¡®Sucia¡¯: un relato sincero, pero fallido
B¨¤rbara Mestanza relata el abuso sexual que sufri¨® hace seis a?os en una obra redundante y sin fuelle dram¨¢tico
La actriz, dramaturga y directora B¨¤rbara Mestanza sufri¨® en 2015 un abuso sexual. Fue a darse un masaje y desde el principio de la sesi¨®n se sinti¨® inc¨®moda, pues el masajista le pidi¨® que se desnudara totalmente. Pero obedeci¨® y se quit¨® la ropa. Y cuando poco despu¨¦s el hombre le dijo que no se moviera y empez¨® a frotar sus genitales, ella se quej¨® t¨ªmidamente, pero sigui¨® obedeciendo y no se levant¨® hasta que ¨¦l se cans¨® de toquetearla.
La experiencia dej¨® en Mestanza una pregunta martirizadora: ?por qu¨¦ no hiciste nada? Se l...
La actriz, dramaturga y directora B¨¤rbara Mestanza sufri¨® en 2015 un abuso sexual. Fue a darse un masaje y desde el principio de la sesi¨®n se sinti¨® inc¨®moda, pues el masajista le pidi¨® que se desnudara totalmente. Pero obedeci¨® y se quit¨® la ropa. Y cuando poco despu¨¦s el hombre le dijo que no se moviera y empez¨® a frotar sus genitales, ella se quej¨® t¨ªmidamente, pero sigui¨® obedeciendo y no se levant¨® hasta que ¨¦l se cans¨® de toquetearla.
La experiencia dej¨® en Mestanza una pregunta martirizadora: ?por qu¨¦ no hiciste nada? Se la hac¨ªa ella misma y la escuchaba cada vez que se lo confesaba a alguien, as¨ª que enterr¨® el asunto y no habl¨® m¨¢s de ello. Como tantas otras mujeres. Pero el a?o pasado decidi¨® romper su silencio y escribir una obra de teatro, Sucia, para contarlo todo de una vez: recrea el momento del abuso sin escatimar detalles, explica c¨®mo se sinti¨® despu¨¦s, las consecuencias que tuvo en sus relaciones, su intento de contactar a?os m¨¢s tarde con el masajista para ajustar cuentas y, finalmente, su decisi¨®n tard¨ªa de denunciarlo a la justicia. Todo ello intercalado con v¨ªdeos de entrevistas a expertas en violencia sexual, reflexiones de hombres sobre el abuso sexual y cavilaciones propias. La propia Mestanza lo narra en escena, pero no todo el tiempo, pues durante un buen rato su ¡°personaje¡± lo interpreta un hombre, el actor Nacho Aldeguer, en una especie de trasposici¨®n de g¨¦nero destinada a mostrar al p¨²blico masculino lo que sufrir¨ªa si el mundo fuera al rev¨¦s.
Sin duda la historia es traum¨¢tica y deber¨ªa sacudirnos solo por el hecho de que la cuente directamente quien la vivi¨®. ?C¨®mo no empatizar con alguien que intenta sincerarse en el escenario? Pero el testimonio en primera persona no basta para que una obra teatral funcione: es necesaria una elaboraci¨®n dramat¨²rgica para transformar un hecho real en una experiencia est¨¦tica sensitiva y reveladora. No es el caso de esta obra: Mestanza huye de la casquer¨ªa emocional y relata acertadamente su historia con distancia e incluso con iron¨ªa, pero introduce en medio tantas arengas que el espect¨¢culo no estremece m¨¢s que cualquier art¨ªculo period¨ªstico que narre un caso de abuso sexual o conferencia sobre el tema. Su discurso es tan redundante que produce hartazgo y anula la posibilidad de conectar con lo que pasa en el escenario, que por otra parte es poco: apenas unas pocas escenas que recrean la historia del abuso y la b¨²squeda del masajista. Todo lo dem¨¢s son peroratas.
Sucia
Texto y direcci¨®n: B¨¤rbara Mestanza. Reparto: B¨¤rbara Mestanza y Nacho Aldeguer. Teatro de la Abad¨ªa. Madrid. Hasta el 30 de mayo.
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