Sue?o y pesadilla en el Chile de hoy

Cuando me puse a leer La orquesta imaginaria, la nueva novela del escritor chileno afincado en Barcelona Rodrigo D¨ªaz Cortez, me vino a la memoria otra novela suya, Peque?o comandante (2017) y la existencia casi m¨¢gica (sin realismo m¨¢gico ninguno) de su protagonista, Benito, el ni?o aquel que en un pueblo en medio del desierto se instal¨® en un sill¨®n que el mismo construy¨® para escribir sus impresiones sobre la gente que lo rodea, y sobre todo, sobre la historia de sangre y l¨¢grimas de su pa¨ªs....

Cuando me puse a leer La orquesta imaginaria, la nueva novela del escritor chileno afincado en Barcelona Rodrigo D¨ªaz Cortez, me vino a la memoria otra novela suya, Peque?o comandante (2017) y la existencia casi m¨¢gica (sin realismo m¨¢gico ninguno) de su protagonista, Benito, el ni?o aquel que en un pueblo en medio del desierto se instal¨® en un sill¨®n que el mismo construy¨® para escribir sus impresiones sobre la gente que lo rodea, y sobre todo, sobre la historia de sangre y l¨¢grimas de su pa¨ªs.

Ahora retorna el novelista chileno con otra novela corta, de apretado lirismo, rotunda en su contenido tanto argumental como ¨¦tico, al ambiente pol¨ªtico s¨®lo que abordado de nuevo de manera brillantemente el¨ªptica. Hay una protagonista, Minina, la narradora de este sue?o o pesadilla; junto a ella, hay a otros dos de parecido atractivo narrativo: el Astronauta, un ch¨®fer entregado a conducir tal vez al Hades a quienes lo rodean, fantasmas abatidos por las balas de la represi¨®n policial en el Chile actual, como si se tratara de un personaje de Virgilio; y Sinestesia, la chica que porta un mort¨ªfero 38.

Rodrigo D¨ªaz Cortez nos dice que todav¨ªa es posible hacer esa literatura que un d¨ªa se bautiz¨® como comprometida. El tiempo ense?¨® a los cr¨ªticos y te¨®ricos de la literatura que el compromiso antes ten¨ªa que ser con la escritura y la capacidad de invenci¨®n. Eso se sab¨ªa desde Cervantes. Y entender eso hizo que el compromiso pol¨ªtico en la ficci¨®n se dignificara y se hiciera m¨¢s veros¨ªmil y leg¨ªtimo. Hay tambi¨¦n en La orquesta imaginaria el papel de los transgresores, como es el caso del Astronauta, que se enfunda en varios pantalones y varias chaquetas; el mismo caso de Sinestesia, que un d¨ªa se ti?e el pelo de azul y otro d¨ªa de otro color. La transgresi¨®n tambi¨¦n se paga cara en una sociedad tan estrecha moralmente y por ello tan letalmente agresiva.

Rodrigo D¨ªaz Cortez utiliza cap¨ªtulos breves para dar ritmo a su relato. La lengua literaria funciona en perfecta consonancia con un prop¨®sito directriz: sostener lo que se lee casi como una doliente f¨¢bula de los tristes d¨ªas que se viven en algunas partes del mundo.

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