La crisis obliga a Valencia a crecer sobre s¨ª misma
El PGOU cumple 25 a?os en un momento en que no se justifica una revisi¨®n para obtener m¨¢s suelo edificable
El gobierno de Rita Barber¨¢ impuls¨® en 2004, tres a?os antes del estallido de la burbuja inmobiliaria, una revisi¨®n del Plan General de Ordenaci¨®n Urbana (PGOU) de 1989. En pleno boom, Urbanismo lanz¨® una revisi¨®n del plan que ampl¨ªa la ciudad ¡ªa costa de reclasificar 800 hect¨¢reas de huerta¡ª y donde cabr¨ªan 25.000 nuevas viviendas.
La fiebre inmobiliaria se fren¨® en seco en 2007 y hoy nadie se atreve a pronosticar cuando despegar¨¢ el mercado. El Gobierno local tiene el documento guardado en el caj¨®n tras una larga tramitaci¨®n. En 2004 arranc¨® el proceso; en 2008 se someti¨® a una primera fase de alegaciones y en 2010 se present¨® un texto simplificado con una segunda ronda de alegaciones. Desde entonces, silencio. El Ejecutivo de Barber¨¢ insiste en que est¨¢ la revisi¨®n en marcha pero han pasado tres a?os del ¨²ltimo tr¨¢mite y los datos de coyuntura son desalentadores.
En 2013 se concedieron 198 licencias para edificar ¡ªuna de las cifras m¨¢s bajas de la historia¡ª y raro es el d¨ªa en que no se anulan otros permisos ya concedidos. No hay mercado, reconocen los promotores. Los urbanistas calculan que en el PGOU ¡ªque cumple 25 a?os de vida¡ª hay suelo disponible para construir entre 30.000 y 40.000 nuevas residencias. El n¨²mero de pisos vac¨ªos en la capital oscila entre los 70.000 y los 90.000 por lo que el colch¨®n de viviendas vacantes ronda las 100.000 o las 130.000. Los socialistas han hecho balance y estiman que con esta reserva de suelo y un programa municipal de rehabilitaci¨®n hay oferta suficiente para los pr¨®ximos 40 a?os.
En un contexto as¨ª, ?se puede considerar agotado el PGOU? y, sobre todo, ?se justifica una revisi¨®n como la planteada, con la recalificaci¨®n de m¨¢s suelo para m¨¢s pisos? Entre los profesionales del urbanismo hay opiniones dispares.
El arquitecto Alejandro Escribano, redactor del PGOU en vigor, defiende que, en t¨¦rminos globales, sin entrar en el detalle, el plan se ha ejecutado en un 90%. ¡°Si vamos a lo menudo, a la peque?a dotaci¨®n, es posible que el grado de ejecuci¨®n sea menor¡±, admite el padre del PGOU.
El parque central y el plan del Grau siguen pendientes
Vista desde el aire, Valencia se parece mucho a la ciudad que se dibuj¨® en el Plan General de Ordenaci¨®n Urbana de 1989. Alejandro Escribano, padre del plan urban¨ªstico todav¨ªa en vigor, asegura que, si miramos la ciudad desde arriba, est¨¢ pr¨¢cticamente acabado.
El PGOU, agrega el arquitecto se hizo con el prop¨®sito de reequilibrar los barrios, respetar en la medida de lo posible la huerta que rodeaba la ciudad y conectar el casco hist¨®rico con la fachada mar¨ªtima.
Un cuarto de siglo despu¨¦s, el plan general tiene todav¨ªa pendientes dos de sus grandes operaciones: el PAI del Parque Central, un gran jard¨ªn en el coraz¨®n de la capital y m¨¢s de 7.000 viviendas alrededor; y el PAI de El Grau, que es la conexi¨®n entre la prolongaci¨®n del Paseo de la Alameda, con la d¨¢rsena del puerto y el Paseo Mar¨ªtimo. ¡°Un paseo continuo de 12 o 14 kil¨®metros sin apenas interferencias de tr¨¢fico, que conecta el cauce seco del Turia con el distrito mar¨ªtimo¡±.
El PGOU fue un gran acierto. ¡°Se consigui¨® que Valencia creciera sin ocupar apenas huerta ¡ªsolo se desclasificaron 2.000 hect¨¢reas¡ª frente al plan desarrollista de 1966, que pretend¨ªa ocupar todo el frente mar¨ªtimo hasta El Perellonet y edificaba toda la huerta norte hasta Alboraia y la huerta hasta Campanar. Era una barbaridad¡±, recuerda Escribano.
