Un urbanismo "del bueno¡±
Una muestra pone de relieve que, frente a la especulaci¨®n, en la ¨¦poca del ladrillo tambi¨¦n se levantaron edificios p¨²blicos pensando en la sociedad
El ladrillo se ha asociado en los ¨²ltimos a?os a especulaci¨®n, corrupci¨®n, derroche. Los esc¨¢ndalos que ahora salen a la luz demuestran que este fue el ¨¢mbito en el que algunos vieron su mina de oro. La exposici¨®n Spain mon amour quiere demostrar que tambi¨¦n hubo en esos a?os urbanismo ¡°del bueno¡±. El realizado mediante concurso, de manera transparente, el de los grandes estudios. Pero sin triunfalismos, explica Luis Fern¨¢ndez-Galiano, comisario de la muestra, ubicada en el Museo ICO.
Los gu¨ªas de la muestra, a medio camino entre la performance y la instalaci¨®n, son un centenar de estudiantes de Arquitectura vestidos de blanco. Es decir, esos j¨®venes que tienen un futuro m¨¢s incierto. ¡°Ense?amos lo que se hizo bien, pero tambi¨¦n el presente de la mano de los miembros m¨¢s fr¨¢giles de una profesi¨®n en crisis¡±, reconoce Fern¨¢ndez-Galiano.
Son 15 edificios, entre museos, pabellones, Ayuntamientos y guarder¨ªas, firmados por arquitectos como Francisco Mangado o estudios como Mansilla+Tu?¨®n, Nieto Sobejano, Paredes Pedrosa y RCR Arquitectes. Tienen en com¨²n la financiaci¨®n p¨²blica y la utilidad para la sociedad. El visitante no solo puede ver las fotograf¨ªas de las obras, sino tambi¨¦n las maquetas. El Consistorio de Lal¨ªn (Pontevedra), el Museo de Arqueolog¨ªa de ?lava o la villa romana La Olmeda (Palencia) son algunos de los hijos de los buenos tiempos econ¨®micos. Antes de aterrizar en Madrid, pasaron por la bienal de Venecia.
¡°En las crisis dicen que surgen las mejores ideas¡±, dice una alumna
Los estudiantes se entrevistaron con los art¨ªfices de las obras, as¨ª pudieron conocer los entresijos, el m¨¦todo y el proceso que se sigui¨® para llevar a la realidad sus creaciones. Los alumnos tuvieron la oportunidad de reunirse frente a frente con aquellos que pudieron vivir la ¨¦poca en la que hab¨ªa dinero para pensar a lo grande. Les contaron por ejemplo que a veces, los promotores de las obras, en este caso la Administraci¨®n, les pide que maquillen el significado de la obra para hacerla m¨¢s atractiva para los titulares de prensa. Esto pas¨® por ejemplo con el Museo de Arte Contempor¨¢neo de Le¨®n, cuando tuvieron que asegurar que el edificio se inspiraba en un ¡°r¨ªo que fluye¡±.
El grupo de estudiantes de la Polit¨¦cnica que hace de cicerone sabe que ¡°la cosa est¨¢ mal¡±, como dice una de ellas, aunque ¡°no tanto¡±, se apresura a contestar otra. Resignaci¨®n, confianza y realismo es lo que demuestran mientras est¨¢n rodeados de lo que seguramente no se volver¨¢ a hacer en muchos a?os. ¡°Cuando presentamos alg¨²n proyecto en la universidad un poco desmesurado nos dicen que ese tiempo ya pas¨®¡±, reconoce la alumna Irene del Sol. ¡°En temporadas de crisis dicen que surgen las mejores ideas¡±, a?ade otra, In¨¦s Olavarrieta.
El piso inferior de la exposici¨®n acoge las aberraciones urban¨ªsticas
Fern¨¢ndez-Galiano afirma que los estudiantes tienen la oportunidad de ¡°explicar c¨®mo est¨¢ ahora mismo la profesi¨®n¡±, porque a ¡°los que van a ver la exposici¨®n les interesa¡±. Susana y Fernando, dos visitantes, les interrogan sobre sus posibilidades ahora que algunos de ellos est¨¢n a punto de acabar la carrera. ¡°?En Asia hay posibilidades, no?¡±, les pregunta ella. ¡°S¨ª, pero ya veremos si no explota tambi¨¦n all¨ª la burbuja inmobiliaria¡±, responden las dos. Los alumnos huyen de los ¡°arquitectos-estrella¡± y admiran a los que trabajan ¡°ajust¨¢ndose al presupuesto¡±. Quieren borrar la extendida idea que algunos de sus maestros tambi¨¦n participaron del derroche. ¡°Al final el arquitecto trabaja para su cliente y, si un Ayuntamiento les pide que quieren que las cristaleras sean de colores o una torre unos metros m¨¢s alta, pues tienen que hacerlo¡±, apunta la estudiante Martha Sosa.
En el piso inferior del museo se puede contemplar Ruinas modernas, la contraposici¨®n a Spain mon amour, las aberraciones urban¨ªsticas fruto de la especulaci¨®n. Son dos a?os de trabajo de la arquitecta Julia Schulz-Dornburg, que recorri¨® las promociones m¨¢s absurdas que se pusieron en marcha en toda Espa?a. Algunas har¨ªan hasta gracia ¡ªurbanizaciones con aeropuertos privados, pistas de esqu¨ª donde no nieva¡ª, si no fuera por la situaci¨®n a la que ha conducido semejante locura del ladrillo.
Spain mon amour y Ruinas modernas.Museo ICO. Zorrilla, 3. Hasta el 9 de junio.
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