Se?ores, hay que vender
Costura versus pr¨ºt-¨¤-porter en la ¨²ltima jornada de la Valencia Fashion Week
La presentaci¨®n de las colecciones del oto?o/invierno 2014 de la Valencia Fashion Week termina, una vez m¨¢s, con la evidencia del estado cr¨ªtico en el que se encuentra el pr¨ºt-¨¤-porter. Creatividad no falta, lo hemos comprobado, pero ?y la industria?. Los desfiles que se han podido ver durante las tres jornadas de esta decimocuarta edici¨®n, celebrada en el Palacio de la Exposici¨®n, dejan a su paso una sensaci¨®n extra?a, y se nos plantea otra pregunta m¨¢s: ?el futuro vuelve a estar en la costura?. El d¨ªa de la marmota.
La situaci¨®n no es f¨¢cil para nadie. Cierto. Pero la confecci¨®n industrial en serie padece un cuadro cl¨ªnico casi terminal que ni los cuidados paliativos de las subvenciones oficiales pueden socorrer. Mientras, en la camilla de al lado, la costura m¨¢s tradicional, artesana y a medida, gana br¨ªo haciendo de la necesidad virtud, enganchada al cat¨¦ter de los encargos. Al movimiento centr¨ªfugo de la crisis corresponde un movimiento centr¨ªpeto y aut¨®nomo de la moda hac¨ªa s¨ª misma. Un paso para atr¨¢s.
Lejos quedan los ochenta y los noventa. Con el calambre del consumo. El Imperio de lo ef¨ªmero que narraba Lipovetsky. La moda se pon¨ªa de moda. Especulaci¨®n. La burbuja de la frivolidad. Yo a lo m¨ªo. El simulacro de Baudrillard. Oportunismo. Las fortunas aceleradas y transitorias. Modelo que no-se-levanta-de-la-cama-por-menos-de-10.000-d¨®lares. Glups. Las marcas como leitmotiv vital. Fashion business es Show business. Pero eso es otra historia.
Pero yo no vine a este art¨ªculo a hacer memoria hist¨®rica. Sino cr¨®nica period¨ªstica que es por naturaleza caduca. A lo que toca. No podemos obviar la tit¨¢nica labor realizada por los distintos organizadores de esta mutante Semana de la Moda de Valencia. Lo que han hecho por la visibilidad y promoci¨®n del trabajo de los creadores es de aplauso. S¨ª. As¨ª como por la estimulaci¨®n territorial de la cultura moda. ?Chapeau! Pero se?ores, hay que vender. Despu¨¦s de todo, la moda es una mercanc¨ªa. Y a veces rentable tambi¨¦n. El ca?¨®n de luz hay que ponerlo en los compradores, en el sector industria, y no tanto en las pseudo-celebrities locales, en el nepotismo bigger-than-life, en los amigos institucionales y toda esa mandanga. No se puede sostener.
Cambiemos el foco: la colecci¨®n ¡°Diagonal¡± de Juan Andr¨¦s Momp¨®, uno de nuestros dise?adores m¨¢s met¨®dico y preciso, cierra esta sobria edici¨®n de la VFW. Momp¨®, en formato ¨ªntimo, concibe la presentaci¨®n como manifiesto vital. La ¨²nica colecci¨®n que era posible hacer. Asimismo, homenaje a s¨ª mismo. Hey!, que aqu¨ª seguimos. Que no nos hemos ido. Que seguimos batallando por la belleza. Las l¨ªneas entalladas, la hip¨¦rbole de los lazos de rigor y las asimetrias bien cinceladas juegan un papel fundamental en la definici¨®n de la est¨¦tica de Momp¨®. Y si adem¨¢s lo acent¨²a en una paleta cl¨¢sica de empolvados, apoyados en blancos y negros, no podemos m¨¢s que decir que el futuro ya pas¨®. Snif, snif. Lo dem¨¢s es letra peque?a y obsolescencia programada. Pues eso.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.