Las edades de Marta
¡®Los nombres propios¡¯, de Marta Jim¨¦nez Serrano, es una novela de formaci¨®n protagonizada por un personaje que podr¨ªa ser ¡®alter ego¡¯ de la autora
En Los nombres propios, Marta Jim¨¦nez Serrano (Madrid, 1990) nos ofrece una novela de formaci¨®n protagonizada por Marta, personaje que posiblemente sea un alter ego de la autora, o al menos comparte con ella el marco cronol¨®gico y las circunstancias en que se desenvuelve su vida. Dividida en cuatro partes o largos cap¨ªtulos, cada uno cubre una etapa definida: infancia, adolescencia, juventud (universitaria) y madurez (incipiente). Los tres primeros funcionan como un bloque, narrados todos ello...
En Los nombres propios, Marta Jim¨¦nez Serrano (Madrid, 1990) nos ofrece una novela de formaci¨®n protagonizada por Marta, personaje que posiblemente sea un alter ego de la autora, o al menos comparte con ella el marco cronol¨®gico y las circunstancias en que se desenvuelve su vida. Dividida en cuatro partes o largos cap¨ªtulos, cada uno cubre una etapa definida: infancia, adolescencia, juventud (universitaria) y madurez (incipiente). Los tres primeros funcionan como un bloque, narrados todos ellos en la voz de una segunda persona, Belaundia Fu, criatura imaginaria o amiga invisible que acompa?a a Marta desde sus enso?aciones infantiles y que la apela e interroga en momentos decisivos. Con la excepci¨®n de pautados contrapuntos temporales entre los distintos estadios y calculadas anticipaciones, el relato se ajusta a la progresi¨®n lineal y cronol¨®gica, acorde a los modelos que narran el crecimiento y desarrollo de un personaje. Cuando, tras esta prolongada inmersi¨®n en el pasado, se desemboca en el descubrimiento de la identidad o del autoconocimiento, y la elecci¨®n de un destino (¨²ltimo tramo: ¡®Marta¡¯), la narraci¨®n se articula desde la primera persona.
Este dise?o formal (que a fuerza de reiterado resulta en exceso mec¨¢nico) no logra anular la impresi¨®n que nos dejan los materiales a que sirve: una serie de an¨¦cdotas y situaciones relatadas desde un plano fotogr¨¢fico. Que acaso propicia la proliferaci¨®n de detalles precisos, pero que lastra lo que una m¨¢s exigente selecci¨®n proporcionar¨ªa: sugerencia y significaci¨®n, la expresi¨®n de una mirada singular o de una experiencia. Son demasiadas las veces que se nos repite que mam¨¢ est¨¢ siempre presente y pap¨¢ apenas, que se nos lleva a la casa de la abuela donde Marta pasa los veranos, las que asistimos a la vigilia de Reyes o a fiestas de amigos o escuchamos conversaciones donde prima la informaci¨®n banal.
La narraci¨®n de la vida cotidiana (y m¨¢s cuando esta est¨¢ a¨²n cercana en el tiempo) me interesa si incorpora la experiencia, superando la escueta representaci¨®n. Y en Los nombres propios prima este ¨²ltimo registro, aunque haya alguna pincelada reveladora y alg¨²n plano que perfora la epidermis. Pero son escasos.
Los nombres propios?
Sexto Piso, 2021
236 p¨¢ginas. 17,90 euros
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