Elecciones, demandas y relatos
Europa caminar¨¢ hacia la socialdemocracia en 2013 y se demorar¨¢ el control del d¨¦ficit
Galicia est¨¢ entre las tres comunidades, con Murcia y Castilla-La Mancha, que consideran que el paro es el problema p¨²blico que m¨¢s le afecta personalmente a sus habitantes, que son los que contestan a la pregunta de Agenda Personal del CIS del mes de enero. Galicia, con un 18,30% de paro en la EPA (4? trimestre 2011) est¨¢, sin embargo, a m¨¢s de cuatro puntos de porcentaje del paro medio del Estado (22,85%). Pese a ello, el nivel de personalizaci¨®n del problema es mayor, y lo es, probablemente, porque aqu¨ª hay un plus de aceleraci¨®n anual del paro que lo hace m¨¢s s¨²bito e inesperado, justo lo que provoca mayor incertidumbre y hace que se asuma no solo como un problema objetivo sino personal, subjetivo, amenazante.
En este sentido, y de cara a las elecciones auton¨®micas gallegas, quiz¨¢ sea preciso que los partidos propongan, en su comunicaci¨®n con el electorado, ofertas necesarias y cre¨ªbles, por dif¨ªcil que sea su gesti¨®n. Ir dando los primeros pasos eficientes para ir reduciendo el paro es una de esas propuestas que responden a una demanda fuerte y fundada. Las actuales pol¨ªticas de austeridad, impuestas desde la Europa conservadora y desde un modelo de acci¨®n sociopol¨ªtica muy radical y presionante, no crean empleo ni ponen las bases para crearlo, pero nos privan de derechos sociales duramente ganados. Unas pol¨ªticas de saneamiento contable, que es lo que estas pol¨ªticas conservadoras quieren ser, deben ir acompa?adas de cambios fiscales suficientes, en la l¨ªnea de las medias fiscales europeas, y de est¨ªmulos privados y estatales no menos suficientes. A finales de 2013, Europa, probablemente, volver¨¢ a cambiar hacia modelos socialdem¨®cratas (Francia y Alemania), y esto permitir¨¢ introducir demoras en el control del d¨¦ficit, liberarnos de una tensi¨®n excesiva e innecesaria en la velocidad de los ajustes y retomar la v¨ªa inversora y creativa para disponer de mayor liquidez y comenzar a satisfacer la demanda general de actividad econ¨®mica. Si para entonces ya se han reducido tales ajustes (aquellos estrictamente necesarios, me refiero), mejor que mejor.
Y todo ello invita a las fuerzas pol¨ªticas progresistas a dar contestaciones viables a las demandas de la poblaci¨®n, que en el caso del paro alcanza niveles m¨¢ximos en plena depresi¨®n econ¨®mica. Aqu¨ª, como en el conjunto del reino, la reforma laboral en curso solo servir¨¢ para crear m¨¢s conflictos sociales y m¨¢s desempleo. No es la reforma que los tiempos exigen ni respeta los m¨ªnimos constitucionales. Las cosas no se pueden hacer as¨ª, a las bravas, rompiendo una tradici¨®n de consenso con una regulaci¨®n que trata de conformar a solo una de las partes. Era importante haberlo hecho bien e intentar avanzar juntos en lo m¨¢s grave de la crisis dejando otras cosas para el debate pol¨ªtico, partidario y electoral. No fue posible.
Yo siempre invito a las organizaciones progresistas a que hagan cosas eficientes porque a veces se nos van por los cerros llamados de ?beda del debate sobreideol¨®gico y dejan campo libre a un discurso o relato de la derecha que es tan sencillo como claro, y tan claro como discutible: no hay alternativa a lo que estamos haciendo, y adem¨¢s la culpa es de ustedes que han dejado as¨ª las cosas. Evidentemente, esto es muy incierto, pero en tiempos de crisis todo funciona.
En alg¨²n momento se ha de romper la din¨¢mica conservadora de la crisis, y por qu¨¦ no en Galicia. No se puede hacer un gran balance de la gobernaci¨®n auton¨®mica del PP, y es dif¨ªcil buscar algo que se pueda exhibir como un logro. Tampoco ideas: en situaciones de crisis se agradece la tensi¨®n de un gobierno para abrir esperanzas en mil frentes, aunque solo acabe funcionando alguno o algunos pocos. Pero esa es la batalla. Lo que comenz¨® siendo una pol¨ªtica cultural agresiva con la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica, acab¨® siendo una pol¨ªtica poco eficiente en lo social y en lo econ¨®mico. Tambi¨¦n lo est¨¢ siendo en el conjunto del reino.
Si en poco m¨¢s de un mes (Francia) y en poco m¨¢s de un a?o (Alemania) cambian las cosas en Europa, podr¨ªa ser necesario recibir ese cambio en la onda de nuevo ciclo europeo. Un gobierno conservador en Galicia no har¨ªa m¨¢s que prolongar los errores de estos a?os de retroceso social y de incremento de la desigualdad econ¨®mica. Hay que ir pensando en cerrar ese ciclo ominoso de dominio de las finanzas sobre la pol¨ªtica y la ciudadan¨ªa. Hasta aqu¨ª deber¨ªamos haber llegado, y ni un paso m¨¢s en esa l¨ªnea.
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