¡®Las drogas sagradas en la Antig¨¹edad¡¯: la ciencia de llevar un dios dentro
Carlos Gonz¨¢lez Wagner repasa la relaci¨®n entre los mitos y las drogas en un ensayo que ampl¨ªa el uso de estas sustancias hasta el mundo cl¨¢sico
Una de las cuestiones m¨¢s fascinantes de la historia antigua es la interacci¨®n entre las manifestaciones art¨ªsticas y religiosas de la antig¨¹edad y las diversas sustancias del mundo natural que provocan estados alterados de conciencia. Para designar este tipo de plantas de aura sagrada, cuya presencia se ha atestiguado desde las sociedades de cazadores-recolectores hasta las primeras civilizaciones urbanas, el helenista Carl A. P. Ruck, junto con el mic¨®logo R. G. Wasson y otros investigadores, acu?aron, en los a?os setenta del pasado siglo, el neologismo ¡°ente¨®genos¡±, aludiendo ¡ªen paralelo a...
Una de las cuestiones m¨¢s fascinantes de la historia antigua es la interacci¨®n entre las manifestaciones art¨ªsticas y religiosas de la antig¨¹edad y las diversas sustancias del mundo natural que provocan estados alterados de conciencia. Para designar este tipo de plantas de aura sagrada, cuya presencia se ha atestiguado desde las sociedades de cazadores-recolectores hasta las primeras civilizaciones urbanas, el helenista Carl A. P. Ruck, junto con el mic¨®logo R. G. Wasson y otros investigadores, acu?aron, en los a?os setenta del pasado siglo, el neologismo ¡°ente¨®genos¡±, aludiendo ¡ªen paralelo al ¡°entusiasmo¡± griego¡ª a la idea de ¡°llevar un dios dentro¡±. Ellos, junto con el padre del LSD, Albert Hof?mann, fueron los autores de un controvertido libro, El camino a Eleusis, que propon¨ªa el uso ritual del cornezuelo del centeno, un hongo con propiedades alucin¨®genas, como una de las claves para entender el funcionamiento de los misterios griegos. La idea no era nueva, pues otros antrop¨®logos e historiadores de las religiones, desde las escuelas de Cambridge, Viena o Chicago, hab¨ªan propuesto sondear, tras algunos mitos, im¨¢genes y relatos patrimoniales, rastros y restos del uso de las llamadas ¡°plantas de los dioses¡±.
La incidencia en las artes y la cultura de las visiones, trances y experiencias ext¨¢ticas provocadas por estas sustancias fue aceptada en general desde el pasado siglo en el caso de los pueblos prehist¨®ricos y del antiguo Oriente. Sin embargo, costaba algo m¨¢s aplicarlo a los supuestos ¡°padres de Occidente¡±, griegos y romanos, cuyos mitos y ritos tambi¨¦n estar¨ªan plenos de referencias a estas plantas sagradas. Quiz¨¢ un inveterado prejuicio euroc¨¦ntrico imped¨ªa aplicar libremente algunas categor¨ªas historiogr¨¢ficas o antropol¨®gicas estudiadas en los ¡°otros pueblos¡± ¡ªantropofagia, chamanismo, ¨¦xtasis, hechicer¨ªa o uso de alucin¨®genos¡¡ª al mundo cl¨¢sico que, todav¨ªa hoy, se sigue viendo como precedente de nuestra ¡°racionalidad¡± europea de blancas y rectas formas, y, en definitiva, del esp¨ªritu l¨®gico de Occidente. Este recelo sigue presente en un sector de la academia, por lo que es especialmente bienvenida la excelente y equilibrada monograf¨ªa Las drogas sagradas en la Antig¨¹edad, de Carlos G. Wagner.
Este libro viene a culminar una trayectoria de 40 a?os de investigaci¨®n del autor en este asunto que, aunque empez¨® en los estudios fenicios, se ha ampliado al mundo grecorromano, adem¨¢s del antiguo Oriente y Egipto. Abarca, con ¨¢nimo comparativo y sint¨¦tico, toda la peripecia hist¨®rica del mundo antiguo, desde los albores de las civilizaciones fluviales hasta la simbiosis del cristianismo con las estructuras culturales grecolatinas, en un completo recorrido hist¨®rico-cultural que trata desde los conocimientos que ten¨ªan los antiguos sobre estas plantas ¡ªcon testimonios de la arqueobot¨¢nica combinados con fuentes literarias e iconogr¨¢ficas¡ª hasta su uso en el arte, la religi¨®n y la sociedad en diversas latitudes.
