El retorno de lo surreal
Dos exposiciones con vocaci¨®n internacional certifican en Madrid la vuelta de la figuraci¨®n on¨ªrica y narrativa
Intersticio y Pradiauto son dos espacios relativamente nuevos y relativamente al margen de las zonas cl¨¢sicas de galer¨ªas en Madrid (tambi¨¦n, por cierto, se ha ganado un hueco en ese mapa expandido la reciente El Chico, fundada por Javier Aparicio). Van alcanzando ya velocidad de crucero gracias a una programaci¨®n coherente y articulada y haciendo cantera de artistas muy j¨®venes de aqu¨ª o de fuera, pero siempre viajados y capaces de sortear el riesgo de autorreferencialidad del m...
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Intersticio y Pradiauto son dos espacios relativamente nuevos y relativamente al margen de las zonas cl¨¢sicas de galer¨ªas en Madrid (tambi¨¦n, por cierto, se ha ganado un hueco en ese mapa expandido la reciente El Chico, fundada por Javier Aparicio). Van alcanzando ya velocidad de crucero gracias a una programaci¨®n coherente y articulada y haciendo cantera de artistas muy j¨®venes de aqu¨ª o de fuera, pero siempre viajados y capaces de sortear el riesgo de autorreferencialidad del mundillo madrile?o.
De hecho, Intersticio abre en Madrid de la mano de Sol Abaurrea, Ana Coronel de Palma y Cristina Herraiz como desarrollo natural del espacio independiente del mismo nombre que fund¨® Herraiz en Bethnal Green, Londres. Esa voluntad de polinizaci¨®n cruzada entre ambas ciudades tambi¨¦n la comparte la fundadora de Pradiauto, Sof¨ªa Corrales Akerman, que curs¨® parte de sus estudios curatoriales en Londres y sigue tambi¨¦n de cerca el panorama en Inglaterra.
Lo demuestran ahora las exposiciones que han inaugurado ambos espacios y que coinciden en l¨ªneas formales y en sus catas del panorama londinense m¨¢s actual. Deep Dive, en Pradiauto, pone a dialogar las obras de dos artistas veintea?eros de diferentes or¨ªgenes que estudiaron o viven en Londres. Karolina Dworska estudi¨® en Goldsmiths y acaba de ser seleccionada como una de los prestigiosos Bloomberg New Contemporaries. Trabaja sobre un sustrato pict¨®rico con nuevas tecnolog¨ªas textiles y de impresi¨®n tridimensional para dar forma a im¨¢genes nacidas de sue?os recurrentes; coincide en esa inspiraci¨®n on¨ªrica y no realista con Kin-Ting Li, que se form¨® en la legendaria Slade School londinense, la escuela de pintura de mayor solera brit¨¢nica. Funde elementos de la tradici¨®n pict¨®rica cl¨¢sica china con una t¨¦cnica minuciosa para crear formas vagamente org¨¢nicas e inquietantes que comparten una misma textura entre el sue?o y la pesadilla.
Y son l¨ªneas de trabajo que comparten los artistas que exponen en Intersticio. El texto de sala menciona ¡°el otro lado¡± para dar las coordenadas del espacio mental en que sit¨²an sus obras, y es apropiada esa alusi¨®n a Die Andere Seite, la novela de Alfred Kubin que ya a principios del siglo XX prefigur¨® muchos de los leitmotivs de la teor¨ªa de los sue?os y del inconsciente freudiana y fue luego obra m¨ªtica de referencia para la primera generaci¨®n de surrealistas. Tienen similares resonancias las estructuras de cabellos entretejidos de Nora Aurrekoetxea, los paisajes so?ados y las escenas on¨ªricas de Sara Bechter y Augusta Lardy, y los lienzos minuciosamente alucinatorios de Michael y Chiyan Ho, tambi¨¦n ellos basados en Londres y de ascendencia china.
La nueva pintura es m¨¢s visionaria que ortodoxamente surrealista, en la l¨ªnea de William Blake o Henry Fuseli
Pocos d¨ªas despu¨¦s de arrancar ambas muestras se clausuraba en la Hayward Gallery de Londres, precisamente, Mixing It Up, una amplia colectiva de pintura que se propon¨ªa recoger los variopintos nuevos enfoques que realizan una treintena de pintores de todas las edades y procedencias, pero que viven y trabajan en Reino Unido.
En sus salas, como en muchas galer¨ªas y ferias de todo el mundo, y como en las dos exposiciones madrile?as ahora, se afirmaba cada vez con m¨¢s fuerza el inter¨¦s por una pintura figurativa y expresiva, omn¨ªvora en su repertorio formal o t¨¦cnico, tan narrativa como on¨ªrica y m¨¢s visionaria que ortodoxamente surrealista, al estilo de la gran tradici¨®n inglesa que va de los dibujos de Blake a las alucinaciones de Henry Fuseli o las iluminaciones aleg¨®ricas de Stanley Spencer.
No es casualidad que en Pradiauto organicen al hilo de la exposici¨®n lecturas de Remedios Varo, porque esa segunda generaci¨®n de pintoras surrealistas (pienso en Dorothea Tanning o Leonora Carrington) tambi¨¦n viene de la mente. Este retorno de lo surreal (por adaptar a los actuales a?os veinte aquel retorno de lo real que decret¨® Hal Foster en los noventa) tiene, por supuesto, considerables ventajas a la hora de subsumirse sin demasiados roces en el flujo comercial de mercanc¨ªas art¨ªsticas, y comporta el riesgo no desde?able de caer en el alejandrinismo de rebuscados eclecticismos privados. El tiempo lo dir¨¢, desde luego, pero en cualquier caso es de agradecer que ambos espacios tengan la cintura y la agilidad y las antenas bien moduladas para mostrar ejemplos muy recientes y de calidad de lo que se cuece por ese mundo afuera.
¡®Deep Dive¡¯. Karolina Dworska, Kin-Ting Li y Javier Chozas. Galer¨ªa Pradiauto. Madrid. Hasta el 1 de febrero.
¡®Lo otro maravilloso¡¯. Nora Aurrekoetxea Etxebarria, Sarah Bechter, Michael & Chiyan Ho y Augusta Lardy. Galer¨ªa Intersticio. Madrid. Hasta el 12 de febrero.
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