Manuel y Antonio Machado: un ¡®biopic¡¯ sin emoci¨®n

La relaci¨®n entre los hermanos Antonio y Manuel Machado ejemplifica como pocas la lucha fratricida que desat¨® la Guerra Civil en la sociedad espa?ola. Poetas los dos, estuvieron muy unidos en su juventud y ambos apoyaron la instauraci¨®n de la Rep¨²blica en 1931, pero tras el alzamiento militar Manuel se coloc¨® en el bando franquista y no volvieron a hablarse. Pero ?qu¨¦ se habr¨ªan dicho si hubieran llegado a verse? ?Le habr¨ªa echado en cara Antonio ...

La relaci¨®n entre los hermanos Antonio y Manuel Machado ejemplifica como pocas la lucha fratricida que desat¨® la Guerra Civil en la sociedad espa?ola. Poetas los dos, estuvieron muy unidos en su juventud y ambos apoyaron la instauraci¨®n de la Rep¨²blica en 1931, pero tras el alzamiento militar Manuel se coloc¨® en el bando franquista y no volvieron a hablarse. Pero ?qu¨¦ se habr¨ªan dicho si hubieran llegado a verse? ?Le habr¨ªa echado en cara Antonio a Manuel su cambio de posici¨®n? ?Qu¨¦ razones le dar¨ªa este? ?Se seguir¨ªan queriendo a pesar de todo? ?Se reconciliar¨ªan?

A estas preguntas intenta dar respuesta el dramaturgo Alfonso Plou en su obra Los hermanos Machado, puesta en escena por la veterana compa?¨ªa aragonesa Teatro del Temple, de la que el autor es fundador y miembro estable. Plou coloca a Manuel y Antonio frente a frente en un encuentro imaginario que de alguna manera pretende ser tambi¨¦n el encuentro de aquellas ¡°dos Espa?as¡± que se enfrentaron en las trincheras y que Antonio glos¨® en uno de sus poemas m¨¢s conocidos, pues as¨ª como no fue posible la reconciliaci¨®n entre los hermanos, tampoco la hubo entre los dos bandos. Al forzarlos a hablar a ellos, la obra pone a dialogar tambi¨¦n de manera indirecta a las dos Espa?as.

Sin duda es un buen punto de partida para una obra de teatro que pretende ser m¨¢s que un biopic, pues no solo incita a los personajes a exponer sus argumentos pol¨ªticos, sino tambi¨¦n a expresar su dolor m¨¢s ¨ªntimo: al cabo estamos hablando de dos hombres que se quer¨ªan y a pesar de ello acabaron enemistados. Todo eso se vislumbra en la dramaturgia de Plou, pero no est¨¢ desarrollado con nervio dram¨¢tico. El texto se queda a medias en el enfrentamiento dial¨¦ctico, que solo cobra intensidad en momentos puntuales, quiz¨¢ los m¨¢s interesantes de la pieza, mientras que la parte personal se resuelve con di¨¢logos empe?ados en explicar al espectador la biograf¨ªa de los protagonistas, lo que hace que las escenas resulten demasiado did¨¢cticas y bastante planas: como una clase de historia aderezada con el recitado de poemas de los dos hermanos.

La puesta en escena, dirigida por Carlos Mart¨ªn, es poco imaginativa e igualmente plana. El director parece haberse limitado a mover de manera ordenada por el escenario a los actores y estos acometen sus parlamentos con un tono reflexivo que acaba resultando un tanto plomizo.

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