Lo que hay que ponderar ante todo es la cautela y la imparcialidad que adopta el autor ante el fen¨®meno de las drogas en la antig¨¹edad. Constatando, m¨¢s all¨¢ de toda duda, su uso, va recogiendo y examinando las pruebas disponibles, las diversas posturas hermen¨¦uticas y las hip¨®tesis m¨¢s veros¨ªmiles. Que nadie espere, por tanto, un tratado new age sobre una religi¨®n natural basada en las drogas, una apolog¨ªa anacr¨®nica o una suerte de explicaci¨®n polivalente y simplista para todos los misterios de la antig¨¹edad, que es lo que, muchas veces, se reproch¨® a los autores que estudiaban los ¡°ente¨®genos¡±. No reh¨²ye, empero, las cuestiones m¨¢s pol¨¦micas, como, por ejemplo, la hip¨®tesis cham¨¢nica ¡ªy otras etiquetas de la antropolog¨ªa, en pos de taumaturgos y medicine-men¡ª o la idea de que el uso de las drogas haya podido inspirar la creaci¨®n art¨ªstica y la intuici¨®n religiosa desde la ¨¦poca prehist¨®rica. Pueden ser muy ¨²tiles, en su justa medida, tambi¨¦n para el mundo cl¨¢sico.
Para ello, en todo caso, Oriente y Occidente, prehistoria y antig¨¹edad, se han de poner en contraste. Sorprende, por ejemplo, el an¨¢lisis alternativo de los grandes textos, el Gilgamesh o los poemas hom¨¦ricos, con las posibles alusiones a la etnobot¨¢nica, o el sugerente tratamiento de la simbolog¨ªa sagrada m¨ªtico-vegetal, oracu?lar, cham¨¢nica o visionaria, en el arte. Destaca, en ese sentido, el posible trasfondo enteog¨¦nico del combate del h¨¦roe contra monstruos como Medusa y Humbaba, o las apariciones de hierbas m¨¢gicas en los mitos griegos, germanos o celtas comparadas con las de la religi¨®n indoirania. Avanzando siempre con prudencia, Wagner aborda tambi¨¦n problemas cl¨¢sicos, como los de Eleusis o la Pitia de Delfos, y ofrece un ponderado estado de la cuesti¨®n, entre lo seguro y lo hipot¨¦tico. Asimismo, se dedica un largo ep¨ªgrafe a la religi¨®n dionisiaca y su culto ext¨¢tico en comparaci¨®n con otros antiguos dioses de la vegetaci¨®n: dioses que son plantas, o sus frutos, que resucitan y cuya ingesta hace resucitar a una nueva vida, con la experiencia inici¨¢tica del morir antes de morir.
Estos elementos sirvieron, a la par que la religi¨®n que los albergaba, para la dominaci¨®n y el prestigio de las ¨¦lites a trav¨¦s de relatos, rituales e im¨¢genes
En suma, un libro apasionante que sistematiza los conocimientos actuales sobre el papel que desempe?aron estas sustancias, tambi¨¦n con vistas a lo que dice la neurociencia actual. La sutileza en matices de esta cuesti¨®n es especialmente notable en atenci¨®n a la historia pol¨ªtica y social: estos elementos sirvieron, a la par que la religi¨®n que los albergaba, para la dominaci¨®n y el prestigio de las ¨¦lites a trav¨¦s de relatos, rituales e im¨¢genes. Este panorama de m¨¢s de cuatro milenios, en fin, muestra la omnipresencia para la historia de las religiones, la antropolog¨ªa, la arqueolog¨ªa, la filolog¨ªa y las artes de los llamados ente¨®genos en diversas experiencias culturales de hondo calado, desde la religi¨®n mesopot¨¢mica o indoirania hasta la griega, con sus santuarios y misterios. Mitos, visiones, hechicer¨ªas, or¨¢culos y trances pueden ser le¨ªdos, pues, a la luz de estas plantas, ora legendarias, como la ambros¨ªa, el soma o el haoma, ora reales, como el el¨¦boro, la hiedra, el cannabis o la adormidera.
Las drogas sagradas en la Antig¨¹edad
Autor: Carlos Gonz¨¢lez Wagner.
Editorial: Alianza Editorial, 2022.
Formato: tapa blanda (592 p¨¢ginas, 16,50 euros) y e-book (7,99 euros).
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