Una decisi¨®n en contra del sentido com¨²n

El marco actual de crisis ha desenterrado antiguas creencias, revitalizado el viejo paradigma de que las exigencias ambientales constituyen una pesada carga para el desarrollo econ¨®mico. Y bajo este paraguas asistimos a una supresi¨®n de ¨®rganos, promulgaci¨®n de iniciativas legislativas encaminadas a flexibilizar los requerimientos, directivas y decretos tendentes a aliviar exigencias de evaluaci¨®n y prevenci¨®n ambiental.

Partimos del consenso de que la generaci¨®n y tratamiento de residuos se ha convertido en uno de los problemas m¨¢s acuciantes, dadas sus m¨²ltiples implicaciones, y somos conscientes de que tienen impacto sobre la contaminaci¨®n del suelo, el agua y la atm¨®sfera, y un papel relevante en el cambio clim¨¢tico y los riesgos para la salud p¨²blica; en funci¨®n de c¨®mo gestionemos estos residuos, incidiremos de forma m¨¢s o menos acusada en ellos.

Eso ha llevado a las instituciones a considerar que lo m¨¢s eficiente, una vez que el residuo se ha generado, es la reutilizaci¨®n y el reciclado antes que la valorizaci¨®n, dado que este ¨²ltimo tratamiento puede tener un impacto no deseado sobre la salud. Por tanto, no alcanzo a comprender las razones que llevan a la Comunidad de Madrid a permitir la quema de residuos en la cementera de Morata de Taju?a.

Tanto la Estrategia de Desarrollo Sostenible espa?ola como la europea tienen como uno de sus principales objetivos ¡°evitar la producci¨®n de residuos y aumentar el uso eficaz de los recursos naturales mediante la aplicaci¨®n del concepto de ciclo de vida y el fomento de la reutilizaci¨®n y el reciclado¡±. ?Cu¨¢les son, pues, las razones para permitir la quema de residuos en la cementera? ?No esteremos asistiendo a un intento de dotar a la cementera de un medio adicional de ingresos econ¨®micos, ahora que su negocio real ha ca¨ªdo en picado?

No quiero creer que sea este ¨²ltimo el motivo real, pues estar¨ªamos asistiendo a una decisi¨®n de dudosa legalidad y que adem¨¢s, al estar amparada por un estudio de impacto ambiental, pondr¨ªa una vez m¨¢s en entredicho la eficacia de los sistemas administrativos para garantizar la conservaci¨®n del medio y la salud ciudadana.

Es dif¨ªcil entender c¨®mo en un escenario donde la UE insta a los Estados a tomar medidas a¨²n m¨¢s severas para reducir la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica, a fin de que se pongan en consonancia con los ¨²ltimos descubrimientos cient¨ªficos para garantizar una calidad del aire y protecci¨®n de la salud ¨®ptima, se permite la quema de residuos en la cementera. Se me antoja que la medida va en sentido contrario, ya que existen fundadas sospechas de que puede haber emisiones nocivas para la salud.

Sabemos que la contaminaci¨®n del aire sigue situ¨¢ndose a la cabeza de las preocupaciones medioambientales de los ciudadanos europeos, como refleja la propuesta de Programa General de Medio Ambiente para 2020 titulado Vivir bien, respetando los l¨ªmites de nuestro planeta. Su objetivo b¨¢sico es la adopci¨®n de medidas para alcanzar niveles de calidad del aire que no den lugar a riesgos y efectos negativos significativos para la salud humana y el medio ambiente, por lo que, antes de valorizar los residuos, deber¨ªamos incentivar medidas de reutilizaci¨®n y reciclado que, por otro lado, existen, son rentables y generan empleo.

Pero es que, adem¨¢s, el Ministerio de Agricultura marca el objetivo de conciliar la m¨¢xima protecci¨®n del medio ambiente con el desarrollo econ¨®mico y la generaci¨®n de empleo, y acciones como esta no contribuyen a este objetivo. La reutilizaci¨®n y el reciclado son un motor m¨¢s potente para ello que la valorizaci¨®n.

Esto me lleva a pensar que la decisi¨®n va m¨¢s encaminada a favorecer los intereses de unos pocos en detrimento de la conservaci¨®n del medio y el bien com¨²n. Asistimos una vez m¨¢s a otra medida que conlleva el deterioro del medio ambiente fruto del enfoque liberal-conservador que los madrile?os venimos sufriendo durante los casi 20 a?os de Gobierno del PP en la Comunidad. Nuevamente vemos c¨®mo se retuercen los requisitos legales, a trav¨¦s de una visi¨®n cortoplacista y anticuada, para que el medio ambiente no entorpezca el desarrollo econ¨®mico de una minor¨ªa.

Seguramente argumentar¨¢n razones econ¨®micas y de empleo, pero no se puede volver a usar la crisis como argumento contra la sostenibilidad medioambiental. Todo el mundo es consciente de que eso ya no es as¨ª, y m¨¢s en este caso, donde el reciclado genera m¨¢s puestos de trabajo y desarrollo que la valorizaci¨®n. Mientras no tengamos la seguridad de que la quema de los residuos es inocua, mientras se albergue la m¨¢s m¨ªnima sospecha de riesgo de emisiones nocivas para la salud, deberemos aplicar el principio de precauci¨®n.

Debemos exigir la protecci¨®n de los ciudadanos de las presiones y riesgos ambientales para la salud y el bienestar por encima del beneficio econ¨®mico. M¨¢s all¨¢ del cumplimiento de la legislaci¨®n ambiental, la Comunidad ha de velar por la salubridad del medio en el que viven sus ciudadanos. M¨¢s all¨¢ del compromiso legal, existe un compromiso ¨¦tico que ha de cumplirse.

No hablamos solo de cumplir la ley, sino de proporcionar a los ciudadanos calidad de vida y permitirle a una empresa privada el ahorro de costes mediante la quema de residuos, con dudosa inocuidad, no proporcionar¨¢ ni desarrollo econ¨®mico, ni social, ni mucho menos medio ambiental a Morata de Taju?a, ni a la Comunidad de Madrid.

Jos¨¦ Manuel Franco es diputado regional y secretario de Ordenaci¨®n Territorial y Medio Ambiente del PSM.