Una tienda de estar por casa

Esto es una casa que se ha de empezar a visitar por el tejado. Las vistas que hay desde su terraza son lo ¨²nico que no se vende. Todo lo dem¨¢s, todo, desde las macetas, las mesas, la comida, pasando por la ropa, la vajilla, las l¨¢mparas y acabando con el propio edificio, se?orial, de tres plantas, en el n¨²mero 40 de la calle General Arrando, que tambi¨¦n est¨¢ a la venta. Pero mientras le sale comprador, y hasta el 24 de diciembre, le ha florecido esta pop-up store con 86 marcas locales consagradas o por consagrar que huelen a moderno y sue?an con crear tendencia.

Se llama The Hovse, amaneci¨® el 30 de noviembre y es la evoluci¨®n de otras dos exitosas iniciativas del mismo estilo, The Apartment las navidades pasadas y The Patio en verano. Organiza Better ¡°una especie de cooperativa¡±, seg¨²n explica Miguel Bonet, uno de sus socios, que selecciona iniciativas, marcas, productos y organiza tiendas-mercadillo con duraci¨®n limitada en espacios at¨ªpicos. ¡°Hacemos una labor de comisariado. Busc¨¢bamos que hubiera diferentes estilos, pero con coherencia¡±, explica Bonet bajando las escaleras de la azotea.

A partir de ah¨ª empieza una experiencia que implica toda la concentraci¨®n posible para percibir un sinf¨ªn de art¨ªculos, de carteles y de marcas. Detr¨¢s de cada una de ellas hay nombres, apellidos e historias: Objetos Perdidos son dos hermanas que hacen muebles de dise?o y collages por encargo, Battu, dos arquitectas que se lanzaron a dise?ar bailarinas, Sockaholic, unos j¨®venes que decidieron darle color a los calcetines... y as¨ª tres pisos con sus pasillos, sus habitaciones y sus salones.

Todo ello decorado con un gusto exquisito, creando rincones que har¨¢n las delicias de sus seguidores en Instagram, como la estampida de animales salvajes de pl¨¢stico que se extiende por las paredes del primer piso.

Un lugar, en fin, al que unos pueden ir a mirar y unos pocos a comprar porque sus precios son m¨¢s bien para bolsillos holgados. Knit Brary hace jerseys de punto tan suaves que a uno le dan ganas de abalanzarse y abrazarlos hasta que los 800 euros (!!!) de la etiqueta le hacen frenar en seco. Tambi¨¦n hay cojines ¨¦tnicos por 30 euros y bolsos de Steve Mono por 355. ¡°Me ha parecido muy bonito pero muy caro¡±, dec¨ªa una clienta el d¨ªa de la inauguraci¨®n. Se hab¨ªa llevado dos pares de calcetines por siete euros.

Sin embargo, en las cajas se forman colas de gente que no piensa lo mismo y es dif¨ªcil encontrarse The Hovse vac¨ªa para comprar tranquilo.