La oposici¨®n socialista reivindic¨® hace unos d¨ªas la autor¨ªa del PGOU, que se aprob¨® bajo mandato del PSPV y moderniz¨® la ciudad. Pero critican c¨®mo se ha ejecutado, porque el PGOU de 1989 lo aprobaron ellos pero lo ha llevado a cabo el PP, que gobierna la ciudad desde 1991. ¡°Los populares han estado m¨¢s atentos al desarrollo de la parte privada del plan que a los equipamientos¡±, resum¨ªa el portavoz municipal socialista Joan Calabuig.
El alcalde que promovi¨® el plan recuerda que el objetivo estrat¨¦gico de enlazar el centro hist¨®rico con los espacios del este hasta el mar ¡°es una aspiraci¨®n del plan que no se ha culminado todav¨ªa", apunta. "Valencia es una de las pocas ciudades europeas que dispone de un parque lineal de 11 kil¨®metros (el Jard¨ªn del Turia) y de 17 kil¨®metros de frente o fachada mar¨ªtima. Dos recursos importantes para la ciudad¡±.
Para Gerardo Roger, la gesti¨®n urbana del PP ha sido insuficiente, sobre todo, en actuaciones de rehabilitaci¨®n y regeneraci¨®n de los barrios. Un ejemplo es el Cabanyal. Tampoco han acertado con la gesti¨®n econ¨®mica, ya que este Consistorio ha recurrido a las expropiaciones ¡ªpara dotaciones p¨²blicas¡ª hasta el abuso, con un coste estimado en 550 millones de euros. Roger insiste en que desde la aprobaci¨®n de la nueva ley del Suelo, en 2007, se pueden conseguir suelos dotacionales sin necesidad de expropiar, pero, inexplicablemente, el Ejecutivo local no ha hecho uso de este instrumento urban¨ªstico.
Jos¨¦ Mar¨ªa Lozano hace un balance positivo del PGOU porque recogi¨® cuestiones vitales con la protecci¨®n de la huerta y del patrimonio hist¨®rico. ¡°En cambio dej¨® otras muchas cuestiones tan abiertas... Ese es su mayor defecto¡±, comenta apuntando en direcci¨®n al planeamiento diferido por el que se apost¨® en el Cabanyal. ¡°El plan ten¨ªa que haber dejado unos criterios claros, no tan abiertos¡±, lamenta.
Para Vicente Gonz¨¢lez M¨®stoles, el PGOU ha sido un material muy s¨®lido para el desarrollo fulminante del sector inmobiliario. De los 19 o 20 nuevos sectores recogidos por el plan, 17 se han ejecutado, ¡°lo que es muy favorable. Ahora bien¡±, a?ade el arquitecto, ¡°la otra cara de la moneda es que ha habido 50 equipamientos que no se han construido¡±. En esta situaci¨®n est¨¢n, adem¨¢s del parque central, las zonas verdes de la Rambleta, Benicalap, Carolinas (Benim¨¤met) o Malilla.
En los 25 a?os de vida del PGOU se han concedido licencias para la construcci¨®n de 80.000 nuevas viviendas, de las que 26.000 se concentraron en los a?os de boom inmobiliario, duplic¨¢ndose la tasa de reposici¨®n aconsejable.
Con la crisis, la ca¨ªda ha sido espectacular. En 2013 se concedieron licencias para 403 nuevas viviendas, en 2013 apenas se rozan los 200 permisos y en los tres ¨²ltimos a?os se ha renunciado a edificar m¨¢s de 600 casas que dispon¨ªa de licencia. Mientras la vivienda libre crec¨ªa sin cortapisas, los pisos protegidos apenas representan un 10% del total construido en la capital.
Durante las dos d¨¦cadas y media del PGOU, el PP ha aprobado 250 modificaciones del plan. En ese paquete, como recuerda Gonz¨¢lez M¨®stoles, est¨¢ la ZAL del puerto, que naci¨® tras la recalificaci¨®n de 75 hect¨¢reas de huerta protegida. Otro proyecto estrella que no recog¨ªa el plan en origen fue el nuevo barrio de Soci¨®polis. Se recalificaron otras 35 hect¨¢reas de huerta, cuando exist¨ªa suelo suficiente en la capital para construir vivienda p¨²blica. El barrio cuenta solo con algunos de los edificios proyectados y la Generalitat paraliz¨® el ¨²nico edificio que inici¨®.
