Moderat: ¡°El tecno es mala hierba, nunca morir¨¢¡±
El tr¨ªo berlin¨¦s, abanderado de una electr¨®nica al alcance de todos, regresa tras seis a?os de silencio con ¡®MORE D4TA¡¯, un ¨¢lbum sobre la saturaci¨®n de titulares del presente
Hace 20 a?os, tres amigos berlineses se juntaron para jugar un rato haciendo m¨²sica. Del resultado de aquellas sesiones improvisadas en un peque?o estudio de la capital alemana surgi¨® un primer EP. Y tambi¨¦n un nuevo grupo, Moderat, contracci¨®n de Apparat, el proyecto liderado por Sascha Ring, y de Modeselektor, d¨²o compuesto por Gernot Bronsert y Sebastian Szary. Dos d¨¦cadas y tres ¨¢lbumes despu¨¦s, esa banda que se cre¨ªa ef¨ªme...
Hace 20 a?os, tres amigos berlineses se juntaron para jugar un rato haciendo m¨²sica. Del resultado de aquellas sesiones improvisadas en un peque?o estudio de la capital alemana surgi¨® un primer EP. Y tambi¨¦n un nuevo grupo, Moderat, contracci¨®n de Apparat, el proyecto liderado por Sascha Ring, y de Modeselektor, d¨²o compuesto por Gernot Bronsert y Sebastian Szary. Dos d¨¦cadas y tres ¨¢lbumes despu¨¦s, esa banda que se cre¨ªa ef¨ªmera consigui¨® algo parecido a una proeza: acercar la electr¨®nica a las masas a trav¨¦s de discos exigentes pero accesibles, que el oyente ne¨®fito pod¨ªa asumir en c¨®modos plazos. Temas como ¡®A New Error¡¯ o ¡®Bad Kingdom¡¯ se convirtieron en peque?os himnos y en emblemas de un tecno amable que llegaron a sonar en pel¨ªculas de Netflix (Annihilation), en filmes de autor (Laurence Anyways, de Xavier Dolan) y en anuncios de coches.
En 2016, cuando lograban llenar estadios tras haber puesto banda sonora al arranque de este milenio, Moderat anunciaron que se pensaban tomar un descanso sin fecha l¨ªmite. No se hab¨ªan dejado de llevar bien, pero necesitaban una pausa para evitar que eso acabase sucediendo. Tras seis a?os de silencio, la banda regresa con MORE D4TA (Monkeytown), su cuarto disco de estudio, que demuestra que a¨²n es pronto para enterrarlos. ¡°Tuvimos que aprender a conocernos otra vez. Tenemos personalidades fuertes y siempre lleva un tiempo desprendernos de nuestros egos para poder dialogar sin que haya conflictos¡±, relatan al un¨ªsono en su estudio de grabaci¨®n en Berl¨ªn a la hora del desayuno, que podr¨ªa parecer intempestiva para m¨²sicos de tecno. En realidad, las vidas de estos cuarenta?eros ya no son noct¨¢mbulas ni dan para muchos excesos: se han convertido en padres de familia que muy raras veces salen de noche. ¡°En lo personal tenemos vidas m¨¢s convencionales que cuando empezamos a hacer m¨²sica. Ahora nos marchamos del estudio a las ocho de la tarde para cenar con nuestras familias.¡±, admite Szary.
¡°Al componer nuestros temas, queremos transmitir la sensaci¨®n de volver a un club, a una sala oscura en la que se detiene el tiempo¡±
Aun as¨ª, sus nuevos estados civiles no parecen tener incidencia en el sonido de su nuevo disco, que sigue ubic¨¢ndose en el cruce de caminos entre el tecno y el trance de gama alta, el dubstep y una relativa psicodelia, una suma perfecta de toques experimentales y reflejos pop. Vuelve a haber sintetizadores et¨¦reos (¡®Drum Glow¡¯) y percusiones tenaces (¡®Neon Rats¡¯, ¡®Easy Prey¡¯), adems de un sentimiento de nostalgia por la experiencia colectiva que ten¨ªa lugar en los clubes antes del coronavirus. ¡°S¨ª, al componer nuestros temas queremos transmitir la sensaci¨®n de volver a una sala oscura en la que se detiene el tiempo. Nuestro acercamiento a la m¨²sica es m¨¢s intuitivo que intelectual, como lo ser¨ªa el de un grupo de amigos que va a una fiesta nocturna¡±, confirma Ring.
