Proponer sobre nada
Hay que responder a la carga financiera con una reforma fiscal
El relax en la exigencia de la disminuci¨®n del d¨¦ficit que Berl¨ªn o Bruselas impone al Reino de Espa?a permite, por lo visto, incrementar en dos d¨¦cimas el endeudamiento en t¨¦rminos de Producto Interior Bruto del Estado. Seg¨²n algunos c¨¢lculos, se trata de m¨¢s de 2.000 millones de euros que han de ser repartidos entre aquellos que, seg¨²n la Ley de Estabilidad Presupuestaria, pueden endeudarse, es decir, el Gobierno central y las comunidades aut¨®nomas. El debate sobre c¨®mo se distribuye la flexibilizaci¨®n del d¨¦ficit y por tanto, la posibilidad de endeudamiento, ya est¨¢ definitivamente lanzado. As¨ª las cosas se me ocurren algunas dudas que me atrevo a poner blano sobre negro. En cuanto a los criterios de reparto se barajan ya varias opciones.
El primero se basa en la simetr¨ªa o asimetr¨ªa en funci¨®n del cumplimiento anterior, es decir, como premio o castigo por la confianza o desconfianza desplegados. Otra opci¨®n se basa en hacerlo en virtud de las necesidades, es decir, atendiendo a los problemas que exhiben Catalu?a y Valencia. Esa es la primera cuesti¨®n que se ha planteado. Al parecer ha de ser resuelta a toque de corneta y prietas las filas en el seno del Partido Popular que gobierna en la mayor¨ªa de comunidades aut¨®nomas. Pensemos, sin embargo, que esa es una cuesti¨®n que en Euskadi queda al margen por la relaci¨®n espec¨ªfica de bilateralidad entre las dos administraciones, la central y la vasca, que nace del Concierto Econ¨®mico. Pero no queda ah¨ª. La segunda cuesti¨®n que a cualquiera se le ocurre pensar es, de d¨®nde sale esta ¡°lluvia¡± de millones que el lehendakari, I?igo Urkullu, travestido en el calvo de la loter¨ªa, llev¨® a la famosa reuni¨®n interinstitucional en la que participaron tambi¨¦n las Diputaciones forales y la Asociaci¨®n de Municipios Vascos, Eudel.
"No soy de los que
Debemos pensar en primer lugar que no se trata de una transferencia de fondos de la Uni¨®n Europea o del Estado a Euskadi, sino de la posibilidad de que ¨¦sta, mediante cr¨¦ditos o empr¨¦stitos, o bien a trav¨¦s de la emisi¨®n de deuda p¨²blica, logre captar unos fondos que el propio Ejecutivo, liderado por Urkullu, cifra entre 200 y 250 millones. No soy yo de los que dudan de la necesidad de que las administraciones p¨²blicas intervengan en la econom¨ªa con incentivos puntuales para salir de la crisis, pero de ah¨ª a la irresponsabilidad del abuso va un trecho. El endeudamiento, bien sea de la administraci¨®n vasca o se reparta con las Diputaciones, incrementar¨¢, en cada caso, en su medida, el gasto corriente de sucesivos ejercicios, y por tanto tendr¨¢ su influencia a la hora de quitarlo de otras partidas, fundamentalmente de las destinadas a mantener el gasto social. Sentado lo anterior, vamos ahora sobre el ¡°acuerdo¡± o foto de consenso que los responsables de prensa del Gobierno quisieron vender despu¨¦s de la buscada cita del Ejecutivo en Lehendakaritza. Que hubo acuerdo sobre la posibilidad de repartir el nuevo endeudamiento, s¨ª, o lo que es lo mismo, que el Gobierno no trata a las Diputaciones como meras entidades locales, tambi¨¦n.
"El endeudamiento
Pero de esa realidad a la que intentaron colocar como un hecho, hay un trecho. Es decir, todo lo dem¨¢s que conlleva el nuevo planteamiento de flexibilizaci¨®n y reparto del d¨¦ficit ni se trat¨®; solamente se trat¨® el destino gen¨¦rico de las inversiones, el denominado plan anticrisis, (t¨¦rmino ¨¦ste muy del gusto del PNV que normalmente no contempla nada sustantivo). Es obligado por tanto decir que queda camino para poder hablar de acuerdo, hay mucho que tratar todav¨ªa. Ya hemos dicho que este endeudamiento compromete el gasto social de sucesivos ejercicios seg¨²n la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Es necesario, por lo tanto, para responder a este fen¨®meno de progresivo crecimiento de la carga financiera, acudir a una reforma fiscal que, desde el punto de vista de la progresividad y de la justicia, haga crecer la recaudaci¨®n como mecanismo para evitar ecomprometer el gasto social. Junto a la cuesti¨®n de la reforma fiscal, tambi¨¦n brill¨® por su ausencia en la propuesta de acuerdo de Urkullu, la estrategia global de la aplicaci¨®n de fondos para la actual situaci¨®n de emergencia. ?El destino de esos fondos ser¨¢ Confebask (Confebask y alg¨²n otro agente social) o se destinar¨¢ parte de toda esa inversi¨®n a pol¨ªticas de igualdad que ya nadie discute que est¨¢n en la base del desarrollo econ¨®mico equilibrado?Al final, como siempre, nos encontramos con que Urkullu propone acuerdos sobre nada, es decir, sobre conceptos tan generales que es imposible estar en desacuerdo, pero que de igual manera, tambi¨¦n es imposible que sirvan de base para sellar un acuerdo claro.
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