¡®Justicia para los animales¡¯, de Martha C. Nussbaum: por la dignidad de todos los seres sintientes

Aunque en los ¨²ltimos tiempos hemos visto como en distintos pa¨ªses se multiplicaban las mascotas adoptadas y las leyes de bienestar animal y de protecci¨®n de espacios m¨¢s o menos v¨ªrgenes, o, incluso, como algunos tribunales reconoc¨ªan el estatus de persona a animales desde un punto de vista legal ¡ªo, a lo m¨ªnimo, legitimaci¨®n procesal¡ª, la realidad mundial muestra que los humanos siguen maltratando y causando perjuicios y malestar a los animales. Ocurre todos los d¨ªas cuando alguien ejerce cr...

Aunque en los ¨²ltimos tiempos hemos visto como en distintos pa¨ªses se multiplicaban las mascotas adoptadas y las leyes de bienestar animal y de protecci¨®n de espacios m¨¢s o menos v¨ªrgenes, o, incluso, como algunos tribunales reconoc¨ªan el estatus de persona a animales desde un punto de vista legal ¡ªo, a lo m¨ªnimo, legitimaci¨®n procesal¡ª, la realidad mundial muestra que los humanos siguen maltratando y causando perjuicios y malestar a los animales. Ocurre todos los d¨ªas cuando alguien ejerce crueldad o desconsideraci¨®n en su hogar con gatos y perros, trafica con cachorros o especies protegidas, caza furtivamente ¡ªo por simple placer¡ª un elefante o un rinoceronte en ?frica, ocupa espacios para talar y desforestar en el Amazonas o construir en manglares, hacina y sobreexplota en granjas a cerdos, vacas o pollos, poluciona el aire que tambi¨¦n necesitan los p¨¢jaros o, entre otras formas de perjuicio antropoc¨¦nico y antropoc¨¦ntrico, elimina indiscriminadamente pl¨¢sticos que ingieren, en el mar, peces y ballenas.

Sostiene la fil¨®sofa estadounidense Martha C. Nussbaum en su ¨²ltimo libro que el dominio humano ha provocado y sigue provocando da?os indebidos a los animales. Se trata de una llamada a la acci¨®n, poniendo fin a una deuda ¨¦tica, al tiempo que una propuesta de teor¨ªa filos¨®fica sobre la justicia y la injusticia fundada sobre la capacidad del animal a llevar su ¡°propio modo caracter¨ªstico de vida¡±. Apela para ello a nuestros sentimientos de admiraci¨®n, compasi¨®n e indignaci¨®n. No distingue entre animales dom¨¦sticos y salvajes, ni entre humanos y bestias, puesto que las investigaciones van demoliendo la supuesta frontera marcada por el intelecto y la sintiencia. Los vertebrados y muchos invertebrados ¡ªno as¨ª las plantas¡ª sienten, experimentan emociones y poseen una visi¨®n subjetiva de las cosas. Y, en consecuencia, tienen derechos. Resulta necesario, sostiene Nussbaum, ir avanzando hacia una justicia global, que solamente puede alcanzarse si integra a todos los seres sintientes. ¡°Yo defiendo que todas las criaturas valen lo mismo¡±, sentencia.

Descarta la autora las tres principales teor¨ªas usadas en derecho y filosof¨ªa sobre la justicia y la ¨¦tica animal: el enfoque del ¡°fuerte parecido con nosotros¡± de Steven Wise, que favorece a simios, elefantes, ballenas y delfines; la teor¨ªa utilitarista, ya esbozada por Bentham y Stuart Mill, y que, en ¨¦pocas recientes, defiende Peter Singer, centrada especialmente en el dolor; y, por ¨²ltimo, el enfoque kantiano de Christine Korsgaard, bien valorado pero todav¨ªa insuficiente. Acto seguido, Nussbaum propone aplicar y adaptar en estas cuestiones el denominado enfoque de las capacidades, que ella despleg¨® con Amartya Sen en el campo de la ayuda al desarrollo. Las condiciones de llevar una vida floreciente creada por ellos mismos rigen el paso de los derechos humanos a los animales. Propone la autora una suerte de Constituci¨®n virtual de los animales en el mundo. Las criaturas sintientes tienen derecho a recibir un trato justo. El t¨¦rmino clave, en fin de cuentas, no es otro que dignidad.

La obra aborda de manera valiente y osada problemas complejos. Nussbaum, como siempre, arriesga. Los planteamientos sobre la comida, la abolici¨®n de la pesca y caza deportivas, la conciudadan¨ªa de las mascotas, la legitimaci¨®n procesal o la representaci¨®n pol¨ªtica de los animales resultan, sin duda, pol¨¦micos. Las dificultades nacionales e internacionales ¡ªlos p¨¢jaros, por ejemplo, no entienden de fronteras¡ª se estiman notables. Los cambios no van a ser f¨¢ciles y simples, defiende Martha C. Nussbaum en Justicia para los animales, como no lo fueron en el pasado los tocantes a los esclavos y a las mujeres, pero resultan necesarios y posibles. Todo depende de nosotros: ¡°?Extenderemos una mano de amistad a las criaturas con las que compartimos animalidad?¡±.

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