Otra llamativa recalificaci¨®n fue el suelo reservado en la Font de Sant Llu¨ªs para la Ciudad del Transporte, que pas¨® a residencial y terciario. La reforma ¡ªcon el derribo de naves laterales incluido¡ª es otra de las operaciones fuera del plan. O el campo de f¨²tbol de Mestalla, que se recog¨ªa como dotaci¨®n p¨²blica deportiva pero con una concepci¨®n diferente.
El balance realizado por los socialistas concluye con un repaso al cambio de uso de 44 parcelas que deb¨ªan ser parques o colegios y han acabado convirti¨¦ndose en 25 edificios de viviendas, 11 iglesias, un balneario, dos hoteles, cuatro centros deportivos privados o un aparcamiento.
En su opini¨®n, la ciudad tiene una reserva de suelo suficiente para cuando pase la crisis. Quedan dos o tres operaciones importantes: los PAI de Benimaclet y del Grau y la operaci¨®n del Parque Central. ¡°Es una pena que se nos haya quedado paralizado el sector del Grau, la r¨®tula de conexi¨®n entre el Jard¨ªn del Turia y el mar¡±, reconoce Escribano.
?Es l¨®gica una revisi¨®n que reclasifica m¨¢s suelo?, Escribano reconoce que la historia econ¨®mica ha cambiado totalmente las previsiones: ¡°No tiene sentido plantearse como objetivo principal dotar la ciudad de nuevos suelos urbanizables¡±. ¡°Tampoco me parece mal que se revise, si ciertas previsiones de suelo se dejan para m¨¢s adelante. Pero tambi¨¦n es verdad que 25 a?os es mucho¡±, dice el arquitecto en favor de la revisi¨®n.
Las ciudades europeas maduras, y Valencia lo es, a?ade el urbanista, buscan m¨¢s como aprovechar sus espacios urbanizados que ocupar nuevos suelos vac¨ªos. Se trata de que la ciudad crezca sobre s¨ª misma. La operaci¨®n de Parque Central es un ejemplo de libro; unos terrenos urbanos que ocupan las v¨ªas del tren que se convertir¨¢n en un futuro en un gran parque verde, jalonado con nuevos sectores residenciales. Otro caso claro es la d¨¢rsena del puerto de Valencia. ¡°En la medida en que pongamos viviendas en ese espacio, no har¨ªa falta colocarlas en otros suelos de huerta. Hay un mill¨®n de metros a los que hay que darles uso, meter actividad, o se convertir¨¢ en un desierto por la noche¡±, apostilla el urbanista.
Ricard P¨¦rez Casado era alcalde de Valencia cuando se aprob¨® el plan en vigor. Es un convencido de que la planificaci¨®n urban¨ªstica est¨¢ para supeditarse a la estrategia econ¨®mica y a la cohesi¨®n social de la ciudad, no para establecer si un edificio tiene tres o nueve alturas. El PGOU de 1989 cre¨® expectativas que no se han cumplido, tercia el exregidor. No es metropolitano, un rasgo que P¨¦rez Casado considera esencial, dado que cada d¨ªa entran y salen de la capital miles de personas que viven en el ¨¢rea metropolitana.
?Faltan viviendas? ¡°No. Lo que faltan son equipamientos p¨²blicos¡±, dice el exalcalde. P¨¦rez Casado opina que hay que retocar el plan para hacerlo menos r¨ªgido e inyectarle un cariz metropolitano, sobre todo en aspectos como la movilidad. ¡°Valencia necesita una sacudida urban¨ªstica¡±. Desde su punto de vista, todo lo dem¨¢s es poner el marco para que especulen quienes puedan hacerlo.
Gerardo Roger, director general de Urbanismo de la Generalitat de 1990 a 1995, rechaza la revisi¨®n. ¡°Es inadecuado a la realidad socioecon¨®mica actual, porque se inici¨® hace nueve a?os en el escenario desarrollista de la burbuja mientras la situaci¨®n hoy es de austeridad extrema y de recesi¨®n¡±, argumenta el arquitecto.
¡°En una etapa en la que incluso se ha producido un descenso demogr¨¢fico, resulta injustificado y excede de cualquier racionalidad, seguir aplicando un modelo que pretende la reclasificaci¨®n de m¨¢s de 800 hect¨¢reas de suelo, cuando hay sobrada oferta de suelo¡±. Lo racional, sostiene Roger, es dedicarse a la ciudad consolidada para rehabilitar y regenerar lo que existe.
