¡®El coraz¨®n del c¨ªclope¡¯, desde el desv¨¢n de la memoria
La novela de Jos¨¦ Antonio Abella, estructurada como recuento de una vida, atiende tanto a la peripecia personal del narrador como al entorno familiar y colectivo en que transcurre y a la circunstancia hist¨®rica que la modula
El coraz¨®n del c¨ªclope ¡ª70? Premio de Novela Ateneo-Ciudad de Valladolid¡ª se estructura como memoria o recuento de una vida cuando ¨¦sta, presumiblemente, encara su final. Es un relato en primera persona que sigue, sin apenas alteraci¨®n, la l¨ªnea cronol¨®gica del tiempo abarcado, y que atiende tanto a la peripecia personal del narrador protagonista ¡ªLeo¡ª como al entorno familiar y colectivo en que transcurre y a la circunstancia hist¨®rica que la modula y determina. Un planteamiento cl¨¢sico, que va desde la novela picaresca ¡ªcon la que comparte el punto de vista, el prop¨®sito explicativo-expiatorio, cierto aleccionamiento moral o un narratario expl¨ªcito¡ª hasta La familia de Pascual Duarte ¡ªheredera de aqu¨¦lla¡ª, con la que adem¨¢s comparte paratextos ¡ªla nota preliminar sobre el hallazgo de unos cuadernos en una cueva de la cordillera cant¨¢brica, m¨¢s un informe final de la Guardia Civil¡ª y el sesgo tremendista en alg¨²n que otro episodio. La novela es tambi¨¦n en gran medida la cr¨®nica de un aprendizaje o una formaci¨®n.
El cuaderno primero cubre la infancia, centrada en el ¨¢mbito familiar, la vida colectiva, los usos y costumbres, el trabajo, la mentalidad social, etc¨¦tera, y contiene un buen n¨²mero de estampas y an¨¦cdotas que presentan ¡°el mundo [cuando] era todav¨ªa un lugar confortable y sin historia, adormecido en las palabras peque?as que para todo val¨ªan¡±. En 1914 arranca el segundo cuaderno, con el s¨²bito enriquecimiento de aquel pueblo minero a consecuencia de la I Guerra Mundial, y un Leo que abandona la escuela, empieza a trabajar en una ferrer¨ªa y despierta a la madurez. Entronca en parte con el tercero, centrado en la ¡°Huelga del Hambre¡± (1917), en la progresiva politizaci¨®n que conduce a la proclamaci¨®n de una ef¨ªmera Rep¨²blica local ¡ªnarrada en clave de ¨¦pica bufa y tambi¨¦n de tragedia por el desenlace de algunos episodios¡ª, y que llega hasta la epidemia de la gripe espa?ola (1919). La d¨¦cada de 1923-1933 se resume en el cuarto cuaderno, m¨¢s fragmentada ahora la narraci¨®n, que recoge los derroteros que siguieron otras vidas y apunta ya el presente desde el que Leo escribe: 1942 y su refugio en la cueva. Los dos ¨²ltimos cuadernos tienen por eje el Octubre Rojo (1934), la Guerra Civil y, sobre todo, la vida cotidiana y la lucha por sobrevivir de este guerrillero cuyo posible final no queda nada claro.
Tampoco importa el cierre argumental porque lo importante de El coraz¨®n del c¨ªclope es la reconstrucci¨®n de una vida en sus m¨²ltiples aristas, de la que aqu¨ª solo apunto los grandes ejes. Jos¨¦ Antonio Abella lo hace con rigor y minuciosidad, construyendo bien los perfiles individuales que se corresponden con tipos representativos de la ¨¦poca, as¨ª como algunos otros m¨¢s exc¨¦ntricos que en ocasiones rayan lo m¨¢gico maravilloso, introduciendo pinceladas que animan el retablo real. El autor evita una visi¨®n dicot¨®mica o maniquea, si bien algunas reflexiones que vierte Leo en sus cuadernos vienen tiznadas de doctrina y mensaje.
El mundo que Abella recorre en su novela est¨¢ bien explorado en nuestra literatura, y no hay sorpresas. Lo m¨¢s sobresaliente es el lenguaje, muy ajustado a las voces de tan m¨²ltiples y dispares personajes, con una capacidad de condensar en breves sentencias una reflexi¨®n existencial o describir pl¨¢sticamente un escenario o paisaje. Y por eso se compadece mal en la lectura la tentaci¨®n del tipismo: rasgos del habla o del dialecto muy abundantes que no a?aden nada a estas figuras ni las hacen m¨¢s verdaderas o aut¨¦nticas.
El coraz¨®n del c¨ªclope
Menoscuarto, 2023
408 p¨¢ginas. 22,90 euros
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