La odisea de la criolla que fund¨® el primer colegio p¨²blico para ni?as de M¨¦xico

Mar¨ªa Ignacia Azlor y Echeverz es m¨¢s conocida en M¨¦xico, mientras que en Espa?a se ignora que fue una criolla de descendencia navarra (por parte de madre) y aragonesa, nacida en 1715, que pertenec¨ªa a una de las familias m¨¢s ricas del virreinato de la Nueva Espa?a. Lo sobresaliente de su vida fue que renunci¨® a la opulencia y comodidades para tomar los h¨¢bitos con el fin de dedicarse a la educaci¨®n de las ni?as, incluidas ind¨ªgenas, con la fundaci¨®n de la primera escuela p¨²blica fem...

Mar¨ªa Ignacia Azlor y Echeverz es m¨¢s conocida en M¨¦xico, mientras que en Espa?a se ignora que fue una criolla de descendencia navarra (por parte de madre) y aragonesa, nacida en 1715, que pertenec¨ªa a una de las familias m¨¢s ricas del virreinato de la Nueva Espa?a. Lo sobresaliente de su vida fue que renunci¨® a la opulencia y comodidades para tomar los h¨¢bitos con el fin de dedicarse a la educaci¨®n de las ni?as, incluidas ind¨ªgenas, con la fundaci¨®n de la primera escuela p¨²blica femenina, de car¨¢cter religioso, en M¨¦xico.

Para conseguirlo, Azlor tuvo que atravesar el oc¨¦ano Atl¨¢ntico dos veces, la primera para dejar en orden sus asuntos con su familia en Espa?a y luego hizo el tornaviaje con 11 mujeres que se unieron a su causa.

La navarra Margari Alonso, licenciada en Derecho, debuta como escritora con esta entretenida novela hist¨®rica, Mar¨ªa Azlor. Una vida entre las dos Espa?as (C¨ªrculo Rojo), repleta de datos, personajes (todos a los que se refiere existieron) y hechos, refrendados por las numerosas notas de la edici¨®n. La idea del libro surgi¨® de un manuscrito de finales del siglo XVIII que encontr¨® en la Biblioteca Nacional de Espa?a sobre una docena de mujeres que hab¨ªa viajado desde Tudela (Navarra) a Am¨¦rica para fundar un colegio en M¨¦xico. Tirando del hilo encontr¨® m¨¢s documentos, como los pasajes de embarque de aquellas mujeres.

La informaci¨®n Alonso que ha reunido para su libro procede de una investigaci¨®n de a?os en la Biblioteca Nacional de M¨¦xico, el Archivo de Indias, en iglesias¡­ De su biografiada destaca que ¡°quer¨ªa sustituir la caridad por la educaci¨®n, que las ni?as pobres tuvieran acceso a la formaci¨®n, era una adelantada a los tiempos de la Ilustraci¨®n¡±.

La aventurera vida de Azlor lleva la narraci¨®n del libro por Ciudad de M¨¦xico, La Habana, C¨¢diz, Sevilla, Madrid, Tudela¡­ por los caminos polvorientos que atravesaban Espa?a y en los nav¨ªos de la Carrera de Indias. En el texto se destacan los obst¨¢culos que algunos personajes pusieron a sus deseos, incluidos algunos familiares, que ve¨ªan una empresa disparatada y quer¨ªan a Mar¨ªa bien casada. Visto que era imposible disuadirla, al menos intentaron convencerla de que su obra la levantara en Espa?a y no en M¨¦xico. De alguna manera, asegura la autora, Azlor quer¨ªa devolver a Am¨¦rica las riquezas que el Nuevo Mundo le hab¨ªa dado a su familia.

La determinaci¨®n de Azlor se afianza tras perder a sus padres y casarse su hermana. Con solo 21 a?os se embarca en Veracruz, en mayo de 1737, rumbo a Espa?a, con los riesgos, entre otros, de ataques piratas. Este es el relato principal del libro, ese agotador viaje, con fallecidos por el camino, para una joven que apenas hab¨ªa salido de la hacienda familiar. El nav¨ªo llega a C¨¢diz a finales de agosto de ese a?o, desde donde ella se traslada en carruaje, leguas y leguas, hasta Tudela.

En la localidad navarra ingresa en un convento en el que pasa ?10 a?os! en una humilde celda. Azlor escribe al rey Fernando VI para garantizar la viabilidad del futuro colegio-convento, que financiar¨¢ con sus minas, cabezas de ganado, joyas, piedras preciosas y dinero (al que se uni¨® el que aport¨® la reina, B¨¢rbara de Braganza). La lentitud burocr¨¢tica motiv¨® que la real c¨¦dula que autorizaba su obra no llegase hasta abril de 1752. El monarca ordenaba que se le diera ¡°todo el favor, ayuda y auxilio que para ello se necesitare¡±.

Ahora faltaba, nada menos, que regresar a Am¨¦rica, acompa?ada de 11 religiosas con las que logr¨® sinton¨ªa para su proyecto. En junio de 1753 partieron desde C¨¢diz; en el caso de la protagonista, volv¨ªa a hacerse a la mar 16 a?os despu¨¦s. En tierras mexicanas tampoco hallaron un camino de rosas, con los recelos del obispado.

Por fin, en junio de 1754 comenzaron las obras del colegio-convento, con celdas para las religiosas, enfermer¨ªa, ba?os, aulas y viviendas para las alumnas. En noviembre se hizo realidad el centro educativo para ni?as de diferentes clases sociales y colores. Mar¨ªa Azlor disfrut¨® de su logro hasta 1767, cuando falleci¨® a los 52 a?os. Una iniciativa que continu¨® y se extendi¨® a otros lugares de Am¨¦rica. Qued¨® adem¨¢s su intento, como dice Margari Alonso, de ¡°cambiar el papel de la mujer en la sociedad del virreinato¡±.

Puedes seguir a BABELIA en Facebook y X, o apuntarte aqu¨ª para recibir nuestra newsletter semanal.