Roger insiste, como P¨¦rez Casado, en que la revisi¨®n completa del PGOU de 1989 debe incardinarse en el ¨¢mbito metropolitano. ¡°No tiene ning¨²n sentido tratar de ordenar la situaci¨®n urbana de los 750.000 habitantes de Valencia, poblaci¨®n que supone la mitad de los habitantes de la ciudad real: los 1,5 millones de residentes del ¨¢rea metropolitana de Valencia. Hay que englobarlo todo¡±, concluye el urbanista, que recuerda que as¨ª lo establece la Estrategia Territorial Valenciana de la Generalitat.
Jos¨¦ Mar¨ªa Lozano, redactor del Plan Especial de la Marina Real, est¨¢ a favor de la revisi¨®n. ¡°Su mayor defecto es que es que lo estamos revisando desde hace demasiado tiempo. Yo he llegado a decir que ser¨ªa mucho mejor una revisi¨®n permanente del plan¡±, sugiere.
Seg¨²n Lozano, el equipo de gobierno apuesta en la revisi¨®n del plan por una ciudad que no supere el mill¨®n de habitantes y no cree que la se?a de identidad del documento sea la recalificaci¨®n de suelo para construir 25.000 viviendas m¨¢s. ¡°Tiene otras se?as de identidad: est¨¢n los planes especiales de protecci¨®n del centro hist¨®rico, de los BIC...¡±, objeta. Este arquitecto no ve precisa una revisi¨®n de la revisi¨®n, ¡°lo que si es urgente es que se defina ya¡±.
Y una opini¨®n m¨¢s, la de Vicente Gonz¨¢lez M¨®stoles, miembro del Consell Valenci¨¤ de Cultura y concejal socialista en la capital durante cuatro a?os con Carmen Alborch como portavoz del grupo municipal.
Entre 1980 y 1983, Gonz¨¢lez M¨®stoles se ocup¨® en el Ayuntamiento de Valencia como responsable de Urbanismo de impulsar los planes especiales del centro hist¨®rico, corrigi¨® los desarrollistas del plan de 1966, e impuls¨® el ambicioso Jard¨ªn del Turia y la regeneraci¨®n de El Saler.
Del plan general, el exconcejal estaca que ha sido un material muy s¨®lido para el desarrollo fulminante del sector inmobiliario. ¡°De los 19 o 20 nuevos sectores contenidos en el PGOU, 17 se han ejecutado, lo que es favorable. La otra cara de la moneda es que ha habido 50 equipamientos que no se han construido¡±, resume. Se ha insistido en los sectores residenciales y en los grandes bulevares, muy importantes para el flujo viario de la ciudad. Pero en contrapartida hay un d¨¦ficit de equipamientos p¨²blicos, casi dos millones de metros cuadrados de suelo.
¡°Se ha ejecutado la parte lucrativa pero la social est¨¢ muy verde. Adem¨¢s, casi todos los proyectos que visualmente reconoce la ciudadan¨ªa no estaban en el PGOU original, son modificaciones del PGOU: ah¨ª est¨¢ la Zona de Actuaciones Log¨ªsticas del puerto de Valencia, el nuevo barrio de Soci¨®polis, la Nueva Fe, la Ciudad de las Artes como se concibe hoy, la Marina Real o el AVE¡±, a?ade Gonz¨¢lez M¨®stoles.
¡°Es el momento de dejar caer la revisi¨®n. Hace falta un nuevo plan integral metropolitano, donde se proyecten grandes dotaciones y se establezcan las l¨ªneas rojas¡±, propone el arquitecto. Hay que establecer una red b¨¢sica de infraestructuras y servicios que no piense solo en Valencia sino en toda el ¨¢rea metropolitana y desde luego que no se reclasifique m¨¢s huerta.
En el ¨¢mbito m¨¢s urbano, este arquitecto reclama un proyecto litoral que abarque desde el Carraixet hasta el nuevo cauce del Turia, evitando intervenciones puntuales. Tambi¨¦n un plan para intervenir en la Valencia consolidada.
¡°La Zona de Actuaciones Log¨ªsticas podr¨ªa convertirse en un centro de innovaci¨®n y conocimiento. No hace falta generar m¨¢s suelo, no hacen falta m¨¢s sectores... La revisi¨®n del PGOU ha muerto, pero no se atreven a retirarla¡±, opina al referirse al gobierno local que encabeza Barber¨¢. ¡°Las alegaciones no han sido informadas desde hace tres o cuatro a?os. Supongo que esperar¨¢n a ver qu¨¦ pasa en las elecciones¡±, concluye.
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