Su m¨¦todo pasa por cierto caos controlado. No llegan al estudio con un concepto predeterminado, prefieren trabajar ¡°con las entra?as¡±. Sin mebargo, al final del proceso se dieron cuenta de que sus temas reflejaban, inevitablemente, el tiempo presente: comenzaron a pensar en el disco a finales de 2019, lo empezaron a grabar en plena pandemia y lo terminaron mientras Putin mandaba los primeros tanques a Ucrania. ¡°Influy¨® el miedo generalizado a nuestro alrededor, la sensaci¨®n de que cada d¨ªa se repet¨ªa el mismo titular con peque?as variaciones¡±, sostiene Szary. ¡°Tambi¨¦n la digitalizaci¨®n acelerada que tuvo lugar. De repente, todo pasaba en la red, incluido el clubbing¡±, le secunda Ring. ¡°Y, a la vez, cuando hacemos un disco siempre acaba siendo como un encierro. Lo dejo todo fuera del estudio, no hablo con nadie durante semanas y no escucho m¨²sica. Es como un confinamiento individual. En realidad, esta vez tampoco fue tan diferente¡±. El hilo conductor del disco parece la saturaci¨®n de datos a la que alude el t¨ªtulo, aunque tambi¨¦n sea un anagrama juguet¨®n del nombre del grupo y el n¨²mero cuatro. El peso de la composici¨®n recae en Ring, que tambi¨¦n es el vocalista. Se inspir¨® paseando por museos berlineses como la Gem?ldegalerie mientras empujaba el carrito de su beb¨¦ de pocos meses. Los cuadros del Renacimiento m¨¢s temprano le hicieron entender que nada de lo que suced¨ªa era nuevo. ¡°La humanidad ya se ha enfrentado a otras crisis, enfermedades y resurrecciones¡±, asegura.
Los tres son hijos de la reunificaci¨®n de Alemania: ¡°Crecimos en un momento en que todo el mundo ¡ªnuestros padres, nuestros maestros, nuestros pol¨ªticos¡ª pulsaba el bot¨®n de ¡®reset¡¯¡±
Los tres integrantes de Moderat tienen otra cosa en com¨²n: son hijos de la reunificaci¨®n de Alemania que crecieron en la RDA y eran adolescentes cuando cay¨® el Muro de Berl¨ªn. ¡°Crecimos en un momento en que todo el mundo ¡ªnuestros padres, nuestros maestros, nuestros pol¨ªticos, nuestros pol¨ªcias¡ª pulsaba el bot¨®n de reset¡±, afirma Szary. ¡°Nos beneficiamos de una inmensa libertad, de experimentos que nos marcaron¡±, a?ade Bronsert, menos locuaz que sus compa?eros. Aquella escena tecno de los primeros noventa fue el portaestandarte de una ciudad vibrante que cos¨ªa los desgarros de la historia y se reinventaba para abrazar todas las formas de cultura alternativa. Treinta a?os despu¨¦s, Berl¨ªn se ha convertido en un destino tur¨ªstico low cost en v¨ªas de gentrificaci¨®n salvaje, que amenazan con destruir su tejido cultural, seguramente ¨²nico en todo el continente.
El circuito de la m¨²sica electr¨®nica en la ciudad no ha quedado al margen de esos cambios. ?Ha perdido Berl¨ªn el aura contracultural que tuvo cuando ellos eran cr¨ªos? ¡°Yo creo que todav¨ªa existe. Sospecho que la pandemia ha tenido un efecto positivo en lo underground: como no se pod¨ªa viajar, los clubes dejaron de contratar a DJs estrella que cruzaban el mundo para pinchar una sola noche y apostaron por talentos locales¡±, considera Ring. ?No se ha empobrecido el ecosistema del tecno, que hoy parece menos influyente y transgresor que los sonidos urbanos? ¡°A veces me descubro pensando eso. Pero el otro d¨ªa hablaba con un t¨¦cnico de sonido de 23 a?os que trabaja conmigo. Me dijo: ¡°No, t¨ªo, est¨¢n pasando muchas cosas. Lo que pasa es que eres demasiado viejo¡±. Para Szary, es una cuesti¨®n c¨ªclica. ¡°En los noventa ya se dec¨ªa que hab¨ªa acabado su momento, y aqu¨ª seguimos. Hay una reinvenci¨®n cada diez a?os. En realidad, el tecno es mala hierba. Nunca morir¨¢¡±.
'MORE D4TA'
Monkeytown Records
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