Dentro del asedio de Baler

El periodista Jes¨²s Valbuena Garc¨ªa supo desde ni?o, en la casa familiar en la monta?a palentina, de los hechos que han pasado a la historia de Espa?a como Los ¨²ltimos de Filipinas (llamados as¨ª por la popular pel¨ªcula de 1945; antes, sus protagonistas fueron conocidos como Los h¨¦roes de Baler). Su bisabuelo fue el cabo Garc¨ªa Quijano, uno de los 35 supervivientes del asedio (al principio se encerraron 54 hombres) que desde el 30 de junio de 1898 sufri¨® un destacamento espa?ol en una iglesia d...

El periodista Jes¨²s Valbuena Garc¨ªa supo desde ni?o, en la casa familiar en la monta?a palentina, de los hechos que han pasado a la historia de Espa?a como Los ¨²ltimos de Filipinas (llamados as¨ª por la popular pel¨ªcula de 1945; antes, sus protagonistas fueron conocidos como Los h¨¦roes de Baler). Su bisabuelo fue el cabo Garc¨ªa Quijano, uno de los 35 supervivientes del asedio (al principio se encerraron 54 hombres) que desde el 30 de junio de 1898 sufri¨® un destacamento espa?ol en una iglesia de la remota localidad filipina de Baler, al norte de la isla de Luz¨®n, por parte de los nativos que luchaban para independizar su pa¨ªs. All¨ª resistieron 337 d¨ªas, la mayor¨ªa con la guerra terminada porque Espa?a hab¨ªa arriado la bandera del imperio y entregado el archipi¨¦lago a EE UU a mediados de agosto. Una historia, pues, con su lado de esperpento y otro de resistencia sobrehumana, en estricta obediencia militar.

En el libro M¨¢s se perdi¨® en Filipinas, Valbuena narra de modo atractivo, en orden cronol¨®gico, aquellos acontecimientos, sobre todo seg¨²n la visi¨®n de los sitiados, gracias a los testimonios que ha recogido de otros descendientes de soldados, de los diarios de varios protagonistas, lo que public¨® la prensa de la ¨¦poca y libros anteriores, en especial, el de Manu Leguineche, Yo te dir¨¦ (1998). Valbuena es buen conocedor del terreno, adonde ha viajado en varias ocasiones desde hace casi treinta a?os. Su pasi¨®n por este hito le ha llevado a crear una web (baleria.com), dirigir el documental Regreso a Baler y promover homenajes y conferencias. En esta obra aporta como novedad las declaraciones de descendientes del lado filipino. Con toda esta informaci¨®n ha reconstruido, como si estuviera en el interior de la iglesia de San Luis Obispo, los sucesivos episodios del cerco: los combates, fallecidos por enfermedades como el beriberi, hambre (comieron ratas), agotamiento, estados de ¨¢nimo que rozaban el delirio y uno de los momentos m¨¢s terribles: el fusilamiento de dos soldados que intentaron desertar. Como escribe Inma Chac¨®n en el pr¨®logo, ¡°m¨¢s que un libro de historia, es de intrahistorias¡±.

Es sabido que, despu¨¦s de varios intentos infructuosos de los filipinos y de emisarios de sus compatriotas para convencerlos de que la guerra hab¨ªa terminado, los soldados supieron la verdad gracias a una peque?a informaci¨®n, que ni siquiera era sobre la guerra, publicada en uno de los peri¨®dicos que les hab¨ªa entregado un militar, enviado por las autoridades espa?olas, que quer¨ªa disuadirles de su actitud. Los atrapados en el tiempo capitularon el 2 de junio de 1899.

Valbuena, en un tono de afecto y cari?o por los que en su mayor¨ªa eran quintos reclutados que no hab¨ªan reunido el dinero para librarse de ir a filas, contin¨²a su documentado relato hasta el regreso de los militares a Espa?a, ¡°recibidos con calor popular y fr¨ªo institucional¡±, escribe. Parad¨®jicamente, s¨ª hab¨ªan sido honrados por el enemigo tras su rendici¨®n. Con el tiempo se les olvid¨® hasta que el franquismo quiso sacar provecho con la pel¨ªcula de Antonio Rom¨¢n, desliz¨¢ndola como propaganda de los valores nacionalcat¨®licos que promov¨ªa la dictadura. Este libro es una oportunidad para regresar, de forma entretenida y realista, a Baler.

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