¨¦n logra explotar al m¨¢ximo la parte c¨®mica del texto, subrayando los momentos surrealistas hasta llevarlos al absurdo.

La se?orita do?a Margarita. Texto: Roberto Athayde. Direcci¨®n: Juan Margallo. Teatro Espa?ol. Madrid. Hasta el 28 de marzo.

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